Tegucigalpa – Este fin de semana, Honduras será escenario de una doble jornada política cargada de simbolismo y expectativas. El Partido Liberal y el Partido Nacional, las dos fuerzas tradicionales que han dominado el panorama político durante décadas, celebran sus respectivas convenciones.
-Ambos institutos políticos buscan resurgir ante un electorado escéptico y polarizado
Ambos eventos han revitalizado a las dos agrupaciones centenarias que se encuentran en la oposición, aunque los liberales tienen casi 16 años de haber dejado el poder, mientras que los nacionalistas tienen un poco más de tres años de haber abandonado la Casa Presidencial y las demás instituciones gubernamentales.
Liberales y nacionalistas apuestan a levantar el fervor de sus partidarios, pero sobre todo salir de sus convenciones unidos, con energía que permita a sus activistas salir en busca de los millones de votantes que no acudieron a las primarias y quienes serán los que al final determinarán al ganador de las elecciones generales del 30 de noviembre del 2025.
Más del 50 % del electorado habilitado no acudió a las primarias celebradas en marzo pasado, por lo que de acuerdo a los expertos ninguno de los candidatos y partidos es favorito hasta el momento, ya que tienen que trabajar para ganarse el voto independiente.

Las dos agrupaciones buscan posicionarse como las alternativas al actual partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) y su candidata Rixi Moncada.
Cada partido escogió su bastión electoral. Los nacionalistas la realizarán en Tegucigalpa, su tradicional feudo, mientras los liberales optaron por su fortín de San Pedro Sula, donde candidato y partido tienen el mayor apoyo de los electores.
Partido Nacional: a mostrar su fuerza
Con la convención “Dios, Patria y Libertad”, el Partido Nacional busca relanzarse bajo la figura de Nasry “Tito” Asfura, oficialmente proclamado como candidato presidencial. El evento es promocionado como un acto de reconciliación y renovación.

Asfura, quien fue derrotado en las elecciones pasadas por Xiomara Castro, llega a este nuevo intento presidencial con un perfil bajo.
Algunos analistas apuntan que se ha visto a un “candidato huraño” que necesita romper el silencio e inmiscuirse más en la problemática nacional diaria si es que aspira a reconectar con la base de su partido y la población en general.
Aunque se ha anunciado que ha sostenido diálogos privados con sus antiguos contrincantes en las primarias, particularmente con la exprimera dama Ana García de Hernández, hasta ahora no ha habido gestos públicos de reconciliación. En un partido tan acostumbrado a mostrar unidad, las formas también cuentan, apuntan los politólogos.
Los dirigentes y candidatos nacionalistas a otros cargos de elección popular defienden el tipo de liderazgo que ejerce Asfura, sin mucha exposición mediática y no dado al enfrentamiento o declaraciones públicas con sus adversarios.

Pero esperan que tras la convención, el votante independiente pueda ver a un Asfura inmerso en los problemas del país y con las propuestas adecuadas para sacar adelante a la nación.
Partido Liberal: un nuevo intento de resurrección
Por otro lado, el Partido Liberal se prepara para su convención este domingo en San Pedro Sula. Con Salvador Nasralla como figura presidencial, los liberales intentan reinventarse una vez más.

En cuanto al traspaso de mando en el Consejo Central Ejecutivo a Roberto Contreras representa, según sus promotores, un nuevo capítulo; pero la reciente controversia entre Roberto Contreras y Allan Ramos por la presidencia del CCEPL dejó un sabor un tanto amargo. Aunque se asegura que las diferencias han sido superadas.
Sin embargo, se apunta más a la figura de Nasralla, en su conocido estilo controversial y mediático, ha llamado a los liberales a “levantar la llama del cambio” y recuperar el legado morazanista. Su retórica encendida y apelaciones a la historia buscan encender una base electoral que durante años ha estado dispersa y confundida.

Sin embargo, el liderazgo de Nasralla no está exento de críticas. Muchos dentro del liberalismo consideran que sigue siendo, un invitado con micrófono, más que un militante con raíces en el partido.
La ventaja de Nasralla es que los candidatos que perdieron las internas se han sumado a su campaña y ninguno de los tres derrotados ha realizado acciones contrarias a la unidad liberal.

De hecho todos prometieron sumarse a la campaña electoral, ya que tienen como meta la derrota del partido gobernante Libre.
Dos convenciones, una misma urgencia
Ambos partidos llegan con sus debilidades y fortalezas, pero saben que no hay tiempo que perder. La gestión del actual gobierno de Libre, con sus propias sombras y desencantos, ha abierto una puerta para la oposición. Pero una cosa es tener oportunidad, y otra muy distinta es estar listo para aprovecharla, remarcan los analistas políticos que coinciden con otros sectores de la sociedad que reclaman líderes verdaderos y no más promesas vacías.
La próxima semana comenzará con los ecos de estos eventos resonando en la opinión pública, de cara a la declaratoria de parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), para las elecciones generales, pero si estos partidos no logran conectar con una ciudadanía cada vez más desencantada y exigente, que reclama fortalecer la democracia y atender demandas que van desde lo básico como salud y educación a generación de empleo y un desarrollo económico sostenible sus intentos de resurgimiento podrían quedar en vanos intentos. LB