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Alejados de los aliados y rechazados por la izquierda

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Tegucigalpa – La política exterior del presidente Manuel Zelaya, de alejarse del norte estadounidense e inclinarse por los gobiernos de izquierda y del sur sufrió un traspié en Cuba, cuando ni siquiera ha llegado a la mitad de su mandato.
 

  • La política exterior de Manuel Zelaya sufre traspiés en Cuba, ya que no fue aceptado como parte del bloque anti Washington
  • La paradoja es que George Bush lo recibió dos veces y Fidel Castro se limitó a una conversación telefónica
  • El lobby político del Poder Ciudadano fracasó pese a que la presidenta del partido Liberal se trasladó a La Habana días antes de la llegada del presidente y su comitiva.
  • La errática política exterior se mantiene y su equipo de colaboradores es incapaz de influenciar al mandatario

Mientras Zelaya y su cerrado entorno de colaboradores, conocidos popularmente como los “patricios”, se empeñaron en modificar la política exterior y alejarla de Estados Unidos y otros aliados tradicionales, para acercarla a Cuba, Venezuela y Nicaragua del sandinista Daniel Ortega, se han enterado que no cuentan ni con el peso, la tradición y las credenciales para ser aceptados en el círculo de gobiernos populistas y anti Washington.

El viaje de Zelaya y su “mega delegación” a Cuba con el propósito de recibir el certificado que los acreditara independientes de Estados Unidos y aliados del nuevo bloque latinoamericano, sufrió un primer revés cuando La Habana les comunicó su negativa a suscribir el tratado de límites marítimos, ya que debían estudiar los alcances del fallo emitido un día antes por la Corte Internacional de Justicia en La Haya , Holanda en cuanto al diferendo Honduras-Nicaragua.

Pese al revés, los “patricios” y su jefe aún albergaban la esperanza de ser recibidos por el presidente Fidel Castro, lo que equivaldría a obtener la certificación del patriarca de la izquierda latinoamericana, pero tampoco obtuvieron ese logró político y lo único que recibieron fue una llamada telefónica del convaleciente gobernante cubano.


El mismo “Mel” Zelaya informó del dialogo telefónico por media hora e indicó que la salud del gobernante cubano era adecuado y que podía dar fe de la misma.

Lo que nunca entendieron, antes y durante el viaje a Cuba, es que la dirigencia cubana tiene sus propios intereses de gobierno y no van a cambiar su estrechos contactos partidarios con los sandinistas de Nicaragua y el FMLN de El Salvador, forjados desde hace más de 30 años, por un recién llegado y el cual no tiene perspectivas de mantenerse en el poder, ya que incluso en su partido Liberal comienza a ser resistido por los dirigentes tradicionales.

La entrevista personal con Fidel en la actualidad es una especie de premio o reconocimiento que concede Cuba a sus principales socios o figuras destacadas internacionales.

Hugo Chávez lo ve cada vez que va a Cuba por el envío diario de más de 90,000 barriles diarios de petróleo venezolano, Evo Morales es una figura tradicional y Daniel Ortega es una especie de hijo político de Fidel.

Martín Torrijos de Panamá ha sido el tradicional socio de Cuba, aún en la dura época del aislamiento cubano en Latinoamérica, además de ser el retoño del legendario Omar Torrijos, que lideró la lucha para concretar el retorno del Canal de Panamá a la soberanía del país.

Zelaya y su entorno no exhiben ninguna credencial que esté a la altura de los anteriores.

Bush

La paradoja de “Mel” Zelaya y su equipo exterior es que ha sido recibido por el presidente estadounidense George Bush en dos ocasiones, la primera en la Casa Blanca y la segunda en Nueva York, además por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y en cada encuentro ha insistido en mostrar una actitud entre confrontación y alejamiento a Washington, más que a independencia política.


A pesar del interés de Washington de mantener a Honduras en el grupo de naciones que están bajo su paraguas, “Mel” y su equipo han enviado mensajes claros y fuertes que no simpatizan con la idea de mantener al país en el bloque tradicional de ser socios de Estados Unidos.

Incluso adoptó políticas económicas internas como un mensaje a Washington como eliminar a las transnacionales de combustibles en la importación de carburantes, para lo cual llamó a una licitación internacional con la esperanza que PDVSA de Venezuela ganará la misma, pero se enfrentó a la realidad que no pudo desanclarse del mercado mundial del petróleo.

Incluso criticó que las remesas no son un beneficio adicional y las llamó “espejitos” modernos, estableciendo una comparación con la llegada de los conquistadores españoles a América y donde cambiaban espejos por monedas de oro.

Pero Zelaya no sólo buscó alejarse de Estados Unidos, el principal socio comercial hondureño, sino que la emprendió contra la Unión Europea , a quien critica por lo que llama un falso comercio libre, tal como lo señaló en su intervención ante la asamblea general de las Naciones Unidas en septiembre pasado en Nueva York.

Asimismo, en Centroamérica ha privilegiado su relación con Nicaragua, a expensas de los demás países, en especial Guatemala y El Salvador.

De todo lo anterior, su equipo de política exterior no ha sido capaz de hacerle entender que la política de Estado de Honduras ha sido mantener una relación estrecha con Estados Unidos, la Unión Europea y Centroamérica, mientras se buscan nuevos socios comerciales.

Al contrario, Zelaya ha designado embajadores sin tradición diplomática en naciones sensibles para los intereses hondureños.

Futuro

Pero a “Mel” y su equipo de política exterior le quedan todavía más de dos años de mandato presidencial y pueden reorientar su errática política exterior, volviéndola a alinear a los postulados tradicionales o continúan con la misma y el país queda aislado de sus socios tradicionales.

El asunto es que hasta la fecha Zelaya ha demostrado que no escucha las críticas y consejos de las demás personas, por lo que la incertidumbre continuará en la política exterior.

Galería de fotos
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El comandante Fidel Castro recibe a su par venezolano, Hugo Chávez, todas las veces que éste visita la isla caribeña, viajes que son frecuentes.
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El dignatario boliviano, Evo Morales, también forma parte de los presidentes «privilegiados» que son recibidos personalmente por Fidel Castro.
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Daniel Ortega, gobernante de Nicaragua, es en Centroamérica el consetido de Fidel Castro.
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Martín Torrijos tiene la tradición emblemática de su padre, Omar Torrijos, lo que le ha valido una permanente y cordial acogida del régimen castrista.
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Esta imagen publicada por Honduras This Week, tomada en La Habana, recoge la histórica reunión entre el ex presidente hondureño Carlos Flores y Fidel Castro en 1999.
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