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Dólar al alza presiona precios, deuda y reservas internacionales

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – Tras superar en los últimos días la barrera de los 26 lempiras por dólar, el tipo de cambio en Honduras apunta a continuar su ascenso durante el resto de 2025. Así lo advierten analistas económicos, quienes estiman que el valor de la divisa estadounidense podría alcanzar 27 por dólar hacia finales del año.

El cruce de la barrera de los 26 lempiras por dólar marca un punto de inflexión en la política cambiaria hondureña. Aunque el deslizamiento ha sido gradual, su impacto en precios y expectativas comienza a sentirse tanto en el mercado como en los hogares hondureños, porque siendo un país netamente importador sube el dólar y suben los precios.

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¿Por qué está subiendo el dólar?

Los economistas consultados detallan que esto se da por la flexibilización del régimen cambiario: Como parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central de Honduras (BCH), ha ido reduciendo su intervención directa en el mercado cambiario. Esto ha permitido un ajuste más «natural» del tipo de cambio según la oferta y la demanda.

Asimismo, los profesionales explicaron a Proceso Digital que existe una presión de demanda, esto porque importadores, principalmente del sector energético, combustibles y alimentario, demandan más dólares por el aumento de precios internacionales y los pagos acumulados de compras externas.

Esto significa una afectación que impacta todas las variables macroeconómicas del país y aunque las reservas internacionales aún están sólidas, queda un menor margen de intervención, puede haber una baja.

“Esto afecta directamente a todas las actividades productivas. El combustible se importa, y cada vez hay que pagar más por la misma cantidad. La energía eléctrica, que en parte se genera con derivados del petróleo, también sube, y eso impacta en la industria, el comercio, el turismo y en los precios de los productos. Al final, los consumidores terminamos pagando más por todo”, explicó la expresidenta del Colegio de Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo.

Castillo también advirtió sobre los efectos en las finanzas públicas. “Se afecta el servicio de la deuda externa. El pago en dólares es el mismo, pero con un lempira más débil, el gobierno debe desembolsar más en moneda nacional. Eso significa menos recursos para inversión en salud, educación o infraestructura, menos recursos en el Presupuesto”, lamentó.

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¿Seguirá subiendo el dólar?

Todo indica que sí, aunque de forma controlada. Según proyecciones de analistas independientes y documentos técnicos del FMI: Rango esperado para el cierre de 2025: entre 26.30 y 27 lempiras por dólar, si se mantiene el ritmo actual de deslizamiento mensual.

Lo anterior obviamente tiene un impacto en la economía y la inflación se proyecta para más, aunque el BCH mantiene metas inflacionarias, el tipo de cambio presiona al alza los precios de productos importados.

En cuanto a la competitividad una moneda más débil podría favorecer a los exportadores, al hacer sus productos más baratos en mercados internacionales.

Los especialistas también anotan que, en cuanto al tema de créditos y remesas, igual hay una afectación porque las personas con deudas en dólares verán encarecidos sus pagos. Por otro lado, quienes reciben remesas en dólares obtendrán más lempiras por cada envío.

Más empobrecimiento

La continua devaluación del lempira frente al dólar ha encendido las alarmas entre los principales analistas económicos del país, quienes coinciden en que el fenómeno, lejos de ser una corrección controlada, se ha acelerado en los últimos meses, generando efectos adversos para la economía nacional y el bolsillo de los hondureños.

Tres voces autorizadas como la de Roberto Lagos, Liliana Castillo y Mauricio Díaz Burdett, ofrecen su lectura crítica sobre el rumbo del tipo de cambio en Honduras.

Roberto Lagos, economista.

Roberto Lagos: “Nos tocó hacerlo de un solo macanazo”

Para el economista, el problema no es solo la devaluación, sino el momento y la forma en que se está haciendo. A su juicio, si el país hubiese trabajado en fortalecer su productividad y aumentar las exportaciones en años anteriores, el impacto del deslizamiento sería menor.

“Estamos en el último año de gobierno, y cambiar el modelo económico en un contexto de incertidumbre es difícil. La entrada de inversión extranjera directa y el incremento de las exportaciones son las únicas vías para generar estabilidad. Pero mientras sigan las condiciones actuales, el lempira va a tener que continuar deslizándose”, advirtió.

Lagos subrayó que el deslizamiento actual es resultado de la falta de ajustes graduales. “Nos tocó hacerlo, como decimos los hondureños, de un solo macanazo. Si se hubiera hecho de manera progresiva, no hubiéramos perdido reservas internacionales ni se habría producido la salida de capitales”, lamentó.

Liliana Castillo, economista.

Lilian Castillo: “Ahora el lempira se deprecia casi un centavo diario”

La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, brindó un análisis más técnico, señalando la velocidad creciente del deslizamiento. “Hasta mediados de abril, la depreciación era leve. Marzo cerró con apenas 3 centavos de variación. Pero abril terminó con 16 centavos y mayo se perfila con un ritmo de casi un centavo diario, lo que implicaría más de 27 centavos en el mes”, explicó.

La economista reconoció que el deslizamiento es parte del ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional, pero cuestionó los picos de aceleración: “Se planteó una depreciación gradual, pero hay meses en los que se está acelerando demasiado”.

Mauricio Díaz, director del Fosdeh.

Díaz Burdett: “El empobrecimiento es la principal consecuencia”

Por su parte, el director ejecutivo del FOSDEH, Mauricio Díaz Burdett, fue tajante al señalar que, mientras se mantenga una devaluación sostenida sin políticas propias, no habrá mejoras estructurales. “No hay manera de pensar que las cosas puedan cambiar en el corto y mediano plazo. El convenio con el FMI nos obliga a devaluar con la ilusión de que así mejorarán las exportaciones, pero eso no aplica para Honduras”, afirmó.

Díaz Burdett recordó que las remesas superan el doble del valor de las exportaciones del país, lo que demuestra la debilidad del aparato productivo nacional. “No tenemos independencia para crear nuestras propias políticas. Y mientras el lempira siga deslizando, debemos estar preparados con planes de contingencia. Aunque, lamentablemente, nunca lo estamos”, apuntó.

La pérdida del poder adquisitivo es inmediata. La devaluación no es solo un tema técnico, es una tragedia para miles de familias, porque el resultado es más empobrecimiento, concluyó.

Un fenómeno con múltiples causas… y pocas salidas

Los tres economistas coinciden en que el deslizamiento acelerado del lempira es un fenómeno con causas estructurales —baja productividad, dependencia de remesas, escasa inversión—, pero también con decisiones políticas de corto plazo que han agravado la situación.

Sin reformas profundas y sin un plan económico claro de parte del gabinete económico, el país enfrenta una senda incierta. Mientras tanto, la moneda nacional sigue perdiendo valor y el costo lo pagan, como siempre, los más vulnerables.

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Riesgos y factores a vigilar

Además, los expertos subrayan que se debe estar vigilantes de distintos factores como el cambio en los precios internacionales del petróleo. Tensiones políticas internas que puedan alterar el clima de inversión y variaciones bruscas en el flujo de remesas, máxime ahora con la amenaza de un impuesto de un 5% a las remesas de parte de la administración Trump.

Asimismo, resultados de futuras revisiones del FMI y cumplimiento del programa económico. La devaluación del lempira no es accidental ni abrupta, sino parte de una estrategia pactada con el FMI para alinear el tipo de cambio con las condiciones reales del mercado, reconocen los analistas y mientras se mantenga la credibilidad del BCH y el control de la inflación, se espera que el deslizamiento continúe. No obstante, los sectores sensibles resentirán los efectos fuertemente. LB

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