Tegucigalpa – Posponer las elecciones, abortar su asamblea y aceptar que fricciones a lo interno dan para escribir un libro, no son síntomas de buena salud para la Alianza Opositora que, a más de un mes para las elecciones, acepta que cabildeó en Washington su aplazamiento, en un mensaje que solo genera dudas al electorado sobre la certeza o no del triunfo.
Primero, el presidenciable de la Alianza Opositora, Salvador Nasralla, dijo que convocaba a una asamblea el 30 de septiembre a las bases para analizar cuál sería el rumbo que tomarían de cara a las elecciones. Pero cuando éste se fue en una gira de cabildeos a Washington, el coordinador de la Alianza, el ex presidente Manuel Zelaya, anunció la cancelación de la asamblea.
Mel Zelaya.Manuel Zelaya dio dos justificaciones para haber tomado la decisión: cuestiones climáticas y fricciones a lo interno de la Alianza, en especial en el departamento de Cortés, donde la militancia de Libre -uno de los partidos que conforman la Alianza- no termina de aceptar a Nasralla y se muestran incómodos porque pide el voto para Fátima Mena a la alcaldía de San Pedro Sula, en el marco de una candidatura independiente. También pide el voto para los diputados del PINU/SD que antes fueron del PAC, el partido que él fundó y del cual quedó fuera.
El expresidente Zelaya dijo que esas fricciones, más el anuncio de lluvias para esa fecha, impedían que se concretizara la asamblea. Luego aceptó que las divergencias eran tantas que hasta podía escribir un libro al respecto.
No había terminado el expresidente Zelaya de hacer ese anuncio, cuando desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE), sus magistrados, al término de una reunión del Grupo Consultivo, informaban del rechazo unánime a una petición de Libre de posponer las elecciones generales del 26 de noviembre.
Los magistrados indicaron que la petición no tuvo acogida en el seno del Consejo Consultivo y del TSE porque ya la Constitución manda los plazos para las elecciones y éstas solo pueden ser pospuestas en casos excepcionales como catástrofes naturales, por ejemplo.
Extraoficialmente trascendió que Libre aspiraba a suspender las elecciones por tres meses. La propuesta la hizo el ex canciller hondureño y representante de Libre en el Consejo Consultivo, Ernesto Paz Aguilar, quien negó tal extremo y dijo que lo que hubo fue la exposición de “ejemplos” como el caso de Haití, donde fueron postergadas.
Nasralla confirma intención de aplazar comicios
Pero el magistrado presidente del TSE, David Matamoros, se mostró sorprendido por la capacidad de Ernesto Paz en decir que no propuso lo que propuso. “Ahí están las actas, claro que lo propusieron”, dijo el magistrado.
El excanciller hondureño Paz quiso tirar esa pelota al Partido Nacional, en el poder, al insinuar que estaría desinformando al respecto con propósitos desconocidos. Libre no quería aceptar que dentro de sus escenarios contemplaba el aplazamiento de las elecciones generales.
Nasralla con la congresista Jan Schakowsky en Washington.
Fue Salvador Nasralla, el candidato de la Alianza, quien puso la tapa al pomo, al declarar a su regreso de la gira por Washington, que no “descartaban” que el imperio pidiera la posposición de las elecciones por problemas en el censo electoral, porque no se aprobó la huella dactilar y porque necesitaban tiempo para instalar un sistema paralelo por parte de la comunidad internacional para monitorear los resultados electorales. Esos fueron los argumentos de Nasralla, confirmando así que no solo Libre, sino que la Alianza Opositora cabildea porque no se realicen las elecciones.
“Estados Unidos vio que no todo estaba montado para hacer elecciones limpias, pusimos las cartas sobre la mesa, les mostramos las pruebas del fraude electoral. Incluso hablando con la gente de Estados Unidos existe la posibilidad que pidan la suspensión de las elecciones”, dijo Nasralla.
En menos de dos semanas, las posiciones de la Alianza Opositora parecen ir al vaivén de un huracán que desconcierta no solo a sus seguidores, también a los potenciales electores. ¿Qué lleva a la Alianza tan cerca de las elecciones a querer posponerlas? ¿Qué tan fuertes son esas fricciones?
El candidato de la Alianza en sus giras políticas.
Edgardo Castro, diputado de Libre por Cortés, ha mostrado su incomodidad con Nasralla por no considerar a la gente del partido ni en sus discursos, ni en sus programas ni en sus concentraciones. La solitaria comparecencia de Nasralla en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés para presentar su plan de gobierno, fue otro factor generador de discordia.
El coordinador de la Alianza, Manuel Zelaya, posteó en su red social de Twitter que desconocía esa invitación porque no le fue comunicada a la coordinación. Nasralla se hizo presentar a la misma con parte de su equipo en la sombra y llegó Fátima Mena, candidata independiente a la municipalidad sampedrana dentro del equipo de Nasralla. La dirigencia de Libre en Cortés estalló.
Gilberto Ríos, uno de los miembros más cercanos a los círculos de poder en Libre, aceptó que podían existir discrepancias entre Manuel Zelaya y Salvador Nasralla, porque son dos personajes con una personalidad fuerte, pero “ello no pondrá en peligro la Alianza, estamos unidos y vamos a ganar las elecciones”, acotó.
Nasralla también negó discrepancias con Manuel Zelaya, “hablo todos los días con él, no tengo problemas”, dijo.
Marlon Lara sube el tono
Para poner la cereza al pastel, llega al escenario de la Alianza, el aspirante liberal a la alcaldía de San Pedro Sula, Marlon Lara, a anunciar que está en acercamientos con Libre y la Alianza para sacar un candidato único a la municipalidad que pueda ganarle al actual edil, Armando Calidonio.
Lara habla así de una candidatura única de oposición -liberales y la Alianza- y que las conversaciones están bien avanzadas con el coordinador de la Alianza, Manuel Zelaya y el mismo Salvador Nasralla. Marlon Lara insinúa incluso que el ungido de esa candidatura sería su persona.
Pero Nasralla estalla y niega que exista ese acercamiento a ese nivel. Desautoriza a Marlon Lara, dijo que se había platicado hace tiempo, pero “Marlon no será el candidato de la Alianza, pero si se quiere unir, bienvenido sea”.
Para tranquilizar las aguas en su gira del pasado fin de semana, Salvador Nasralla, hizo un guiño a sus correligionarios de Libertad y Refundación al pedir el voto en plancha para Libre y para el PINU. Pero aun los acercamientos con la dirigencia de Libre en Cortés y en otras zonas donde hay malestar entre las bases no terminan de concretarse.
En las últimas horas y como si la cronología de desencuentros y contradicciones fuera corta, el coordinador de la Alianza, Manuel Zelaya dijo a Luis Zelaya que si estuvieran unidos serían mayoría y tendrían la oportunidad de derrotar al partido Nacional, en lo que podría interpretarse como una franca y anticipada aceptación de derrota al tiempo de lamentar que los liberales no aceptaran unirse a su fuerza política cuando él se los propuso.
Aparece la canción
La Alianza ha querido bajar la intensidad de sus fricciones internas, anunció la llegada de Hortensia Zelaya, “La Pichu” para sumarse al buró de la campaña y estrategia de Nasralla.
También presentaron la canción de la Alianza, en donde llaman al líder: “Salvador/ Salvador/ te llevo en el corazón…Salvador/Salvador, Honduras es tu misión…La patria está por florecer/ Libre y PINU es la alianza al poder…Salvador/ Salvador/ enemigo de la corrupción”. Y por ahí va la tonada con salutaciones a Mel Zelaya, Xiomara Castro, Guillermo Valle y Belinda Martínez. La apuesta de sus estrategas es hacer de esta tonada el elixir que mejore la salud de una Alianza que busca sellar sus fragmentos.
