Tegucigalpa – Mientras el gobierno, con el apoyo del sector productivo y buena parte de la sociedad organizada, trabaja en contener la pandemia del COVID-19, diversos sectores empresariales y académicos proponen desde ya que se comiencen a adoptar medidas que permitan la reactivación de la economía, la certidumbre y con ello salvar todos los empleos posibles, una vez superado el actual periodo de emergencia.
El sector privado ha salido en apoyo a las medidas gubernamentales de contener la expansión de la enfermedad, la estrategia es vista con buenos ojos y está inmerso en colaborar con las mismas. Las medidas si bien logran una supresión de la enfermedad generan mayor impacto en la economía.
La principal medida de establecer el toque de queda absoluto y promover el aislamiento social para todos los ciudadanos es vital para evitar la mayor cantidad de muertes por la pandemia del COVID-19, tomando en cuenta la fragilidad del sistema sanitario del país, una condición similar en el resto de la región.
Los empresarios han reconocido que la estrategia de la supresión de la enfermedad, vía aislamiento social, provoca grandes dificultades, ya que paraliza a la industria, lo que generará una disminución de la actividad económica en general y con ello en la reducción de ingresos para las empresas y los hogares.
La dirigencia del sector privado, a través de las diversas instancias, admite que la medida de la paralización del país, para reducir la propagación del coronavirus, provoca daños mayores por su enorme impacto en la economía al virtualmente paralizarla.
Por ello, consideran, es vital acompañar esta medida inicial, evitar muertes debido a que el sistema de salud no sería capaz de atender a todos los pacientes que llegarán enfermos, en caso de que la pandemia se saliera de control, y tuviera un pico de casos, como Italia, España, Estados Unidos y China, lo que desencadenaría centenares de muertes.
Pero la dirigencia empresarial insiste en que dicha estrategia de supresión de la enfermedad, debe ir acompañada de medidas consecuentes, capaces de contribuir a reactivar la economía, en la que se tomen en cuenta factores vitales como el fiscal, monetario y regulatorio.
Y es que esa es la estrategia adoptada países como Estados Unidos, Italia, España, Alemania, Japón y China, que anunciaron políticas de apoyo del sector público para reactivar la economía, asistiendo a las empresas y hogares con medidas específicas que les permitan mantenerse con liquidez.
Avances
En la parte regulatoria, se ha avanzado con las medidas adoptadas para proteger a los hogares y empresas con los pagos de los próximos tres meses, ya que en conversaciones con el sistema bancario se adoptaron una serie de medidas que favorecen a los afectados, pero a la vez ayudan a la banca en su sistema de operaciones.
Entre las medidas de alivio a los hogares y empresas está otorgar periodos de gracia a los deudores que no puedan afrontar los pagos pendientes debido al cierre de actividades decretados por el gobierno en casi toda la segunda quincena de marzo.
Estos periodos de gracia no significaran recargos y multas, ni afectarán el historial crediticio de quienes se acojan al mecanismo.
Medidas tributarias y monetarias
La dirigencia del sector privado estima que a nivel monetario y tributario el gobierno adopte medidas que permitan defender la economía de los golpes que se esperan una vez superada la etapa de emergencia.
Por ello, en sus reiteradas comparecencias mediáticas, dirigentes empresariales han recordado al gobierno que es un buen momento para que adopten medidas de estímulo tributario y monetario. Ellos proponen que el pago de tributos que están al filo de las fechas de cumplimiento sean diferidas en por lo menos tres y que el flujo de liquidez sea mayor para darle vida al circulante.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Pedro Barquero, pidió al gobierno una ampliación en los pagos de impuestos debido a la actual emergencia sanitaria que ha golpeado al sector privado.
La medida ha sido respaldada por otros dirigentes empresariales del sur y centro del país.
Barquero sugirió que los pagos de tributos tengan una prórroga de tres meses, para que al final se cumplan en los últimos meses, eso incluye los pagos a cuenta.
El presidente de la CCIC también dijo que, si se pueden diferir los pagos de servicios públicos, ayudaría a las empresas a pasar la tempestad que les espera.
Los empresarios aclaran que no piden una condonación de pagos de tributos, sino sólo ampliar los plazos de pago, al final el gobierno siempre contará con los ingresos proyectados en sus presupuestos.
Para el 10 de abril, las empresas deben pagar los impuestos de ventas, retención de la renta y el referido al 12.5 por ciento que se les retiene a los que se les paga por servicios.
En cuanto a la parte monetaria, el sector privado señala que el sistema debe tener la liquidez necesaria para que luego de la contención de la pandemia del COVID-19, esté listo para atender las necesidades del sector privado, los grandes y los micros, pequeños y medianos (Mipyme) empresarios, a fin de comenzar a reactivar la economía y aminorar los daños.
En ese sentido, expertos ven necesario que el gobierno baje el encaje legal tanto en lempiras como en dólares, así como otros instrumentos, que permitan a los bancos mejorar la liquidez y tenerla lista para atender al sector productivo.
Estas medidas a la vez serían un paso previo a una fase donde las autoridades puedan atender de forma particular a los rubros más golpeados por los efectos de la pandemia, tales como el turismo y el sector exportador entre otros que permitan reactivar la economía y faciliten el derrame a los hogares.
De otro lado el sector informal de la economía requiere auxilio estatal inmediato, mediante sistemas de asistencia creativos, de forma que puedan recibir ayudas equitativas y transparente, que les permita paliar los efectos de la peste del SXXI.