La operación de esta red de tráfico de llamadas telefónicas quedó al descubierto cuando varios usuarios del servicio de telefonía fija denunciaron hoy que en los últimos meses sus recibos de pago fueron cargados con cuentas que van desde 20,000 hasta 30,000 y 40,000 lempiras por llamadas a celulares y a diferentes partes del mundo que no hicieron.
Una fuente de Hondutel confirmó que las denuncias de los usuarios sobre estos altos cargos se vienen recibiendo desde noviembre del año pasado y a la fecha se han procesado entre 30 y 40 reclamos de la misma naturaleza, lo que pone en evidencia la forma de operar de este grupo de presuntos empleados y personas ajenas a la institución.
La información establece que muchos de los afectados interpusieron sus respectivos reclamos ante las oficinas de atención al cliente de Hondutel y pidieron el bloqueo del servicio de llamadas celulares e internacionales, pero al final del mes les siguieron cargando llamadas al exterior que no hicieron, lo que hace suponer que desde la institución opera esta red.
Los reclamos son más comunes en las líneas telefónicas que comienzan con los números 237, 238, 228, 239 que corresponden a las colonias El Prado, La Granja, La Humuya, Miraflores, Las Colinas, Edificio Midence Soto en el centro de la ciudad y zonas aledañas, que tienen cierta capacidad económica y de pago.
La fuente indicó que existe la posibilidad que personas que laboran desde la propia Hondutel trabajan en contubernio con personas de afuera de la institución, con quienes realizan este tipo de actividad ilícita que consiste en “vender” las llamadas a personas que se las solicitan y luego las cargan a los abonados para justificar las mismas.
Se abrirá investigación
El fiscal de Defensa del Consumidor, Luis Navas, indicó que estas anomalías no son nuevas en Hondutel y que el Ministerio Público recibe a diario denuncias de decenas de usuarios que son afectados a través de este tipo de operaciones ilegales e indicó que las mismas son sometidas a un proceso de investigación.
Indicó que el órgano regulador de este sector es la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) que es la que dictamina al final si los cobros exorbitantes aplicados a los usuarios proceden o no, principalmente cuando se trata de este tipo de denuncias.
Explicó que la Fiscalía de Defensa del Consumidor recibe las denuncias y las mismas son investigadas en Hondutel, pero si el informe no es satisfactorio o no desvirtúa el exagerado cobro, entonces se pide un dictamen a la Conatel y en algunos casos se solicita el apoyo de personal técnico y de otras instituciones conocedoras del tema.
“Siempre hay denuncias por diferentes razones y generalmente es por valores y llamadas que el afectado dice no haber hecho y que desconoce el lugar que se llamó, sin embargo, puede ser que en algunas ocasiones alguien hizo la llamada sin que el titular de la línea se haya dado cuenta, pero se comprueba con investigaciones técnicas y de campo”, dijo.
El fiscal indicó que las personas que se dedican a esta ilícita actividad pueden operar desde la red o las líneas telefónicas públicas, las cajas o desde la misma central telefónica en donde se activa la llamada y se carga a un usuario cualquiera. “para esto es importante hacer el rastreo de las llamadas para determinar si el cliente u otra persona hizo uso de la línea”.
Navas dijo que de inmediato se aperturará una investigación para determinar la posible colusión de empleados de Hondutel o de otras personas que no están dentro de la institución para efecto de deducir responsabilidades penales.
Tráfico negro
Al respecto, el gerente de Hondutel, Jorge Rosa, reconoció que este tipo de actividad ilegal se viene dando desde hace algún tiempo, pero negó que empleados de la institución estén involucrados en ello, sino que es realizado por delincuentes que intervienen las cajas o las líneas telefónicas que se localizan en los postes del alumbrado público.
“Nosotros estamos llamando a esta actividad tráfico negro porque no utilizan líneas libres sino que líneas de algunos usuarios, eso está pasando en la ciudad de San Pedro Sula y hasta ahora está empezando a realizarse en Tegucigalpa”, reveló.
Rosa apuntó que este problema es preocupante porque afecta a miles de clientes de la empresa y por eso han iniciado pláticas con el sindicato de Hondutel para combatirlo en forma conjunta e incluso están recibiendo el apoyo de los trabajadores de la empresa para investigarlo y dar con los responsables.
“Ya hemos ido a algunas plantas, ya de hecho hemos descubierto algunos puntos con la ayuda del sindicato de trabajadores de la empresa y las hemos estado cerrando y cancelando, obviamente cuando se utilizan líneas de los usuarios de Hondutel, los recibos salen con estos cargos y no podemos desvanecerlos de inmediato, ya que requiere de cierto procedimiento”, apuntó.
El funcionario pidió a la ciudadanía que tiene este tipo de problemas que inmediatamente presenten la denuncia a las autoridades de la empresa porque “es la mejor forma de comprobar que se está realizando tráfico ilícito a través de nuestras líneas”.
Agregó que en estos casos el cliente no está en la obligación de pagar los cargos que se le acreditan en su recibe y mayormente cuando se trata de cantidades inusuales o que nunca han registrado en sus recibos.
Hasta mediados del año pasado, Hondutel registraba alrededor de 540 mil abonados a nivel nacional para el servicio de telefonía fija y el plan para finales del 2008 era alcanzar los 750 mil clientes, es decir, vender 210 mil nuevos teléfonos fijos a nivel nacional.
La empresa cuenta con 25 mil clientes de telefonía celular, pero planifica alcanzar 300 mil abonados con la expansión del servicio a las ciudades de Siguatepeque, Comayagua, Choloma, Puerto Cortés, La Lima, Juticalpa, Catacamas y Choluteca.
Hondutel es la empresa más rentable del estado hondureño y, según cifras de la misma institución, en los últimos años transfirió al gobierno central alrededor de 2,500 millones de lempiras, pero desde que terminó la exclusividad en el servicio de llamadas internacionales, los ingresos se comparten con tres compañías privadas, Tigo, Alo y ahora Digicel.