Tegucigalpa – Exactamente dentro de un año (26 de noviembre de 2017) los hondureños estarán eligiendo al presidente de la nación, para el período 2018-2022.
– Se prevé que tres candidatos presidenciales del anterior proceso general volverán a competir para ganar la presidencia de la República.
-La Ley de financiamiento de campañas es una nueva herramienta para controlar dineros oscuros.
De cara a ese proceso electoral en el que además se eligen 128 diputados propietarios y sus suplentes, 298 alcaldes y sus corporaciones, así como otros cargos de servicio público, el panorama político mantiene entre sus aristas los retos de transparencia y rendición de cuentas en las campañas proselitistas que por primera vez contarán con la regulación de una norma que busca evitar dineros negros en la política.
La reelección presidencial es también un nuevo elemento que marca el año político que inicia este día.
Mientras que la oposición, por ahora dispersa, tiene el potencial reto de hacer alianzas para enfrentar a un Partido Nacional, en el poder, mayoritario y homogéneo.
Aunque antes de los comicios generales de noviembre de 2017 están señaladas las primarias del 12 de marzo, es claro que la oposición, dispersa, no tiene brújula clara para fortalecerse ya que cada uno en la cabeza de sus propios institutos políticos, consideran, de acuerdo a sus propias declaraciones, ser los elegidos para liderar cualquier alianza interpartidaria.
Desmenuzando el tamizado político hondureño se prevé la participación en las generales de dos candidatos presidenciales que lo hicieron en 2013. Se trata de Juan Orlando Hernández (PN), Salvador Nasralla (PAC) y una tercera posibilidad podría ser Xiomara Castro (Libre), pero la duda sobre su anunciada candidatura gira en torno a la falta de contundencia a no reelegirse, en la primera magistratura, de su esposo y expresidente, Manuel Zelaya, quien podría usarla como “prestanombre” e inscribirse al filo del periodo que la Ley Electoral le permite.
En tanto los liberales irán a los comicios con una cara nueva ya que Mauricio Villeda declinó su postulación y sus dos más fuertes contendientes son la actual diputada Gabriela Núñez y el exrector universitarios, Luis Zelaya.
El hecho que PAC y Libre hayan logrado representantes en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Registro Nacional de las Personas (RNP), es un valor agregado que fortalece el proceso eleccionario, consideran analistas consultados por Proceso Digital.
Abstencionismo por desgaste de clase política
Consultado por este medio de comunicación, el estratega político Mario Rivera, dijo que el panorama a un año de elecciones generales se torna parecido a 2013. “Vislumbro una gran abstención si fueran hoy las elecciones. Se percibe en la opinión pública un mayor desgaste de la clase política, y esta vez, aunque PAC y Libre se beneficiaron de ser los nuevos en 2013, ahora son vistos también como parte de lo mismo de siempre”.
Mario Rivera, a quien se le conoce como “Chano”, dijo que claramente el Partido Nacional es la principal fuerza política del país, en vista que se mantiene cohesionado alrededor de la figura del actual presidente Juan Orlando Hernández.
Según su criterio, las opciones de triunfo del oficialismo aumentan porque en el Partido Nacional existe un voto duro disciplinado, así como el resquebrajamiento y falta liderazgo en la oposición política.
Rivera no cree que se produzca una candidatura única de oposición porque habrá poco tiempo después de las elecciones primarias hasta noviembre (8 meses). “Ningún partido le cederá la cabeza a Nasralla. Evidentemente, que los liberales no formarán parte de esa alianza. Su candidata más fuerte, Gabriela Núñez, no le conviene que el partido más histórico no vaya a la cabeza de la oposición”, reflexionó.
Retos en transparencia
El politólogo Miguel Cálix dijo que las elecciones generales de 2017 tienen entre sus principales aristas retos importantes en el ámbito de la transparencia, al tiempo que valoró que el hecho que Libre y PAC tengan representantes en el órgano electoral es un paso importante para fortalecer el proceso eleccionario.
Asimismo, indicó que será también importante que se defina la estructuración en las mesas electorales. “Además sería bueno que se mejore el sistema de transmisión de resultados y otros aspectos que generen credibilidad para una mejor aceptación de los resultados, todo eso debe trabajarse de aquí a las elecciones del próximo año”.
Cálix mencionó que esos otros aspectos incluyen la solicitud de misiones de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), y la Unión Europea (UE). Sin embargo, es fundamental el acompañamiento de la sociedad civil y la comunidad internacional en general.
Para el analista si se logra todo lo anterior estamos a las puertas de un proceso electoral competitivo, que llevará a ganadores y perdedores a aceptar los resultados manifestados en las urnas.
Algunas diferencias a comicios de 2013
Para Cálix las elecciones del próximo año presentan algunas diferencias con respecto a las de 2013. “La diferencia es que participará un nuevo partido (Vamos) que no tiene experiencia en este tipo de eventos, aunque su militancia provenga del Partido Democracia Cristiana. PAC y Libre ya no serán nóveles y tendrán en sus espaldas una elección, entonces tienen el reto de poner en práctica su organización y logística”.
Miguel Cálix mencionó que algunos partidos llegarán un poco más consolidados a los comicios de 2017, al tiempo que valoró que también será una prueba de fuego para la recién aprobada Ley de Financiamiento de Campañas Políticas.
Desde 1930 no se repite el hecho que un vigente presidente compite por la presidencia de la República, además tres candidatos que compitieron en la elección general de 2013, repiten en sus aspiraciones presidenciales.
Candidatura única
Para Cálix es muy poco probable que se materialice una alianza de oposición como se pretende para derrotar al oficialismo. “No veo viable, aunque haya una buena voluntad, una candidatura de unidad. La veo complicada porque tampoco hay hábito y no sé si las fuerzas políticas están dispuestas a asumir las consecuencias de una alianza”, apostilló.
Mencionó que una alianza política puede sumar y al mismo tiempo restar en las aspiraciones partidarias.
“La alianza es una opción deseable, la misma lógica nos dice que es lo ideal, pero hay cierta dinámica interna que tiene cada uno de los tres partidos de oposición que tiene que resolverse para poder consolidar una alianza y en mi opinión esos factores internos son complicados”, arguyó.
Esbozó que Libre preferiría competir de manera individual en unos comicios generales, mientras el Partido Liberal tendría un conflicto de intereses en un momento que busca edificar de nuevo esa organización política, y el caso del PAC, con filosofía antisistema, sus principios no le permitirían ceder a partidos tradicionales bajo en entendido de una alianza.
“La dinámica de cada partido podría echar al traste una unidad porque implica, por un lado, deponer posiciones personales, pero lo más importante es que cada uno de los tres partidos intenta consolidar algo y nos preguntamos si en una alianza se puede lograr”, finalizó Cálix.
Reedición de candidatos de 2013
De su lado, el sociólogo Edgardo Rodríguez, dijo que en las próximas elecciones generales del 2017 se podrá ver una reedición de lo que ocurrió en 2013, con los mismos partidos políticos luchando por el poder y el 70 por ciento de los mismos candidatos aspirando a la presidencia.
“Van a competir igual que la vez anterior cuatro partidos fuertes del país, el Partido Nacional, Partido Liberal, Partido Anti Corrupción (PAC) y Libertad y Refundación (Libre). Se va a repetir esa confrontación, lo que significa que será una continuidad electoral”, analizó Rodríguez.
Adicionó que “tendremos el 70 por ciento de los mismos candidatos, es decir Salvador Nasralla, Juan Orlando Hernández y Xiomara Castro, solo cambiará de candidato el Partido Liberal. Es una reedición de casi los mismos candidatos del 2013”.
El analista advirtió que, si se llegara a producir una alianza en los partidos de la oposición para evitar una victoria del Partido Nacional, el panorama cambiaría totalmente.
“A un año de las elecciones la gran novedad es la reelección, además se está hablando de una alianza entre Libre y PAC, también entre Libre y Partido Liberal en algunas alcaldías. Sería novedoso y un proceso de alianza en la oposición forzaría al Partido Nacional a buscar una alianza”, declaró.
Edgardo Rodríguez compartió que, si se consolida la alianza de dos partidos como Libre y PAC, el Partido Nacional deberá buscar alianza para fortalecerse, de lo contrario su derrota estaría en el horizonte.