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Antesala de la celebración del Día de la Madre: emprendedores de floristería afinan los últimos detalles

Tegucigalpa- Con el segundo domingo de mayo a tan solo pocas horas, los emprendedores dedicados a la floristería viven ya la emoción de lo que para muchos es la temporada más intensa del año. Desde tempranas horas de la mañana y, en algunos casos, trabajando toda la noche, patios, talleres y pequeños locales se convierten en espacios de creatividad y aromas que celebran a las madres hondureñas.

Arreglos para todos los gustos y presupuestos

Entre girasoles radiantes, rosas de intenso aroma y distintos colores y delicadas flores de temporada, los artesanos florales ofrecen composiciones que oscilan entre los 500 y los 900 lempiras oh más si son personalizados o más elaborados, según la complejidad y el tipo de flor.

Sin embargo, también es posible encontrar opciones más económicas: desde un solo tallo cuidadosamente envuelto, hasta pequeños ramos ideales para detalles de último momento.

Para quienes buscan sorprender con algo más elaborado, no faltan los diseños que incorporan globos, peluches y chocolates, así como originales corazones confeccionados con rosas y follaje. “Llevamos dos días sin parar; el volumen de pedidos supera nuestras expectativas”, comenta Ana, propietaria de una floristería en el Bulevar Suyapa de Tegucigalpa.

Ventas dinámicas y destinatarios variados

El bullicio del mercado floral no solo responde al cariño hacia las madres, sino que también refleja el afecto hacia suegras, tías, hermanas y amigas que son madres. Las variedades nacionales complementan a las importadas —especialmente provenientes de Guatemala—, garantizando una oferta diversa y de calidad.

“Cada madre es única, y cada arreglo debe reflejar eso”, señala Javier otro emprendedor en San Pedro Sula. “Hemos aprovechado estas horas antes del Día de la Madre para hacer pruebas de color y texturas, y asegurar entregas puntuales”.

Un día para la reflexión y el agradecimiento

Aunque “todos los días son Día de la Madre”, como suele recordarse entre la población, el segundo domingo de mayo adquiere en Honduras una dimensión especial: un momento para detenerse, reflexionar y agradecer la labor inagotable de las mujeres que son madres.

Así, entre fragancias y colores, los emprendedores florales afinan sus últimos detalles, dispuestos a llevar a cada hogar un pedazo de gratitud y amor en forma de pétalos, aromas y colores.LB

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