Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Ronald Ordóñez) – Nacida en Tegucigalpa, con raíces de Santa Bárbara y San Juancito, Francisco Morazán; de oficio arquitecta, Marcela Urquía, es un artista emergente que ya cuenta con más de 70 obras que le han dado vida a estructuras arquitectónicas hondureñas.
Su mayor pasión es pintar los edificios de Honduras ya que los mismos son parte de la cultura del país y cuentan una historia, expresa en tono evocador.
-Uno de los mejores lugares en Honduras para hacer pintura al aire libre es San Juancito, reveló la artista.
-Aunque ha experimentado con óleo, escultura y grabados se identifica más con la pintura acrílica, compartió la entrevista.
-Los edificios históricos son un reflejo de nuestra sociedad y yo transmito lo que veo a través de los edificios, externó Urquía.
En una amena plática con Proceso Digital en Tegucigalpa, detalló su pasión por las artes y su nueva faceta en Suecia donde realiza estudios que enriquecen su vida.
Marcela logró obtener el título universitario como arquitecta, pero ahora está en la academia para especializarse en técnicas del arte.
Simultáneamente se encuentra experimentando con varios materiales para recrear las fibras naturales de los edificios históricos que retrata.
Los edificios cuentan una historia
Los edificios han estado aquí más tiempo que nosotros y por ello son parte de nuestra cultura y cada parte de ellos cuenta una historia de nuestro país, refirió la joven artista.
“Si van al centro de Tegucigalpa se pueden encontrar con un edificio de Telecomunicaciones (Hondutel) o un Museo (Museo para la Identidad Nacional), ambos cuentan historias”, expresó.
En sus obras también se puede apreciar el anexo del antiguo Banco Central de Honduras ubicado en Comayagüela, ciudad gemela de Tegucigalpa.
El Teatro Manuel Bonilla y el Correo Nacional también han sido retratados por Marcela quien aprecia cada detalle de las obras arquitectónicas y luego los plasma en sus obras.
La arquitectura y la pintura
Marcela es apasionada por la conservación, de hecho en su formación como arquitecta disfrutó profundamente la asignatura de estudio, – “a mí me gustaba la clase” enfatiza, en referencia al momento en que inició a fusionar ambos conocimientos.
En la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) también se hacían visitas al centro y disfrutaba eso, desde entonces inició mi inspiración para hacer perspectivas, dijo.
De a poco encontró fascinación en el mundo de la museología, el arte y la conservación patrimonial.
Al ser una arquitecta de profesión, encuentra facilidad para extraer las fachadas arquitectónicas y ahora busca profundizar sobre las texturas de las edificaciones, comentó.
Su identidad
Narró que desde sus primeros años de vida ya mostraba su simpatía por los materiales y la creatividad.
Su mamá la inscribió al Estudio de Arte de Carolina Irías donde desde los nueve años conoció y desarrolló diversas técnicas.
Sin embargo, encontró su pasión en los acrílicos y los paisajes, en específico el retrato de edificios.
Sus obras fueron elegidas para ilustrar un poemario de un artista nacional, cuando aún estaba estudiando la secundaria, contó.
Después sus obras se expusieron en varios lugares como Casa Quinchón y en diciembre próximo volverá a exponer una obra en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
Bocetos
Todo inicia como un boceto después de decidir qué edificio se va a retratar, dijo.
Posteriormente, se analiza la composición de la obra, se investiga la historia y se procede a comenzar el cuadro final, detalló.
Sin embargo, en el arte, el orden de los factores no afecta el producto final, y en ese sentido, confesó que muchas veces también ha iniciado a pintar directamente el cuadro final, cuando es así debe parar por semanas para investigar la historia y luego culminar la obra.
Al final se trata de transmitir, eso es lo que importa, si la obra logra transmitir un mensaje, se hizo bien, concluyó.
Nuevas experiencias
Pese a que se ha enfocado en la pintura acrílica, actualmente se encuentra experimentando con materiales, manifestó.
En ese contexto, compartió que está profundizando en las técnicas del grabado.
“Me interesa bastante la experimentación de materiales, actualmente me enfoco con gaseado y probar con yeso y fibras”, externó Urquía.
Con los anteriores materiales ha logrado recrear las fibras naturales de los edificios históricos de Honduras.
“Los sueños se cumplen”
Nunca se rindan, hagan arte, los sueños se cumplen refirió la artista en un mensaje para la juventud hondureña.
Si su arte no se convierte en su carrera está bien, es bueno tomar su tiempo, reflexionó.
El arte es parte de nuestras vidas, por lo que aconsejo hacer arte en cualquiera de sus expresiones.
Si dejamos de hacer arte, dejamos de ser nosotros mismos, es necesario hacer arte para encontrarnos a sí mismo, zanjó.(RO)