Tegucigalpa – El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) exhortó hoy al Estado hondureño a implementar políticas públicas ambientales con enfoque de derechos humanos.
En ese orden, recomendó que, en las medidas de protección otorgadas por el Sistema Nacional de Protección (SNP) para salvaguardar la vida e integridad física de los defensores del ambiente, la tierra y el territorio, víctimas de represión, intimidación y violencia, se propicien espacios de consulta, con los beneficiarios, para asegurar que las mismas sean adoptadas de manera idónea y efectiva.
Dichas medidas, según el Conadeh, deben adoptarse para atender los riesgos que sufren los defensores del medio ambiente, la tierra, el territorio, activistas y comunidades, para asegurar que puedan ejercer su derecho a la protesta sin temor a represalias o criminalización.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el ente estatal destacó la importancia de reconocer la labor que desempeñan los defensores del ambiente, la tierra, el territorio y los bienes comunes, para la conservación y restauración del medio ambiente, en Honduras.
Recomendó, al Estado hondureño, la implementación de políticas públicas ambientales con enfoque de derechos humanos, que garanticen espacios cívicos seguros, acceso a la justicia climática y ambiental para vivir en un ambiente sano y sostenible.
Frank Cruz, coordinador de la Defensoría de los Pueblos Indígenas y Afro-hondureños del Conadeh declaró que los defensores del ambiente, especialmente las mujeres, enfrentan amenazas, violencia e intimidación.
Señaló que, el Estado hondureño no ha logrado proporcionar la protección adecuada para que estas personas puedan trabajar de manera segura y efectiva en la lucha por la justicia climática y la defensa de los recursos naturales.
Medio centenar de defensores perdieron la vida violentamente
Se estima que, alrededor de medio centenar de personas perdieron la vida violentamente, en Honduras, por defender la tierra, el territorio y el derecho al ambiente, entre el 2020 y el 2025, muchos de ellos en circunstancias aún no esclarecidas por las autoridades encargadas de la seguridad y la investigación en el país.
En los últimos años, la criminalización hacia los defensores que buscan proteger la tierra, los ecosistemas y sus territorios, se ha convertido en un peligro tanto para ellos como para sus familiares, situación que convierte, al país, en uno de los más peligrosos del mundo para la defensa de los derechos ambientales.
En este ambiente de inseguridad, al menos, una decena de departamentos del país fueron escenario de muerte para defensores de la tierra, el territorio y del ambiente, sin embargo, alrededor del 77% de los casos se registraron en Colón, Atlántida y Yoro.
Los defensores del ambiente, la tierra y los territorios enfrentan amenazas, hostigamiento y violencia por parte de actores privados y estatales, lo que ha generado un ambiente de impunidad y una falta de protección efectiva por parte del Estado, que ha permitido que estos crímenes queden impunes.
Pueblos indígenas y mujeres los más afectados
Cruz reconoció que, en Honduras, los defensores del medio ambiente, la tierra y el territorio, así como de los bienes comunes juegan un papel crucial en la lucha contra los efectos del cambio climático.
Estos defensores trabajan desde una perspectiva integral y transversal, abordando los impactos del cambio climático no solo como un desafío ambiental, sino también como una cuestión de derechos humanos, justicia social y protección de la biodiversidad.
Explicó que su lucha se centra en la defensa de recursos que son fundamentales para las comunidades, como el agua, los bosques, la tierra y los ecosistemas, en general, los cuales están siendo amenazados por el cambio climático.
Al proteger estos recursos, los defensores también están protegiendo los medios de vida de comunidades vulnerables, especialmente de las más empobrecidas y las que dependen directamente de los bienes comunes para su subsistencia, dijo.
En este sentido, su trabajo no solo tiene un enfoque ecológico, sino que también tiene una fuerte dimensión social, económica y cultural, ya que los efectos del cambio climático afectan de manera desproporcionada a los pueblos indígenas, campesinos, afro-hondureños y mujeres, agregó.
Si bien, Honduras cuenta con un Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos, adscrito a la Secretaría de Derechos Humanos, éste aún presenta deficiencias y desafíos estructurales que no le permiten cumplir con efectividad su mandato, concluyó el Conadeh. (RO)