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Angustioso llamado de periodista Maldonado a secuestradores de su hijo

Tegucigalpa – El periodista hondureño Eduardo Maldonado hizo hoy un angustioso llamado a los secuestradores de su hijo Luis José, de 16 años de edad, para que se lo devuelvan sano y salvo.
 

Maldonado habló la tarde de este martes con sus colegas de los noticieros que él dirige en una radio y un canal de televisión, a quienes contó su testimonio y angustias que vive él y su familia desde hace 24 días, que hombres armados se llevaron a su hijo desde su casa de habitación en la capital hondureña.

“Quiero pedirle a los secuestradores que ya devuelvan a mi hijo, que me lo entreguen, que lo dejen en un lugar para que él pueda llamar y nosotros como familia podamos irlo a traer”, dijo el comunicador.

“Lo que ellos como secuestradores querían ya lo tienen, repito, lo que ellos querían ya lo tienen, y nosotros estamos realmente pidiéndole a los secuestradores que me devuelvan a mi hijo, que devuelvan la paz a mi hogar, que devuelvan a Luis”, agregó.

Su testimonio a continuación:

… Realmente han pasado 24 días muy difíciles, uno no puede dormir, no puede tener paz, yo he confiado lógicamente en mi Rey, el Padre, es él el que me ha dado fuerzas hasta hoy, poder alto como el águila y quizás por eso me mantengo aún con esta fortaleza, pero como humano también soy sensible y ustedes me comprenderán.

Había decidido no hablar porque a mí lo que me interesa es la vida de mi hijo, mi hijo tiene 16 años y a mi me interesa la vida de él. Es lo que me interesa, la vida de mi hijo.

Yo quiero agradecer a todas las personas no diría 100 ni miles, sino cualquier cantidad de personas que nos han llamado, que nos han acompañado en nuestro hogar, que han estado orando, iglesias desde los Estados Unidos, de España, de Honduras, de Guatemala me han llamado para orar constantemente, este es nuestro camino, orar, porque nosotros hemos entregado a Dios a nuestro hijo, él fue que nos dio a Luis José y él es el que sabe que va a pasar con él. Es difícil tener que aceptar esto, pero a él se lo hemos entregado, a él le hemos dicho Padre, este es tu hijo, es un ungido tuyo y tu sabes que es lo que tienes que hacer con él, y hemos estado yo, mucha gente me ha ofrecido apoyo y yo quiero decirles mi hijo no está en subasta, mi hijo no está más que en mi mente y en mi corazón, en mi esposa Melissa, en mis hermanos, en toda la familia que nos hemos reunido aquí, esto no se lo deseamos a nadie, es algo realmente difícil, es algo realmente no entendible y a nadie. Uno puede recibir el afecto de tanto amigo, las oraciones tienen poder pero la angustia que uno vive realmente es difícil, muy difícil, y yo esta tarde Ariela he llamado para pedirle a los secuestrados, como lo hemos hecho en otros casos, ustedes lo saben, lo hemos hecho pro otras familias, que ya devuelvan a mi hijo, que me lo entreguen, que lo dejen en un lugar para que él pueda llamar y nosotros como familia podamos irlo a traer.

Lo que ellos como secuestradores querían ya lo tienen, repito, lo que ellos querían ya lo tienen, y nosotros estamos realmente pidiéndole a los secuestradores que me devuelvan a mi hijo, que devuelvan la paz a mi hogar, que devuelvan a Luis porque han tocado a un hijo de Dios y no les corresponde a ellos, por favor, donde estén, y a mi hijo si él escuchara, que tenga fuerza, que no tenga miedo, que quizás ya lo dejaron solo y él cree que ellos están allí con él, quizás los secuestradores o los que lo cuidan, quizás él cree que todavía están ahí con él y quizás ya no están ahí, que no tenga miedo, que salga, que salga, que Dios lo ama, que Dios lo quiere.

Nosotros hemos hecho un trabajo limpio, lo que hacemos es servir, como comunicadores tenemos opiniones que a unos les agradan lo que decimos pero a otros también entendemos les afecta, pero eso es parte de la democracia en nuestro país.

Pero yo quiero pedirle, insisto, de manera especial, a nombre de mi esposa, de mi madre, de mis hermanos, de mis hijos, de mis compañeros de trabajo, de todos los que han estado orando, a los secuestradores, ya es tiempo, que lo dejen en algún lugar, nosotros no estamos interesados en saber quienes son, los hemos perdonado de ante mano, no hemos querido intervención de nadie, a nosotros se nos ha ofrecido muchas cosas, muchas cosas, queremos agradecerle hasta el propio embajador de los estados Unidos, Hugo Llorens, que nos ofreció agentes del FBI, pero le dijimos no, estamos en un proceso de negociación con esta gente y queremos llegar a un acuerdo, como en efecto, porque a mi me interesa no quien sea el responsable o quienes tramaron esto para sacarnos del esquema, para hacernos estos daños o no se que pretenden, yo desde lo más profundo de mi corazón, ustedes me conocen, he sido una persona que tengo carácter, fortaleza, no me gusta lo blandengue, pero tengo un corazón grande para servir y para ayudar a las personas, en mi mente no hay ningún pensamiento perverso para nadie, contra nadie, y a mi no me interesa quienes sean, quienes hayan sido, quien les haya pagado, no me interesa nada, solo me interesa la vida de mi hijo, que regrese él a su casa, que venga, que aquí lo esperamos, que nos digan donde está para irlo a traer, así como nosotros necesitamos de él, él necesita de nosotros, Luis es un hijo obediente, cariñoso, respetuoso, un niño con una buena crianza, me imagino que a esta altura ha estado hablando de lo bueno que es Dios con ellos. Quiero insistir, en otros tiempos, en otros momentos, hemos ayudado a un montón de gente y hoy queremos pedirle que si usted siente una oración de corazón, hágala, yo he recibido correos de personas que han ayunado una persona, ayunado 15 días, nosotros mismos hemos estado en ayuno y sabemos que Dios va a responder, y estamos decididos a aceptar lo que Dios quiera no lo que nosotros queremos, pero como humanos ustedes nos comprenderán, hay angustias, hay nervios, preocupaciones; he querido tomar fuerza para ir a mis trabajos pero se me hace imposible, es muy difícil para mi estar frente a una pantalla o frente a un micrófono y sabiendo que un hijo mío está secuestrado, pero estoy tomando valor para hacerlo porque no tengo porqué estarme escondiendo, no tengo porqué estar pensando en lo peor, no pensando en lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, que es cada día pulirnos más, porque él tiene un propósito con nosotros, pero insisto a los secuestradores, nada contra ellos y no por miedo, sino porque ese es nuestro sentimiento, esa es nuestra decisión.

Dios tiene propósitos, estamos seguro, en la vida de cada uno de nosotros y todo este proceso lo aceptamos con estoicismo, no nos estamos corriendo, hemos leído el Libro de Job, ¿quién era Job? Y hemos entendido que hemos entrado nosotros a ese proceso, pero sí esta tarde quiero pedirle a los secuestradores que por favor me devuelvan hoy a mi hijo, lo que ellos querían ya lo tienen y no entendemos porque entonces no permiten que nuestro hijo llegue a nuestro hogar. Estamos angustiados, estamos tristes, pero confiando en el Rey, él es el que manda, él es el que tiene el control, él es el que nos ha dado fuerza a todos los que estamos viviendo estos momentos difíciles.

Una situación de estas no se le puede desear a nadie, a nadie, a nadie; ahora los secuestradores secuestran a personas intermedias porque quizás al que tiene excesos de recursos puede andar una flota de guardaespaldas atrás o delante de sus vehículos, puede andar con carros blindados y tiene extremas medidas de seguridad. Yo me he hecho esa pregunta ¿porqué hacer esto con personas que luchamos? Si lo que hacemos es el bien, pero también lo aceptamos, no estamos renegando, pero realmente creo que 24 días es suficiente, hemos pasado este fuego, no nos hemos quemado pero a quienes tienen a Luis José desde lo más profundo de mi corazón que Dios los bendiga y que Dios les de la oportunidad, y estoy segura que así lo hará, de que un día cambien su vida.

Lo mejor es dedicarse a hacer el bien, reitero, si ustedes tienen hijos, secuestradores, entiendan el dolor de mi esposa Melissa y el mío y el de sus hermanos, son 24 noches donde el día es largo y la noche es extremadamente larga, se crea una psicosis, paranoia, estar pendiente de un timbre a ver a que horas llega ese ser querido de uno y yo quiero pedirle a todos mis amigos que me excusen porque sé que muchos han querido venir a mi casa, como en efecto vinieron un montón, les pido que me excusen pero no podemos estar en medio de tantas personas porque a veces el estar orando uno, estar leyendo le fortalece, pero si agradecemos todas esas llamadas, todos esos mensajes, a los pastores de nuestra iglesia, al pastor Roberto Ventura, al pastor Calixto Ramos, al pastor Rigoberto Núñez que ha estado conmigo desde el momento que se dio este hecho hasta hoy dándonos palabras, recibiendo la palabra porque Dios no miente, nosotros hemos entregado a mi hijo a Dios, a él se lo hemos entregado y él sabe que es lo que va a hacer, pero como humano, como terrenal le estamos pidiendo a los secuestradores en el nombre de Jehová que nos devuelvan sano y salvo a nuestro hijo, por favor, se los pide un hombre que tiene convicción clara de que Dios cambia y Dios transforma y nadie puede estar exento de esto porque ahora en la situación de delincuencia que vivimos en el país casi es pecado tener una casa, tener algunos dos carros y tener que comer y tener un salario, porque nosotros eso es lo que tenemos un salario, si no trabajamos no comemos, si no tenemos para pagar los espacios pues viene una cuchilla y nos sacan del aire, pero yo quiero decirles a quienes creen que eso va a ser posible en nuestras vidas que eso no lo van a lograr porque nosotros somos hijos de un rey, Dios nos va a sacar delante de esto, pase lo que pase Dios va a proclamar victoria en la vida de cada uno de nosotros.

Yo quiero agradecer a ustedes porque han tenido los programas en ese nivel de audiencia, permitiendo que la gente participe, y agradecer a todas las personas que nos llaman y pidiéndoles disculpas a todos aquellos que nos llaman y no han podido hablar conmigo, pero deberán de entender que todos los teléfonos que habían en nuestra casa también se los llevaron y aquí estamos parados, lloramos porque sentimos que es lo mejor que nos puede pasar en nuestros cuerpos, que es lo mejor que nos puede fortalecer esta tarde, en estas horas de angustia, en estas horas de dificultad, pero sabiendo que vienen tiempos mejores, que habrá gozo, que habrá espiritualidad y que como águilas volaremos alto, que seremos vencedores al final de todo esto, vivimos en un país donde parece que es no4rmal que secuestren a la gente y que la respuesta sea que por salvar vida de la persona no hay que hacer nada, Honduras ocupa autoridades que sientan, que sean sensibles a los problemas de los demás y autoridades que no solo se fijen en si éste es verde, si este es azul o si este es rojo o este es amarillo o si este es camiseta blanca o si este es de la resistencia, todos somos hondureños, todos vivimos en este precioso país y todos queremos lo mejor no para unos pocos sino para todos los hondureños. Así es que muchas gracias, espero tener noticias positivas pronto, quiero decirle a mi hijo Luis que observe a su alrededor, si siente que ya no hay nadie donde lo han tenido, se venga, que busque próximo algún teléfono, alguien le va a ayudar, hay ángeles cuidándolo él está rodeado de ángeles. Te estamos esperando Luis.

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