Londres – El tiempo se le acaba y el Manchester United, a poco más de una semana, aún no ha dado salida a cuatro jugadores con los que no cuenta: Jadon Sancho, Alejandro Garnacho, Tyrell Malacia y Antony.
Rúben Amorim, técnico de los ‘Red Devils’, ya ha dejado claro que no cuenta con ninguno de ellos y ni entraron en la convocatoria para el debut contra el Arsenal ni estarán este domingo contra el Fulham.
«Sé que no es bueno tener a jugadores en esta situación, pero está claro que quieren jugar en un club diferente. Estamos tratando de trabajar en todo para que ambas partes sea felices. Entreno con los que creo que van a ser el futuro de este equipo y los otros se entrenan para su próximo capítulo», dijo Amorim este viernes en rueda de prensa.
En el caso de Antony, el jugador quiere volver al Real Betis, donde ya estuvo cedido la temporada pasada, pero el United tiene unas pretensiones económicas que distan mucho de las que los españoles están dispuestas a pagar. El United pagó 95 millones por el brasileño en 2022 y quieren perder el mínimo dinero posible.
Un caso parecido vive Sancho, al que el Chelsea rechazó tras la cesión de la temporada pasada, con los ‘Blues’ pagando 5 millones de multa por no aceptar la cláusula de compra obligatoria. El inglés, fichado en 2021 por 85 millones, rechazó irse al Besiktas y el Roma no parece querer pagarle su sueldo astronómico.
Garnacho está determinado en ir al Chelsea, pero los ‘Blues’ tienen que cuadrar su balance de gastos en esta ventana veraniega y en estos momentos, tras la venta de Renato Veiga al Villarreal, están en -25 millones. Si no lo cuadran, se enfrentarán a una sanción de la UEFA. El United quiere 50 millones por un jugador que computa como canterano, por lo que contabilizará como beneficio puro de cara al ‘fair play’ financiero.
El que peor mercado tiene es Malacia, que llegó al United en 2022 por 15 millones, pero debido a las lesiones solo ha podido disputar 47 partidos entre todas las competiciones. EFE