La actividad tiene como propósito destruir los criaderos del zancudo transmisor del dengue y limpiar el cauce para evitar inundaciones.
El alcalde Ricardo Álvarez dijo que la canalización de los principales ríos y quebradas que atraviesan la capital es parte de las medidas de la municipalidad para continuar su guerra contra el dengue y las inundaciones que afectan el Distrito Central.
El dragado y canalización de las cuencas viene a contribuir en la lucha contra el dengue ya que al remover los escombros de las orillas de las cuencas se eliminan los criaderos de zancudos que se acumulan en estos puntos, declaró.
Informó que dentro del presupuesto de la municipalidad este año se designaron 25 millones de lempiras para estas acciones que se realizaran tres veces en diferentes puntos entre ellos los ríos Choluteca, Chiquito y Guacerique, las quebradas Agua Salada, El Bambú, El Cacao y El Sapo.
Contrarrestar la vulnerabilidad
Además estas acciones funcionan como medidas preventivas para miles de familias que habitan en las orillas de los ríos y quebradas por lo que están expuestas a ser víctimas de fenómenos naturales, en especial de inundaciones y deslizamientos de tierra, mencionó.
Como parte de las obras de mitigación en el barrio Morazán el alcalde anunció que ya se esta trabajando en el proceso de licitación para la construcción de una caja puente que vendrá a reducir el riesgo en la temporada de lluvias.
La limpieza de La Orejona comprende parte de la segunda etapa de dragados de ríos y quebradas, ya que durante el mes de abril la comuna removió los escombros, basura y sedimentos de más de 30 kilómetros de cuencas que atraviesan la ciudad.
El dragado y canalización de los ríos y quebradas de la ciudad, se efectúa por quinto año consecutivo a partir del mes de abril, con el fin de aprovechar la temporada seca para su ejecución, sin embargo los trabajos en este sentido continuarán cuando la situación lo amerite, durante toda la estación lluviosa.
La canalización consistirá en excavar y remover el material, colocándolo en las riveras para conformar una superficie hidráulica y de esta forma asegurar una rápida descarga evitando la erosión en los costados de muros y taludes de los ríos y quebradas.
Los recursos que destinan las autoridades municipales para llevar a cabo esta labor, provienen de las recaudaciones que pagan los capitalinos en concepto de impuestos.
