Tegucigalpa – Para el analista en seguridad, Germán Licona, todavía hay tiempo de modificar las partidas presupuestarias donde se incrementa más del 101 % al Instituto Nacional Penitenciario (INP) y se asignan fondos para construir una cárcel en la zona de la Mosquitia.
“Una vez aprobado el presupuesto y al hacer el cambio, tiene que ser aprobado por Finanzas y el Congreso Nacional. De no ser así, si insiste o le dan otro destino, pues se avizoraría que es una malversación de caudales públicos y eso es constitutivo de delito”, dijo el profesional del derecho en referencia a los fondos para la cárcel en Mocorón, Gracias a Dios.
Licona es del criterio que si el gobierno quiere construir cárceles para aliviar el sistema nacional, lo puede hacer en las instalaciones de Támara y Siria, en Francisco Morazán o en Morocelí, El Paraíso, pues “allí podrían ampliar esas instalaciones porque sí son necesarias para tratar de oxigenar el sistema penitenciario nacional”. VC