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Alertan del alza de suicidios de migrantes en España, especialmente en mujeres jóvenes

Madrid – Los suicidios entre la población migrante en España crecieron un 38 % en los últimos cinco años, con tasas más elevadas que la media del país y especialmente altas entre las mujeres extranjeras de entre 15 y 29 años, según un estudio presentado este jueves llamado ‘Suicidio y migración’.

El estudio está basado en entrevistas a 351 personas de origen migrante, el 87 % de ellas originarias de Latinoamérica, con predominio de población femenina (el 70 por ciento del total) y edades entre los 18 y 76 años, si bien más de la mitad de la muestra (56 %) tenía menos de 40 años.

Del resto de entrevistados, el 8,7 % proviene de África, mientras que la presencia de personas de Europa del Este y Oriente Medio es considerablemente menor.

Para el informe, elaborado por la ONG Diaconía con el apoyo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, partieron de algunos datos, como que 23 de cada 1,000 muertes de personas migrantes fueron en 2022 por suicidio, frente las 8 por cada 1,000 en la población española.

Además, el 40 % de los inmigrantes que se quitaron la vida eran jóvenes de entre 15 y 29 años, mientras que en la población española ese porcentaje fue del 16 %.

La tasa de suicidio más alta se produce entre las personas desempleadas (15,21 %) y, si se analiza la ocupación, los trabajadores que tienen tasas más altas son los del sector agrícola (12,5 % ), de la industria manufacturera (8,5 %) y personas vinculadas a ocupaciones elementales (8,4 %).

Son sectores que «suelen caracterizarse por la precariedad laboral, exigencias de esfuerzo físico y la falta de estabilidad económica, lo que genera un entorno de mayor vulnerabilidad», recalcan los autores.

Las entrevistas permitieron a los investigadores detectar los factores de riesgo para esas conductas suicidas.

En cuanto a las variables sociodemográficas, las personas sin vínculo de pareja y las que trabajan en puestos menos cualificados que su nivel educativo mostraron un nivel más alto de conducta autolítica (autolesiones).

Respecto a la situación sentimental, un 86 % del total de las personas solteras reflejaron un nivel de riesgo moderado (63 %) y alto (23 %).

Aproximadamente 4 de cada 10 personas migrantes con riesgo alto cuenta con estudios universitarios. De ellas, el 35 % está desempleada y de las que trabajan, el 30 % lo hace en sectores para los cuales están sobrecalificadas (hostelería, limpieza/cuidados o almacén), en tanto que el 52 % tiene condiciones inestables de empleo (sin contrato o temporales).

Asimismo, el informe recalca el mayor riesgo de suicidio en las personas que dejaron su país para evitar situaciones de conflicto, inseguridad y violencia.

También es alto el riesgo de quitarse la vida en el 67 % de los que sufrieron algún tipo de accidente durante el trayecto a España, así como quienes fueron detenidos en países de tránsito y quienes llegaron en condiciones de irregularidad.

Un resultado «de impacto», subraya el informe, es que siete de cada 10 personas de riesgo alto percibieron «constante resistencia por parte de la sociedad de acogida». EFE

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