Redacción deportes – Después de meses lesionado, inédito e irregular en el Chelsea, Reece James reapareció para dar un punto a su equipo, que empató 2-2 frente al Bournemouth con un tanto de falta su capitán en el minuto 95 que maquilló la caída del conjunto londinese: acumula cinco encuentros consecutivos sin conocer la victoria.
Las lesiones musculares han sido un lastre para Reece James esta temporada. Apenas ha podido disfrutar de minutos y en su último paso por la enfermería sumaba doce encuentros seguidos sin jugar. Este martes, Saltó al terreno de juego en la segunda parte y fue decisivo para evitar una derrota que habría sido muy dolorosa.
La realidad es que un mes ha sido suficiente para certificar la caída del Chelsea. Los hombres de Enzo Maresca han pasado de convertirse de forma inesperada en aspirantes al título tras encadenar cinco victorias consecutivas, a tocar fondo con otros cinco partidos seguidos sin ganar (dos derrotas y tres empates). Del todo a la nada en un suspiro. De luchar por la Premier League a pelear por terminar entre los cuatro primeros.
Ése tampoco es un objetivo menor para el Chelsea, que pinchó ante un equipo acostumbrado a dar sorpresas ante los miembros del ‘Big Six’. El Bournemouth ya consiguió victorias ante el Manchester City (2-1), Tottenham (1-0), Manchester United (0-3) y Arsenal (2-0). Y además, el cuadro de Iraola marcha como un cohete en la Premier League con nueve encuentros seguidos sin perder y al borde de los puestos europeos. Y eso que tiene que buscar constantemente fórmulas para reinventarse por sus continuas bajas.
De hecho, Iraola no pudo contar para enfrentarse al Chelsea con nueve jugadores. El primero, su portero, Kepa Arrizabalaga, cedido por el conjunto londinense y con la cláusula del miedo a cuestas. Y el resto, todos lesionados, formaban una lista enorme en su enfermería: Julián Araujo, Evanilson, Alex Scott, Marcos Senesi, Luis Sinisterra, Adam Smith, Marcus Tavernier y Enes Ünal.
Su ataque estaba especialmente mermado por las bajas de Evanilson y Ünal. El segundo, de gravedad, con una lesión muy grave en su rodilla, la segunda que sufre en los últimos dos años. Pero, aún así, el Bournemouth fue competitivo, combativo y con muchos argumentos para sacar petróleo de Stamford Bridge.
Eso sí, sobrevivió de milagro a la primera parte, que comenzó con otro golazo más de Cole Palmer, acostumbrado a deleitar a su afición con acciones sobresalientes esta temporada. En esta ocasión, sacó la varita mágica al cuarto de hora, cuando mandó al suelo al portero Mark Travers en un mano a mano con un amago espectacular. Después, sólo tuvo que marcar a placer el 1-0, que precedió a un serial de oportunidades que no aprovechó su equipo.
Nico Jackson, en cuatro ocasiones, y el mismo Palmer, no sellaron una victoria que parecía asegurada. El acto inicial podría haber terminado perfectamente con una ventaja notable para el Chelsea, que recibió el primer aviso de Justin Kluivert: antes del descanso, el jugador del Bournemouth estrelló un disparo contra el palo de la portería defendida por Robert Sánchez.
Y es que, Kluivert fue decisivo tras la reanudación. Apareció de forma inesperada en el minuto 23 para sustituir al lesionado Hill y poco a poco se fue entonando hasta salir como un tiro al césped tras el paso por vestuarios. Suyo fue el inicio de la jugada que acabó con Antoine Semenyo zancadilleado por Moisés Caicedo dentro del área y suyo fue el acierto desde el punto de penalti para empatar el duelo.
De ahí se pasó a otro momento clave del duelo, un golpetazo de David Brooks a Marc Cucurella en el rostro sin balón que el árbitro Robert Jones fue a mirar a la televisión avisado por el VAR. Al final, amonestó al jugador del Bournemouth, que se jugó de forma absurda dejar a su equipo con un hombre menos en un momento clave del encuentro.
El equipo de Iraola, en igualdad de condiciones, continúo martilleando al Chelsea, que poco a poco se echó hacia atrás hasta que Semenyo se sacó un zurdazo increíble que sacudió la escuadra de la portería de Robert Sánchez. Su tanto, en el minuto 68, no parecía definitivo, pero sí muy significativo: superar al Bournemouth agazapado en su parcela del terreno de juego era una tarea titánica por el compromiso defensivo de todos sus jugadores.
El Chelsea, lo intentó y lo consiguió. Y parte del mérito también tiene que ser para Joao Félix, que salió en el tramo final y revitalizó a sus compañeros. Tuvo una buena ocasión, fue frenado en seco por Travers y provocó la falta que transformó James sobre la bocina. Esa fue la única buena noticia para el equipo de Enzo Maresca: James ha vuelto, pero la realidad es que suma un mes sin ganar. El tanto de su capitán sólo maquilló 30 días para olvidar.
— Ficha técnica:
2.- Chelsea: Robert Sánchez; Caicedo (Joao Félix, min. 81), Acheampong (Adarabioyo, min. 71), Colwill, Cucurella; Lavia (James, min. 56), Enzo Fernández; Madueke (Pedro Neto, min. 81), Palmer, Sancho; y Nico Jackson.
2.- Bournemouth: Travers; Hill (Kluivert, min. 23), Zabarnyi, Huijsen, Kerkez; Cook, Adams; Brooks (Jebbison, min, 83), Christie, Semenyo; y Ouattara.
Goles: 1-0, min. 13: Palmer; 1-1, min. 50: Kluivert, de penalti; 1-2, min. 68: Semenyo; 2-2, min. 95: James.
Árbitro: Rob Jones. Mostró cartulina amarilla Nico Jackson (min. 32) y a Lavia (min. 52) por parte del Chelsea y a Christie (min. 45+2), Brooks (min. 55) y Huijsen (min. 87) por parte del Bournemouth.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Premier League disputado en Stamford Bridge ante cerca de 38,0000 espectadores. EFE
