Valladolid (España) – El mito, la historia y sobre todo la mujer íntima que fue la cantante mexicana Chavela Vargas (1919-2012) recobrará vida a través de cinco actrices este próximo viernes en el Teatro Calderón de Valladolid (España).
La dramaturga argentina Carolina Román, autora del texto, explicó este jueves que ‘Chavela’ no es un biopic ni tampoco un musical de la cantante nacida en Costa Rica, pero profundamente mexicana, sino la reflexión de sus tres últimos días de vida en su casa de Teploztán (México), a través de su música y de sus recuerdos.
Román entró en contacto con María Cortina, una de las mejoras amigas de Chavela Vargas (1919-2012), con el fin de documentar una faceta de la cantante que «no está en Netflix ni en los libros», la de una artista que era «una chamana de andar por casa, surrealista y onírica, con los pies en la tierra y las antenas en el universo».
«Es también es una oda a los cuidadores, no sólo va de soledad, libertad y alcoholismo, sino de los ángeles que vienen a cuidarte en este último momento de vida», añadido la autora en la presentación de este montaje.
Sobre las tablas, la española Luisa Gavasa vuelve al teatro para representar a la última Chavela, mientras que su compatriota Paula Iwasaki interpreta la infancia y la juventud y la cantante María de los Ángeles Rozalén, que debuta en la interpretación, se encarga de la ‘Chavela mito’.
La cantante española explicó que contar la historia de Chavela Vargas «no es nada fácil», una mujer que actuó de manera libre pero que «no lo fue tanto hasta el final de sus días cuando se atrevió a hablar de ciertas cosas», como su homosexualidad o alcoholismo.
El resto del elenco lo componen las actrices Raquel Varela y Paula Porras, con la música que firma Alejandro Pelayo, pianista del grupo español Marlango.
Uno de los retos que abordaron en el proceso de creación fue trasladar la obra de la cantante mexicana que arrancó en 1961 y que, en palabras del compositor musical Alejandro Pelayo, ya forma parte del «patrimonio de la humanidad hispanoparlante».
«Hemos intentado que la música también estuviera en ese lugar onírico, que formara parte de lo que sucede en la cabeza de Chavela, que tiene que ver con el sueño, con el recuerdo, con la confusión y con el folclore», insistió.
Sus partituras son una traducción al piano, con ingredientes electrónicos, para acompañar a las cinco actrices como un homenaje «desde un lugar contemporáneo» a temas que Chavela Vargas elevó a la categoría de mito como ‘La llorona’, ‘Paloma negra’ o ‘En el último trago’. EFE