San Salvador – Dos pandilleros murieron asfixiados supuestamente por otros reos en el presidio de San Francisco Gotera, en el noreste de El Salvador, informaron hoy fuentes oficiales.
Las víctimas fueron identificadas como José Eduardo Caballero, de 29 años, y Wilmer Antonio Flores Gámez (25), precisó a Efe una fuente de la Dirección de Centros Penales.
Detalló que Caballero cumplía una condena de 15 años y ocho meses de prisión por los delitos de homicidio y extorsión, mientras que Flores estaba sentenciado a cuatro años por tenencia, porte y conducción ilegal de armas de guerra.
Por su parte, fuentes de la Policía dijeron a medios locales que los cadáveres de los dos reos fueron hallados con señales de asfixia en el sector 2 del presidio de San Francisco Gotera, departamento de Morazán, unos 168 kilómetros al noreste de San Salvador.
Según las fuentes policiales, ambos reos pertenecían a la Mara Salvatrucha (MS), una de las principales pandillas que operan en El Salvador.
Agregaron que la Policía y la Fiscalía investigan cómo fueron asfixiados los reclusos y la posible relación de otros internos con el doble asesinato.
Desde marzo de 2012, la MS mantiene una «tregua» con la otra pandilla más fuerte de El Salvador, la M-18, pacto que según las autoridades ha bajado en un 52 % los homicidios en el país.
Detalló que Caballero cumplía una condena de 15 años y ocho meses de prisión por los delitos de homicidio y extorsión, mientras que Flores estaba sentenciado a cuatro años por tenencia, porte y conducción ilegal de armas de guerra.
Por su parte, fuentes de la Policía dijeron a medios locales que los cadáveres de los dos reos fueron hallados con señales de asfixia en el sector 2 del presidio de San Francisco Gotera, departamento de Morazán, unos 168 kilómetros al noreste de San Salvador.
Según las fuentes policiales, ambos reos pertenecían a la Mara Salvatrucha (MS), una de las principales pandillas que operan en El Salvador.
Agregaron que la Policía y la Fiscalía investigan cómo fueron asfixiados los reclusos y la posible relación de otros internos con el doble asesinato.
Desde marzo de 2012, la MS mantiene una «tregua» con la otra pandilla más fuerte de El Salvador, la M-18, pacto que según las autoridades ha bajado en un 52 % los homicidios en el país.
