El director de Aeronáutica Civil de Honduras, Guillermo Seaman, declaró a la prensa que «hoy mismo se inician las investigaciones» para establecer las causas del accidente.
Las primeras investigaciones las llevarán a cabo técnicos de la aerolínea salvadoreña TACA y de la Dirección de Aeronáutica Civil de El Salvador, según Seaman.
Añadió que posteriormente se sumarán expertos de la Agencia Federal de Aviación (FAA, siglas en inglés) de Estados Unidos y de compañías aseguradoras internacionales.
Las autoridades de Honduras también participan en la investigación.
Seaman explicó que «son muchas cosas las que hay que investigar», entre ellas el estado de la pista, las habilitaciones y experiencia del piloto, el estado del avión y las condiciones climatológicas.
Refirió que recientemente Aeronáutica Civil advirtió a las aerolíneas que operan en Toncontín de que «la pista mojada es un peligro y que tomaran las precauciones del caso».
Sin embargo, el funcionario insistió en que esto «sólo es uno de los factores» que pudieron haber intervenido en el accidente.
Tegucigalpa y otras zonas de Honduras fueron azotadas entre el jueves y hoy por las lluvias de la tormenta tropical «Alma».
El avión de TACA, un Airbus-320, se salió por el extremo norte de la pista del aeropuerto tras aterrizar procedente de El Salvador, cayó a una calle muy transitada y se partió en tres sin incendiarse.
El aeropuerto de Tegucigalpa es considerado como de alto riesgo por su ubicación, dentro de la ciudad, que está rodeada de cerros, y por la longitud de su pista, unos 1.300 metros.
Entre las cuatro víctimas mortales figuran el piloto del avión, el salvadoreño César D’Antonio, y el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el nicaragüense Harry Brautigam.
La tercera víctima era Janeth Shantal Neele, esposa del embajador de Brasil en Honduras, Fraser Neele, informó a la prensa el vicecanciller hondureño, Eduardo Reina.
Al igual que Brautigam, el embajador y su esposa regresaban a Tegucigalpa después de asistir el jueves en San Salvador a una cumbre entre los presidentes de Centroamérica y su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
La cuarta víctima todavía no ha sido identificada, mientras que muchos de los alrededor de 60 lesionados han sido dados de alta en los hospitales donde fueron atendidos, según fuentes médicas.
TACA apuntó, en un comunicado, que el avión transportaba 124 pasajeros y especificó que se trata de un Airbus A320-233, matrícula irlandesa EI-TAF, fabricado el 4 de enero de 2001, que a este jueves había acumulado 21.957 horas de vuelo y 9.992 aterrizajes.
Aunque no dio un listado oficial de pasajeros, ni un reporte sobre su estado, anunció que habilitó una línea telefónica especial de información para sus familiares.