Madrid.- La Policía española detuvo a cuatro mujeres, de nacionalidades colombiana, boliviana y peruana, que realizaban intervenciones como ligaduras de trompas, aumentos de pecho o liposucciones de forma ilegal y en deficientes condiciones higiénicas a mujeres de origen latino en un quirófano clandestino, situado en una vivienda de Madrid.
El precio de las operaciones oscilaba entre 1.200 y 4.000 euros.
Al quirófano se accedía por la trastienda de una clínica estética que sigue publicitando sus servicios en redes sociales y que se comunica con la vivienda donde residía una de las arrestadas, una mujer colombiana que regentaba el centro de belleza y que se presentaba como doctora.
Además de las cuatro detenidas -una estaba colegiada como doctora, otra como cirujana y otras dos se presentaban como enfermeras- hay otras dos imputadas que ejercían como anestesista y enfermera.
Las arrestadas quedaron en libertad y siguen investigadas como presuntas responsables de los delitos de intrusismo laboral, estafa, delitos contra la salud pública y contra los consumidores.
Los agentes realizaron el registro el pasado 6 de febrero al tener constancia de dos denuncias, una presentada por la Consejería de Sanidad del Gobierno regional de Madrid y otra ante la Policía por una afectada.
Medicinas caducadas, gasas ensangrentadas, un perro y un gato
Los agentes se encontraron una escena «dantesca» y «deplorable», según uno de los portavoces de la Policía, que relataron en rueda de prensa la operación.
Al impedir las detenidas la inspección completa el 6 de febrero, pero ante las sospechas por las malas condiciones higiénicas del lugar, los investigadores solicitaron al juzgado el registro completo de la clínica, que era frecuentada por unas 20 personas al día, la mayoría de origen latino y que conocían a las detenidas.
En la habitación que servía de quirófano ilegal y que estaba en la vivienda anexa a la clínica, los agentes descubrieron una camilla donde se practicaban las intervenciones de forma ilegal, junto con todo tipo de aparatos y medicamentos, muchos caducados.
En el resto de la vivienda, donde residía además de la dueña, un perro y un gato, hallaron gran cantidad de productos médicos y gasas ensangrentadas por el suelo. En un congelador almacenaban viales junto con alimentos y descubrieron también una agenda con anotaciones de intervenciones quirúrgicas.
Aunque la Policía no determinó por el momento desde cuándo realizaban estas operaciones ilegales, sospechan que llevaban trabajando desde hace mucho tiempo, lo que no quiere decir que todas las clientas se sometieran a intervenciones quirúrgicas como aumentos de pecho, lipotrasferencias, blefaroplastias o liposucciones.
Dos afectadas fueron al hospital tras una liposucción
La Policía no pudo constatar cuántas mujeres se han sometido a intervenciones en este quirófano, por lo que no descarta que tras su intervención nuevas afectadas denuncien los hechos.
Dos de las mujeres que han denunciado estas prácticas tuvieron que acudir a un hospital tras las complicaciones que sufrieron después de someterse ambas a una liposucción.
De hecho, una de ellas acudió con la dueña de la clínica al hospital con el objetivo de que no denunciara y con la promesa de que le iban a devolver el dinero y a operar de nuevo, algo a lo que accedió y por lo que tuvo de nuevo problemas de salud. EFE
