Quito – Un nuevo estudio destaca que la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMPs) de uso múltiple genera beneficios tanto para la conservación ambiental como para la pesca artesanal, cuando se hace de manera colaborativa con las comunidades locales.
El análisis abarcó desde Reservas de Biosfera en México hasta Reservas Extractivas en Brasil, así como la emblemática Reserva Marina de Galápagos, en Ecuador, y las concesiones de manglar en Ecuador continental.
Estos espacios han sido clave para equilibrar el uso sostenible de los recursos marinos con la protección de ecosistemas vulnerables, señala el mexicano Mauricio Castrejón, de la Universidad de las Américas (UDLA)-Ecuador, parte del equipo multinacional e interdisciplinario que realizó el estudio.
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El documento presenta pruebas de que las AMPs no solo protegen los ecosistemas marinos, sino que también benefician a las comunidades pesqueras al mejorar la gobernanza, reducir los conflictos y fomentar el desarrollo sostenible.
«Estos resultados son cruciales para crear políticas públicas que encuentren un balance entre la conservación y el bienestar de las comunidades dependientes de la pesca», anota.
Las AMPs de uso múltiple -añade un comunicado facilitado a EFE este sábado- permiten actividades como la pesca, el turismo y la investigación, al tiempo que protegen áreas ecológicamente sensibles.
Once casos
El estudio analiza once casos en México, Colombia, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina, entre otros, y destaca cómo el diseño y la implementación de estas áreas influyen en la sostenibilidad de las comunidades pesqueras.
«La Reserva Marina de Galápagos, una de las AMPs más icónicas del mundo, ha logrado avances importantes en la regulación de la actividad pesquera y la protección de la biodiversidad. Sin embargo, sigue enfrentando desafíos, como la gestión sostenible del pepino de mar», señala.
Y anota que «la participación variable de los pescadores en la toma de decisiones y la implementación de regulaciones eficaces son áreas para mejorar».
«A pesar de esto, las lecciones aprendidas en Galápagos ofrecen un modelo valioso para otras AMPs en la región», menciona Castrejón.
Entre los beneficios más notables, se menciona el fortalecimiento de la gobernanza pesquera, lo que ha mejorado la toma de decisiones y ha aumentado la participación de las comunidades locales en la gestión de los recursos.
En lugares como la Bahía de Loreto, en México, y la Reserva Marina de Juan Fernández, en Chile, las AMPs han ayudado a reducir conflictos entre la pesca artesanal y la industrial, protegiendo a la vez la biodiversidad.
Además, en Brasil, la Reserva de Canavieiras ha empoderado a las comunidades tradicionales otorgándoles derechos exclusivos de uso de los recursos, impulsando actividades como el ecoturismo y mejorando las condiciones de vida de los pescadores locales.
Desafíos
A pesar de los éxitos, el estudio también identifica desafíos en las AMPs donde no se ha involucrado lo suficiente a las comunidades locales.
Estos retos incluyen la falta de recursos para una gestión efectiva y la necesidad de una mejor coordinación entre agencias gubernamentales y actores locales, señala el artículo titulado ‘Pesca artesanal en áreas ecológicamente sensibles en América Latina y el Caribe: ¿Las áreas marinas protegidas benefician la gobernanza pesquera?’, publicado en la revista Ambio. EFE
(vc)