Tegucigalpa- El abogado penalista Jaime Rodríguez advirtió que Honduras no solo continúa siendo un país de tránsito para el narcotráfico internacional, sino que se ha consolidado como un territorio de producción de drogas ilícitas, particularmente cocaína y marihuana, debido a su posición geográfica, la débil institucionalidad y la corrupción persistente en el aparato estatal.
Rodríguez sostuvo que esta situación no debería causar sorpresa ni indignación al gobierno, cuando se ventila en medios de comunicación nacionales o extranjeros ya que “es un secreto a voces” y, de hecho, tanto la Policía como las Fuerzas Armadas han venido documentando y publicitando la erradicación de cultivos ilegales en diversas zonas rurales del país.
“No es ninguna noticia nueva. Ya desde hace años se ha venido informando sobre plantaciones de coca y marihuana en el interior del país. Esto no debería provocar un gesto de enfado oficial, más bien debería mover a la acción efectiva”, expresó.
Incluso, de forma sarcástica, Rodríguez comentó que ya hay quienes se refieren a esta dinámica como un “emprendedurismo agrícola”. Según él, esta situación refleja un problema profundo: no solo se permite el paso de cargamentos ilícitos por el territorio hondureño, sino que ahora también se produce, procesa y elabora droga para abastecer mercados internacionales, especialmente Estados Unidos.
El tráfico de drogas no ha cesado, lo que ha cambiado es que Honduras ha pasado de ser una simple ruta a convertirse en un centro de operaciones. Y esto no se logra sin complicidad o inacción de las autoridades en ciertas zonas del país, advirtió.
Finalmente, Rodríguez urgió al Estado a dejar de minimizar el fenómeno y a tomar acciones concretas, especialmente en regiones donde el control territorial es limitado o inexistente, y donde –según él– el narcotráfico ha ganado terreno ante la ausencia de una institucionalidad fuerte.LB