El estallido de un artefacto en una calle de la localidad de Al Madaen, unos 20 kilómetros al sur de la capital iraquí, mató a tres civiles e hirió a otros seis, precisaron las fuentes.
La explosión de una bomba al paso de un vehículo, en el que se trasladaban miembros de la milicia «Consejos de Salvación», causó la muerte a tres de ellos e hirió a otros tres, en la localidad de Al Tarmiya, al norte de Bagdad. Esa milicia suní ayuda al Gobierno en su lucha contra los combatientes de Al Qaeda en las provincias de mayoría suní, del norte y oeste de Irak.
Las mismas fuentes revelaron que una persona perdió la vida y otras nueve resultaron heridas en un atentado con explosivos cerca de una mezquita suní, en el área de Al Sayedia, en el suroeste de Bagdad.
La detonación de otro artefacto cerca de otra mezquita suní en la zona de Abu Greib, al oeste de la capital, mató a un civil e hirió a otros cuatro, mientras que un médico perdió la vida por el estallido de una bomba lapa colocada en su coche en el barrio Al Azamiya.
Por otro lado, unos desconocidos asesinaron a tiros a un teniente coronel de la Policía frente a su casa, en el área de Al Amiriya, en el oeste de Bagdad.
Esos ataques se producen un día después de que al menos 44 personas murieran en actos de violencia en Irak, de las que una treintena perdió la vida por la explosión de un coche bomba en un mercado de la provincia de Diyala, en el este del país.
La violencia sectaria y el terrorismo han aumentado en Irak con frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad y la comunidad chií.
Según los datos de la misión de la ONU en Irak (UNAMI) y el Gobierno iraquí, cerca de un millar de personas murieron en actos violentos durante el pasado octubre, uno de los meses más mortíferos de los últimos cinco años.
