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Aurelio Martínez, uno de los 100 mejores músicos del continente, fue el gran difusor de la cultura garífuna

Tegucigalpa (Por Alejandro García) – Su ritmo musical garífuna nació en su natal Plaplaya, Gracias a Dios (La Mosquitia), pero se extendio a los escenarios asiáticos como Japón, Estados Unidos, festivales europeos como Inglaterra, Grecia y otras naciones del viejo continente que disfrutaron de las contagiosas canciones de Aurelio Martínez, el mayor embajador cultural de su etnia a nivel global.

Con su producción “Laru Beya” logró el mayor reconocimiento al ser ubicado en el ranking 98 de los 600 mejores discos de América Latina.

En las primeras 100 posiciones, Aurelio Martínez comparte cartel con los gigantes de la musica latinoamericana como los mexicanos Agustín Lara, Lola Beltran, Pedro Infante y Armando Manzanero, Los brasileños Caetano Veloso, Tom Jobim y Roberto Carlos, Julio Jaramillo, El Gran Combo y Wilfrido Vargas de Puerto Rico, Carlos Mejía Godoy, los argentinos Mercedes Sosa,Fito Paez Y Gustavo Cerati, los chilenos Violeta  Parra, Víctor Jara y Quilapayún, Sonora Matancera, Carlos Santana, Carlos Gardel, Gloria Estefan, Chavela Vargas, Natalia Lafourcade, Celia Cruz, Buena Vista Social Club, Shakira, entre otros grandes de la música latinoamericana y caribeña.

«Laru Beya» fue escogido entre los mejores 600 álbumes musicales de América Latina.

“Laru Beya” fue una producción de la disquera Real World Records del cantante británico Peter Gabriel, exfundador de la banda Génesis.

Figura mundial garífuna

Fue una de las figuras más reconocidas de los garífunas hondureños a nivel internacional tras destacarse en la música por muchos años, contando con el reconocimiento externo, que muchos no logran traspasar.

Aurelio Martínez como era conocido artísticamente el hondureño, le gustaba la música desde pequeño, tal fue su gusto, que incursionó en varios ámbitos desde músico hasta bailarín y miembros de grupos artísticos.

Es reconocido como un embajador internacional de la cultura y música garífuna, una tradición que combina raíces africanas y amerindias.

Pasó de ser un cantante, percusionista y bailarín de grupos artísticos, a fundador de bandas, demostrando una rica escuela musical y decenas de canciones.

El cantante garífuna perdió la vida en un accidente aéreo en Roatán el 17 de marzo de 2025.

En su trayectoria musical, recibió y fue condecorado con varios premios a nivel nacional e internacional, convirtiéndose en un embajador de Honduras, especialmente de los garífunas.

Su muerte en un accidente aéreo el lunes 17 de marzo en el municipio de Roatán, Islas de la Bahía, junto a otras 11 personas, dejó un vacío en la música garífuna-hondureña como un profundo dolor a sus familiares.

Primeros pasos

Nació el 25 de septiembre de 1969 en el sector de Plaplaya, una comunidad en el municipio de Juan Francisco Bulnes, departamento de Gracias a Dios, donde se le conoce como el lugar dedicado a la conservación de la tortuga marina.

Su vida siempre estuvo marcada por la música y el compromiso con la cultura garífuna, principios que lo forjaron y transmitieron como artista a nivel internacional.

Martínez Suazo creció rodeada de una familia llena de músicos, su padre fue un trovador local que tocaba la guitarra e improvisaba canciones del género musical “Paranda”, este género musical mezcla ritmos tradicionales garífunas y sonidos latinos, pero más lento que la Punta, el más conocido de los ritmos y danzas garífunas.

Aurelio Martínez creció en una familia llena de músicos, siendo su principal inspiración su madre María Teófila Suazo Meléndez.

Mientras que su madre era una cantautora tradicional y grababa muchas de las canciones que ella componía, muchos que conocieron a Aurelio decían que heredó el canto de su progenitora.

Además, Martínez Suazo fue influenciado desde temprana edad por sus abuelos y tíos, quienes lo alentaron a ser un percusionista.

Empezó a darse a conocer en la comunidad por asistir como músico a las ceremonias rituales celebradas en honor a los ancestrales garífunas, incluso iba a los eventos más sagrados.

Debido a estas actuaciones, Aurelio Martínez era reconocido y respetado cuando tenía 14 años por tocar sólidamente las bases rítmicas tanto en la música ritual como en la profana.

Cuando era todavía un estudiante de secundaria en la ciudad de la Ceiba, Aurelio ya tocaba profesionalmente con conjuntos latinos populares.

Aurelio Martínez comenzó bien joven en la música, tocando en ceremonias rituales cuando era adolescente,

En la misma época, empezó a involucrarse en varios proyectos musicales que lo incitaron a salir del ámbito garífuna e incursionar con otros estilos.

Carrera musical

En su carrera profesional como músico, en la década de los 80, Aurelio creó su primer conjunto musical llamado “Lita Ariran”, que se convirtió rápidamente en uno de los primeros grupos de música y de danza tradicional Garífuna que subió al escenario internacional.

El impacto de este grupo musical sacudió la escena japonesa que el primer álbum de la agrupación fue producido por su amigo Akira Tomita, de la compañía japonesa JVC Records World Sounds.

Este trabajo lo llevó a recibir el premio del Mejor cantante de música garífuna y recompensaron a su agrupación por ser el mejor grupo cultural del año 1998 en el marco de los Garifuna World Music Awards, ceremonia que se realizó en la ciudad de Nueva York.

Aurelio Martínez junto a otros dos grandes exponentes de la música hondureña: Guillermo Anderson y Moisés Canelo.

En la década de los 90, Aurelio Martínez formó parte de la orquesta “Los Gatos Bravos” junto a Alfonso Flores padre, mejor conocido como “Fonchin”, en la que vivieron una época en la que la agrupación se dio a conocer en todo el país mediante actuaciones en carnavales.

Asimismo, Los Gatos Bravos empezaron a brindar conciertos en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de compartir por primera vez el escenario con grandes artistas como Óscar de León, Celia Cruz, el Grupo Niche, Orquesta La Luz y otros en reconocidos ferias como el “Festival de la Calle Ocho de Miami”.

Tras cuatro años de integrar los Gatos Bravos, decidió retirarse de la orquesta para formar su propia agrupación denominada “Aurelio y los Bravos del Caribe”.

La orquesta dio su primer concierto en honor a la celebración de los 200 años de la llegada de los primeros Garífunas al suelo hondureño en 1997.

Después de su paso por «Los Gatos Bravos de San Pedro Sula», decidió formar su propia agrupación a la que llamó «Los Bravos del Caribe»

Un año después, lanzó su primer álbum “Inocencia”, convirtiéndose en uno de los referentes más importantes de la música Garífuna a nivel internacional.

Aurelio Martínez convirtió su orquesta en la primera empresa musical formalmente establecida en el país cuyo propietario resultaba ser precisamente un miembro de la comunidad Garífuna.

Además, fue la primera orquesta que se presentó bajo esta estructura inédita ante los ojos de las propias comunidades garífunas y en las diferentes ciudades de Honduras.

Con los Bravos del Caribe, Aurelio Martínez realizó seis discos grabados entre Honduras y Estados Unidos: Lita Ariran (1995), Inocencia (1998), Cuentos y leyendas (2000), Amor a primera vista (2006), 200+10+2 (2010) y Conexión Caribe (2014).

Aurelio Martínez también tuvo una brillante carrera como solista en la que compuso canciones en garífuna.

Carrera solista

Aurelio Martínez también logró tener una carrera solista destacada, separado de las orquestas, grabó su primer álbum en solitario en 2004 llamado “Garífuna Soul”.

Estuvo acompañado por algunos de los mejores músicos de estudio de Belice y de Honduras, quienes supieron improvisar expertamente tanto en la percusión garífuna, como en las guitarras y el saxofón.

Las canciones de este disco fueron conmovedoras y la voz resonante de Aurelio atrajo la atención de la prensa musical mundial, la cual llegó a considerarlo como un portador innovador e original de esta tradición, logrando que el hondureño fuese nombrado con el premio de “Newcomer of the year” por parte de AfroPop.

En 2008, Aurelio fue seleccionado a nivel mundial por la leyenda de Afropop: Youssou N’Dour, en el marco de “Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative”, evento que le permitió a la música garífuna darse a conocer por primera vez ante famosos artistas africanos.

En 2011 hizo el lanzamiento de su segundo disco denominado “Laru Beya” que es una compilación de canciones ligadas a las raíces africanas, y su objetivo era transportar su música por diferentes lugares del mundo.

Para 2014, Aurelio Martínez quiso regresar a sus raíces africanas con su tercer disco “Landini” concentrándose en la reproducción del escenario tradicional del modo de vida garífuna.

Con este álbum ganó el sexto lugar en el Top 20 World Music Albums en 2011 en WorldMusic.co.uk Award.

Lanzó su último álbum en solista en 2017 llamado “Darandi”, una colección de las canciones preferidas de Aurelio grabadas en los estudios de Real World Records para capturar el sonido de sus conciertos en vivo.

Embajador garífuna

Aurelio Martínez es un embajador de los garífunas en Honduras, y su misión fue dar a conocer al mundo esta cultura mediante su música y presentaciones en distintas partes.

Durante el 2006, la Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE) produjo el documental “Honduras y Belice: la Aventura Garífuna”, una de las obras más auténticas de la cultura garífuna, en la que Aurelio Martínez es el protagonista.

Aurelio Martínez también fue el protagonista de un documental sobre los garífunas que realizó la RTVE de España.

Cuando formaba parte de la orquesta “Los Bravos del Caribe” conoció al artista beliceño, otro referente músical garífuna, Andy Palacio, con el que estableció una amistad por los sueños y anhelos que ambos compartían para el futuro de la música y de la cultura garífuna.

En 1997 participó en un proyecto de paranda con varios artistas, incluyendo el rey de la Paranda Paul Nabor “Nabi”, Junie Aranda, Jursino Cayetano, Andy Palacio, entre otros. Los críticos musicales del mundo reconocen al álbum “Paranda: África en América Central”, una colección que consta con la gran riqueza musical y con las diferentes idiosincrasias de tres generaciones de paranderos.

La Paranda es otro de los ritmos musicales garífunas, pero más lenta que la Punta, el más reconocido ritmo musical y de baile de dicho pueblo de ascendencia africana.

En marzo de 2015, la comunidad Garífuna de Nueva York honró a Aurelio con un tributo y concierto musical especial para celebrar el 30 aniversario de su carrera artística.

Canciones exitosas

Aurelio Martínez compuso, escribió y cantó diversas canciones en su vida, la más conocida a nivel nacional fue “pompis con pompis” que cantó cuando lideraba “Los Bravos del Caribe”, pero su reconocimiento internacional lo logró “Laru Beya, cuyo album está considerado en la posición 98 de los mejores discos de América Latinay El Caribe.

Martínez Suazo podría cantar en idiomas como español e inglés, pero la mayoría de sus canciones son en garífuna con su intención de transmitir la cultura a Honduras y el mundo.

Vida política

La música y su lucha por la cultura garífuna no fue lo único a que se dedicó Aurelio Martínez Suazo, también tuvo una carrera política en la que fue simpatizante y militante del Partido Liberal.

Logró ser regidor municipal de La Ceiba en el período 1998-2002 en la administración de Gonzalo Rivera Ocampo que fue el edil de “La Novia de Honduras”.

Igualmente, fue diputado del Partido Liberal en el Congreso Nacional por el departamento de Atlántida en el período 2006-2010, administración que lideró Roberto Micheletti.

También fue diputado en el Congreso Nacional por el Partido Liberal en el departamento de Atlántida en el período 2006-2010, fue distinguido en 2024 con la Medalla Cruz Grande de Comendador y Pergamino Especial.

Con esta diputación, fue el primer garífuna que era congresista en la historia política de Honduras, manifestando en su momento que él abrió el camino para que los pueblos indígenas puedan representar sus intereses en un curul del Congreso Nacional.

De parte de este poder del Estado, Suazo Martínez fue distinguido el 8 de mayo de 2024 con la Medalla Cruz Grande de Comendador y Pergamino Especial.

Según el Congreso Nacional este reconocimiento es para conmemorar la diversidad cultural como los garífunas, fortalecer los lazos de unidad y respeto mutuo entre los hondureños, y que cada individuo tenga la capacidad de alcanzar su máximo potencial.

Aurelio era la viva expresión de los garífunas

El presidente de la organización Azabrova, Humberto Castillo, definió a Aurelio Martínez como la viva expresión de la cultura garífuna que llevó la música a Europa y Asia.

“Hizo bailar a todo el mundo con su arte, su exquisita coreografía, era un tipo bastante versátil”, recordó Castillo al músico garífuna.

Comentó que tuvo un impacto en la juventud hondureña porque hizo arreglos tradicionales a la música garífuna y de África.

El dirigente garífuna Humberto Castillo.

Contó que Aurelio Martínez inició sus pasos desde pequeño, pero a nivel profesional empezó junto a Guillermo Anderson, luego pasó a los Gatos Bravos, formó la agrupación Lita Ariran, estuvo varios años en Asia, para darse a conocer con los Bravos del Caribe.

Castillo señaló que las canciones de Aurelio Martínez eran populares por las formas de danzar la punta y la paranda.

El dirigente garífuna indicó que uno de los mayores problemas de los jóvenes garífunas en la actualidad es que no estudian el pasado, algo que diferenció a Aurelio Martínez del resto de los artistas.

Señaló que las canciones de Aurelio Martínez tenían mucha influencia por el abandono de su padre a su familia, así como el amor que expresaba hacia su madre.

Aurelio deja un legado a los garífunas

La presidenta de la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (Odeco), Gregoria Jiménez, recordó que Aurelio Martínez representaba a la cultura y tradiciones garífunas con su talento.

Destacó que pese a que Aurelio Martínez no era originario de la ciudad de La Ceiba, fue un cantautor que ponía en nombre a los garífunas y ese municipio.

Gregoria Jiménez, presidenta de Odeco.

Jiménez lamentó que a nivel nacional, Aurelio Martínez, no tuviera el reconocimiento que si tuvo en el extranjero por sus aportes a la cultura, al arte y al país.

“Sentimos que nuestros homenajes son pocos para lo que significó la vida de Aurelio Martínez al pueblo garífuna, el amor, el entusiasmo y el esfuerzo que puso en sus días de juventud para incursionar en la música”, expresó.

Recordó que el músico deja un gran legado de amor a la identidad, cultura y a su pueblo. AG

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