El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que al menos quince personas fallecieron, entre ellas dos menores y dos mujeres, por un ataque aéreo de la aviación gubernamental contra el barrio de Shaar de esa localidad.
Un hombre perdió la vida por el impacto de dos proyectiles de mortero, disparados por los leales a Al Asad, en el barrio de Al Sukari, también en Alepo.
Mientras, en las poblaciones de Nabel y de Zahra, en la periferia de esa ciudad, al menos dos ciudadanos alauíes, secta chií a la que pertenece el presidente, perdieron la vida por la caída de varios cohetes lanzados por los combatientes opositores.
El domingo pasado, al menos 76 personas, entre ellas 28 menores, murieron en bombardeos del régimen contra varios distritos de Alepo.
Esta localidad fue blanco de una gran ofensiva de los insurgentes a finales de julio de 2012 y de otras operaciones importantes posteriores, lo que les permitió dominar amplias áreas, aunque no lograron hacerse con el control total de esta urbe.
Según la ONU, más de 100.000 personas han perecido en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, cifra que el Observatorio elevó recientemente a más de 125.000 fallecidos.