Tegucigalpa – El mediodía de este viernes se informó el fallecimiento del exdiputado, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Oswaldo Ramos Soto, a la edad de 77 años.
– Ostentó los cargos más importantes que un profesional del derecho puede aspirar en Honduras, únicamente le faltó ser presidente de la República.
– El Congreso Nacional lo declaró en 2022 como diputado vitalicio.
El pasado 6 de agosto, familiares del exdiputado Oswaldo Ramos Soto informaron a la población en general que, debido a una complicación cerebrovascular, el líder nacionalista se encontraba en Unidad de Cuidados Intensivos.
El jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, confirmó hoy el fallecimiento del que llamó un “gran líder del Partido Nacional”.
En ese orden, extendió sus muestras de pesar a la familia y consideró que hoy el país pierde a uno de sus más grandes hijos.
Ramos Soto fue rector de la Universidad Autónoma de Honduras de 1982 a 1985 y de 1985 a 1988, además Presidente de la Corte Suprema de Justicia y diputado del Congreso Nacional entre 2006 a 2022. Fue declarado como diputado vitalicio en 2022.
Igualmente, fue presidente del Colegio de Abogados, decano de la facultad de derecho, presidenciable y en resumidas cuentas ostentó los cargos más relevantes a las que puede aspirar un profesional del derecho.
Oswaldo Ramos Soto, nació en La Ceiba el 25 de febrero de 1947 y murió a los 77 años.
Sus estudios primarios, en su mayoría, los cursó en escuelas en fincas bananeras de la Standard Fruit Company; sus estudios de secundaria, en el Instituto Departamental Manuel Bonilla en La Ceiba; migró a Tegucigalpa para estudiar la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en donde también fue líder del Frente Unido Universitario Democrático (FUUD) que aglutinó a miembros del Partido Liberal y Nacional; finalizó sus estudios en 1971.
El abogado fue candidato presidencial por el Movimiento Oswaldista para las elecciones de 1989; candidatura que depuso para apoyar a Rafael Leonardo Callejas y su Movimiento Callejista, quien ganó los comicios.
En su carrera presidencial, que perdió ante Carlos Roberto Reina, fue el primero en reconocer su derrota. En su campaña se popularizó por el suceso de “las cervecitas heladas”, en referencia a que llevaría energía a las comunidades pobres para que pudieran tener refrigeradoras y con ello estas bebidas frías.
Sin embargo, el abogado destacó en el ámbito político como diputado del Congreso Nacional por cinco periodos, es decir 20 años.
De su parte, Gustavo Solórzano, presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), recordó que fue un maestro de varias generaciones de abogados. También lamentó su deceso y dijo que hoy el país pierde a uno de sus mejores letrados.
El diputado Antonio César Rivera Callejas, lo recordó como “una enciclopedia humana”, con quien daba gusto conversar y escudriñar sus valiosos conocimientos.
“Ha muerto el mejor diputado de todos los tiempos, el amigo, el maestro, el correligionario y el compañero diputado”, expresó Toño Rivera.
Olban Valladares, hoy presidenciable del Pinu-SD, lo recordó como un gran amigo, de quien se podría aprender mucho con una simple conversación. “Extendemos nuestras condolencias a sus familiares y amigos, y le damos un aplauso por sus aportes a la política hondureña”, externó.
Reconoció que Ramos Soto era polémico, pero un hombre de convicciones, con mucha sabiduría y defensor de sus posturas con argumentos jurídicos. “Siempre tuvo convicciones firmes y nunca tuvo dobleces, fue un hombre que comulgó con sus principios de derecha”.
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Desde la sala de redacción de Proceso Digital también lamentamos el deceso del abogado constitucionalista Oswaldo Ramos Soto, ¡paz a su alma y resignación a sus deudos! RO
