El asesinato el fin de semana del vicepresidente alterno del Congreso Nacional y precandidato a diputado del partido Liberal, Mario Fernando Hernández Bonilla y del abogado y dirigente político Marco Antonio Collier, provocaron la preocupación en la clase política, ya que en menos de dos semanas fueron asesinados cuatro aspirantes a cargos de elección popular.
La violencia que impera en Honduras también cobró en las últimas semanas las vidas de varios empresarios y profesionales.
De la inseguridad nadie se salva y muestra de ello es que la semana anterior se reportó el asesinato de un menor de dos años que había sido raptado por desconocidos en el oriental departamento de Olancho y este fin de semana un reconocido empresario de la ciudad de Siguatepeque apareció muerto en la capital, días después de haber sido raptado.
Solo durante el mes de noviembre se reportó el asesinato, todos por sicarios fuertemente armados, de cuatro aspirantes a diferentes cargos de elección popular en la zona norte del país, lo que revela los niveles de violencia que ha alcanzado la sociedad hondureña, en donde ahora ni los políticos están a salvo de la inseguridad.
Hasta la fecha las autoridades de la Secretaría de Seguridad, la Policía Preventiva y la Dirección de Investigación Criminal (DGIC) siguen dando tumbos sin poder identificar las causas ni los responsables de estos asesinatos, lo que está generando un clima de incertidumbre en el proceso eleccionario que está por celebrarse.
De los cuatros asesinatos de reconocidas figuras políticas, especialmente del Partido Liberal, ninguno ha sido resuelto y las posibilidades de dar con los responsables son lejanas y es casi seguro que terminarán en la impunidad como ha ocurrido con miles de homicidios que se encuentran engavetados en los archivos de la DGIC.
Por consiguiente se desconoce si en los homicidios de estos dirigentes políticos hubo de por medio venganzas, problemas personales, rencillas u otra motivación de carácter político.
“Estamos temerosos, no sabemos de dónde vienen todos estos asesinatos y no estamos seguros de si trata de una campaña montada para generar el temor entre los políticos con fines oscuros o obstaculizar el proceso eleccionario que está por celebrarse en Honduras el 30 de noviembre”, dijo a Proceso Digital, un dirigente político que pidió el anonimato.
Según este dirigente, todos estos asesinatos de aspirantes a cargos de elección, provoca dudas y suspicacias porque se da en un momento coyuntural en el que los partidos están abocados a elegir a sus nuevas autoridades y en un momento de crispación política por el enfrentamiento a lo interno del Partido Liberal en el poder.
Los analistas consideran que la violencia política que actualmente impera en Honduras es abonada por los enfrentamientos entre facciones o movimientos a lo interno de las dos principales instituciones políticas del país.
Las últimas muertes
Antes del asesinato del diputado y coordinador del movimiento “micheletista” en la zona norte, Mario Fernando Hernández acontecido este sábado, el pasado 14 de noviembre se registró el asesinato por sicarios del aspirante a la alcaldía del municipio de Morazán del norteño departamento de Yoro, Julio Cesar Padilla, en el momento que se disponía a abrir su negocio.
Padilla buscaba el solio municipal por el movimiento “Ahora Si” que encabeza el aspirante presidencial liberal Eduardo Maldonado.
Padilla fue acribillado a tiros frente a su negocio de venta de ropa por dos individuos que se conducían en un vehículo que los esperaba, con otra persona a bordo, en las cercanías de donde cayó abatido.
El 12 de noviembre, dos días antes de este suceso, se reportó el asesinato de Danilo Castro, aspirante a vicealcalde del municipio de La Lima, del norteño departamento de Cortés, cuando estacionaba su vehículo en su vivienda.
En el hecho sangriento, los sicarios también hirieron al pre candidato a alcalde Héctor Arita, quien acompañaba a Castro en el momento del incidente.
Ambos dirigentes políticos, pertenecían al movimiento que lidera el empresario Mario Facussé, del opositor Partido Nacional.
Aparentemente, el principal blanco del atentado era Arita porque, según testigos, los atacantes preguntaban, en medio del tiroteo, quién de los dos hombres era él, indicaron las fuentes.
En mayo de este año, asimismo se reportó el acribillamiento del profesor José Ivan Guardado, un conocido dirigente político de la corriente liberal que lidera el presidente del Congreso, Roberto Michelletti,
El hecho ocurrió en la localidad de Jano en el oriental departamento de Olancho.
Guardado, de 46 años, se postulaba a la alcaldía de Jano como precandidato en al nómina micheletista.
En ese mismo mes, dos activistas del movimiento político “Ahora Sí” del Partido Liberal que encabeza Eduardo Maldonado, fueron asesinados en una remota aldea de Catacamas, en Olancho.
Los activistas fueron identificados como Edwin Giovanni Rivera García, de 25 años de edad, y Marco Salomón Ruiz, de 28. El hecho ocurrió en la aldea Yauruca de Catacamas.
A mediados de este año, varios desconocidos raptaron al candidato a alcalde del Movimiento Liberal que lidera el vicepresidente Elvin Santos en Valladolid, Lempira, Francisco Mejía.
Según los informes preliminares, Mejía fue interceptado por cuatro hombres armados en una solitaria carretera del occidente de Honduras.
Otros actos de violencia
Pero los actos de violencia política no se han quedado ahí, en octubre pasado y principios de noviembre la sede del partido Nacional fue asaltada en dos oportunidades con la sustracción del Censo Electoral y otra información política.
Los delincuentes también “visitaron” las oficinas privadas del diputado y ex secretario del Partido Nacional, David Matamoros Bastón, a quien robaron un computador personal en el que guardaba información relacionada con su agrupación política y el proceso electoral.
En noviembre pasado también la dirigencia del Partido Innovación y Unidad (PINU) denunció el robo de varias computadoras de su sede en las que tenían guardado el censo nacional electoral de los afiliados a esa institución partidaria.
Por otra parte, la candidata a alcalde de Tegucigalpa por el izquierdista Partido Unificación Democrática(UD), Doris Gutiérrez, denunció un atentado en contra de su residencia de Tegucigalpa.
Gutiérrez dijo que desconocidos dispararon contra su residencia, de donde los agentes de la policía recogieron los casquillos de bala.
Gutiérrez, quien actualmente es diputada en el Congreso Nacional, dijo temer por su vida, por lo que demandó de las autoridades la inmediata investigación de este caso.
El atentado contra Gutiérrez tuvo lugar días después de una asamblea en la que se ratificaron a las autoridades del partido y a los aspirantes a los diferentes cargos de elección popular.
A mediados de año, un ex diputado que se dedicaba a la venta de vehículos fue acribillado por desconocidos en su negocio en la ciudad de San Pedro Sula.
“Ahora la profesión se está volviendo muy riesgosa por todos los intereses que hay de por medio, por eso estoy reconsiderando si sigo en esta carrera”, apuntó el dirigente entrevistado por Proceso Digital.