Tegucigalpa- El obispo de Danlí, Monseñor José Antonio Canales, advirtió que Honduras se enfrenta a dos grandes azotes que deterioran no solo la calidad de vida de la población, sino también la imagen del país ante el mundo: el desempleo y la inseguridad.
-El obispo de Danlí advierte que la falta de inversión, el clima político tóxico y el financiamiento ilícito en campañas amenazan el futuro del país y urge a las autoridades a gobernar con ética y responsabilidad.
“Esas son las dos más grandes dificultades que tenemos que enfrentar cada día. Pero, además, ambas afectan directamente la imagen del país frente a los inversionistas. Sin inversiones no hay empleo, y sin empleo la situación social se agrava cada vez más”, expresó el líder religioso.
Monseñor Canales señaló que esta crisis estructural debería ser prioridad tanto del gobierno actual como de las autoridades que resulten electas en las próximas elecciones generales: “Las condiciones para atraer inversión deben ser una preocupación compartida, y la democracia debe ser un terreno fértil para eso, no un espacio de enfrentamiento permanente”.
En ese sentido, lamentó el ambiente de crispación política que ha prevalecido en Honduras en las últimas décadas. En el pasado había diferencias, sí, pero no el nivel de tensión de los últimos veinte años. Ese clima tóxico afecta incluso la salud mental de las personas, que se levantan cada mañana sin esperanza, sin motivación para salir a luchar por su familia.
Monseñor también hizo un fuerte llamado a la tolerancia y el respeto entre actores políticos, especialmente en un proceso electoral. “En una democracia real, la diversidad de opiniones es saludable. No podemos asustarnos de que existan diferentes ideologías. Lo que no se vale es descalificar al otro con frases como ‘estos no volverán’ o ‘aquellos tampoco’. Eso no lo dice un verdadero demócrata”.
“El problema de fondo es la falta de educación política, empezando por los propios líderes de los partidos”, agregó. “Un candidato que gana debe gobernar para todos, no seguir en modo campaña. Es ridículo que quien llega a la presidencia siga actuando como si todavía estuviera en elecciones. Debe representar a toda la nación, no solo a su partido”.
Sobre el financiamiento político, Canales fue enfático al denunciar la debilidad institucional del país: “Podemos tener leyes, incluso organismos de control. El problema no es la falta de legislación, sino la falta de voluntad para aplicarla. Podemos tener una Constitución bellísima, pero si no se cumple, no sirve. El imperio de la ley en Honduras todavía es una tarea pendiente”.
El prelado expresó su preocupación por la infiltración de fondos ilícitos en las campañas políticas: “Si un candidato llega al poder ya comprometido con quienes están fuera de la ley, ¿qué podemos esperar? Ese tipo de compromisos maliciosos condiciona su gestión y puede llevar al país por rumbos insospechados. Como decimos en buen catracho: estamos fregados”.
Finalmente, Monseñor Canales exhortó a todos los sectores a construir un ambiente de paz, sensatez y respeto de cara al próximo proceso electoral: “Debemos buscar el bien común, no los intereses personales o de partido. De eso depende el rumbo que tome Honduras en los próximos años”.LB