Tegucigalpa – El narcotráfico en el país tiene formas de operar desde hace 20 años atrás, esas viejas prácticas y modalidades de mover la droga siguen siendo un desafío, no solo la para las Fuerzas Armadas, sino también para los operadores de justicia de Honduras, dijo este miércoles la experta en criminología Arabesca Sánchez a Proceso Digital.
La experta fue consultada sobre los últimos acontecimientos relacionados a la narcoactividad en la zona norte y Caribe de Honduras; y considera que este tipo de actividades son similares en los años anteriores, al tiempo que reconoce que hay acciones fuertes de parte de las fuerzas de seguridad del país en conjunto con países socios en la lucha contra el narcotráfico.
“Hay un trabajo fuerte de persecución en el segundo y tercer trimestre del presente año. No desconocemos que ha incrementado el número de destrucción de narcopistas, vehículos terrestres (300) ya aéreos (siete); eso se ha logrado gracias a las facilidades que le han dado las reformas a la Ley de Espacio Aéreo en Honduras”, agregó.
Sánchez destacó la importancia del compromiso adquirido por Honduras, en el combate a la narcoactividad en cooperar y recibir cooperación de los países extranjeros que contratacan contra este flagelo. Además de mejorar el manejo de los radares para detectar actividad aérea como también los aportes de la Fuerza Naval Hondureña.
No obstante, Sánchez quien además es la fundadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), es del criterio que no se tiene que descuidar la tarea de lucha contra la el narcotráfico “las incautaciones de droga en 2018 y 2019 han sido mayor cada año, por eso el reto es que este 2020 haya más droga decomisada que los años anteriores”, acotó.
Estableció que en Gracias a Dios, Colón y Olancho, es la región donde se presenta la más alta incidencia de narcoactividad en el país, donde se forma la ruta del narcotráfico por la proximidad que tienen los tres departamentos “desde ahí se descargan y se trasladan a los puntos fronterizos con Guatemala, Nicaragua y El Salvador, sabiendo que el destino es México y Estados Unidos”.
Cementerio de avionetas
A su juicio si existe un seguimiento de persecución a la narcoactividad aérea y náutica, pero que además hay varios factores que inciden, como los accidentes de las avionetas, al tiempo que asegura que “muchas veces no son accidentes sino que las incineran después de haber descargado la droga, es una práctica de toda la región del narcotráfico, para despistar a las autoridades”.
Según la experta, tras la caída de grandes carteles de la droga en Honduras años atrás, la narcoactividad no se ha detenido en el país por el surgimiento de nuevas células que aprovecharon esos espacios para establecerse en las zonas.
Identificó que en hay varios indicadores que dan muestra de ese fenómeno, entre ellos el aumento o disminución de la producción de hoja de coca en el sur, el número de registros de narco vuelos, las cifras de las toneladas métricas que se incautan, las plantaciones de cultivos de marihuana, son prácticas que tiene un poco más de 20 años.
Recientemente autoridades antinarcóticos de Honduras, indicaron que el sector campesino de país está siendo obligado a sembrar, plantaciones de marihuana como de hoja de coca; al respecto Sánchez analiza que “son tierras fértiles, zonas de difícil acceso para las autoridades, son terrenos dedicadas a la narcoactividad y otras personas son reclutadas por la criminalidad, porque entienden no solo del cultivo sino del procesamiento”.
Además, dijo que otras personas estarían siendo obligadas a transportar esos insumos, a varias zonas del país como para el extranjero. Insistió que no es nada nuevo ya que esa actividad delictiva se viene dando hace 20 años, porque se siguen hallando narco laboratorios, eso lo único que indican es que aquí se procesan y se distribuyen dentro y fuera del país.
“Todas estas modalidades, siguen siendo un reto para las autoridades que persiguen el narcotráfico; Fuerzas Armadas, Policía Nacional y a la agencias antidrogas del país porque esto le obligará a rastrear e identificar donde están las zonas de más producción en Honduras, saber además cómo es que entran esos químicos”, externó Sánchez.
A ello hay que sumarle -dice-, las nuevas modalidades que han surgido de parte de la criminalidad queriéndose aprovechar de la pandemia del COVID-19, como haciéndose pasar que se transportan insumos médicos, a este se le suma “el tema de las Fiscalías que son quienes llevan este tipo de casos, a pesar de que los de gran impacto no los hemos visto ventilados en las cortes nuestras, esto sigue siendo un desafío para Corte de Suprema, Congreso Nacional por la revisión a la leyes”.
Finalmente aseguró que el trasiego de droga en Honduras ha tenido una reducción en su territorio marítimo, pero se ha trasladado en la modalidad aérea, por lo que Sánchez, ve vigente el reto, para la Fuerza Aérea como para la Fuerza Naval “de vigilar el espacio aéreo como marítimo del país, sin que las unidades de investigación descuiden su actividad, porque de ellas depende que las damas autoridades puedan actuar”. JP