Por Alberto García Marrder, desde Madrid.
Especial para Proceso Digital, La Tribuna y El País en San Pedro Sula.
El dictador ruso Vladimir Putin está desesperado por lo mal que va la guerra con Ucrania. Ordenó la invasión de ese país vecino hace dos años y medio, pensando que en menos de una semana pondría en Kiev un gobierno títere, uno más en las repúblicas ex soviéticas.
Pues no y ahora lo que está en juego es su propio puesto en el Kremlin ante el descontento de los jerarcas del régimen, de sus propias fuerzas armadas y de las madres de más de 300,000 soldados rusos que han perdido la vida en Ucrania.
Y sobre todo, la humillación que debe sufrir ahora Putin al ver su propio territorio ocupado por fuerzas ucranianas en el sur, en Kursk. Es la primera vez desde la invasión alemana en la segunda guerra
mundial que la Unión Soviética, ahora Rusia, es invadida. Y la primera también desde que es una potencia nuclear, desde 1949.
En septiembre, esta es la situación: En territorio ruso sur, en el Kursk, fuerzas ucranianas tienen ocupados unos 1,300 kilómetros, más de 150 poblaciones y destruidos refinerías y autopistas. Sobre todo con drones. – Y han golpeado duramente el.. orgullo de Putin
Y Rusia, tiene ocupadas, desde la invasión del 2022, la parte este de Ucrania,en el Donbás, por un unos 90,000 kilómetros, incluyendo la joya de la corona, la península de Crimea, ocupada en el 2014.
Y desde la invasión, el rublo ha perdido un 71 por ciento su valor y ha aumentado la censura y la represión en Rusia. El ruso medio, no sabe nada de la incursión ucraniana en el Kursk, pero si de la propaganda rusa de cómo reciben como héroes en el Donbás a los “libertadores rusos”.
En resumen, ¿que busca Volodomir Zelenski, el presidente de Ucrania con la “invasión” de territorio ruso?
- Humillar y desprestigiar a Putin: Ya lo ha conseguido.
- Levantar la moral de la población ucraniana, fuertemente castigada desde la invasión rusa
- Para cuando vengan negociaciones de paz, tenga una mayor posición negociadora.
- Para tratar de convencer a Estados Unidos y a los países europeos amigos que le den misiles de largo alcance para llegar a Moscú. Por ahora, Washington y Londres ha dicho que no. Y eso que la OTAN ha dado su visto bueno a la incursión ucraniana en territorio ruso.
- Por décadas, siempre se ha pensado que los países nucleares estaban indemnes de una invasión extranjera por el hecho de serlo. Pero la incursión ucraniana en territorio ruso ha puesto patas arriba esa teoría.
Putin se enfrenta actualmente a dos frentes, en Kursk y el Donbás. Y está retirando tropas y tanques de Ucrania para repeler a los “invasores” en territorio ruso.
Tan necesitado está que ha pedido ayuda militar a su fiel aliado y vecino, el presidente de Bielorrusia, el también dictador, Aleksander Lukashenko , quien ejerce el cargo ininterrumpidamente desde 1994.
Y otro disgusto para Putin es que Pavel Duron, el fundador del sitio en internet Telegram ha sido detenido en Francia. Y da la casualidad que Telegram es el que utilizan los soldados y oficiales rusos en Ucrania, con mensajes secretos sobre sus actividades militares.
Y por ahora, Putin debería empezar a rezar dentro de su Iglesia Ortodoxa que Donald Trump sea reelecto presidente de Estados Unidos el 5 de noviembre.
Trump ha prometido suspender la ayuda americana a Ucrania si regresa a la Casa Blanca. Eso falta por ver.
