Tegucigalpa – Un pulso ciudadano realizado por Proceso Digital a un grupo de capitalinos auscultó en sentir y pensar en torno a las medidas anunciadas la semana anterior sobre la pretensión de construir una híper cárcel para 20 mil privados de libertad.
La pequeña muestra obtenida al azar concluye que los consultados desconfían que se concrete la promesa del gobierno de construir el recinto penitenciario en la zona de La Mosquitia hondureña.
El pasado viernes, luego de una reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNSD), se anunciaron 14 medidas como parte de las “acciones radicales del plan de solución contra el crimen”.
Se trata de una calca a medidas ya anunciadas en anteriores administraciones y que con el paso del tiempo se fueron diluyendo sin llegar a concretarse.
Entre las medidas enérgicas anunciadas por el CNDS está la intención de construir una cárcel con capacidad de 20 mil reos en una zona despoblada entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios.
En este centro penitenciario estarían privados de libertad, personas condenadas por delitos de sicariato, narcotráfico, extorsión, secuestro, tráfico de armas y de personas, asociación ilícita, lavado de activos e imputaciones relacionadas.
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Ante ese panorama, Proceso Digital (PD) hizo una consulta a ciudadanos para conocer su opinión de la estrategia que implementaría las instituciones del Estado para contrarrestar el crimen organizado. La mayoría de los entrevistados coincidieron que la estrategia anunciada son medidas populistas, promesas que no se cumplirán y mentiras que dicen para conseguir el voto del hondureño a la víspera de un nuevo proceso electoral.
Otros, de su lado, calificaron de positiva la propuesta, pero mostraron dudas en torno a que el actual gobierno podrá finalizar la construcción, debido al poco tiempo que le queda a la administración de Xiomara Castro.
Solo son promesas
El ciudadano Francisco Javier Triminio reaccionó a las medidas diciendo que la construcción de una híper cárcel sólo es una promesa como el resto de las medidas de seguridad anunciadas.
“Van a construir la cárcel, pero no van a implementar las medidas que anunciaron”, avizoró. Solo es pura política, ellos ya están como mentirosos, aquí en el país no se cumplen las leyes, tachó.
Sin embargo, en el caso de Luis Cerrato, consideró que le parece una buena idea una cárcel de máxima seguridad para que no se permita el ingreso de armas y drogas.
Consultado por la posible ubicación del proyecto, el ciudadano contestó que está de acuerdo y que la población de Olancho y Gracias a Dios lo debe permitir.
Reconoció que la presencia de cárceles en los pueblos es compleja porque dispara la incidencia criminal en estos lugares.
Cerrato mencionó que la cárcel de La Tolva en el municipio de Morocelí en El Paraíso provocó que las mujeres de los reclusos se trasladarán a esta zona, generando una zozobra en la zona.
“Si es segura la cárcel estoy de acuerdo con su construcción porque la delincuencia está tremenda y es necesario que se erradique la violencia en toda Honduras”, puntualizó.
Pidió que en esta nueva cárcel no haya permisos especiales, que el pariente que lo visite solo se dedique a ver al reo y exista una revisión minuciosa por parte de los administradores.
No podemos seguir en lo mismo que les lleven armas y teléfonos porque estaríamos en lo mismo, puntualizó.
Aunque se construyan 20 Alcatraz, persistirá el problema
El ciudadano José Castillo fue más escéptico. Manifestó que el gobierno puede construir 20 cárceles que tengan las mismas características de “Alcatraz”, pero siempre persistirá el mismo problema estructural que hace que estos proyectos fracasen.
Creo que la inseguridad es un problema estructural y tiene sus raíces sociales, empezando por la desintegración familiar y la falta de oportunidades, analizó. “Se puede construir 20 Alcatraces con capacidad de 100 mil personas, es una medida populista, y no va a cambiar el problema estructural de este país”, caviló.
Este capitalino fue más allá. Sugirió que para cambiar los problemas sociales del país debe iniciar con modificar la conducta del hondureño desde su niñez, para que los nuevos líderes tengan las manos limpias al momento de tener el control del país.
Consideró que el gobierno no podrá finalizar la construcción de la híper cárcel antes de su mandato argumentando que un proyecto de esa envergadura requiere de tres años.
Se iniciará, pero no se concluirá
A consideración del ciudadano Alberto Rodríguez, el gobierno puede empezar la construcción de la cárcel, pero no podrá concluirlo antes que se venza su mandato el 27 de enero de 2026.
“Ojalá se ejecute, pero sólo queda año y medio de gobierno, queda poco y creo que lo puede iniciar, pero no concluirlo. El otro gobierno le tocaría finalizar la construcción de esta mega cárcel, por lo tanto, lo veo difícil”, consideró.
Destacó que esta estrategia podría reducir la criminalidad y causar que las personas se abstengan de involucrarse en este tipo de actividades ilícitas.
Incluso propuso que con la creación de las cárceles en la Isla del Cisne como la de Olancho, podría influir en que se inhabilite la Penitenciaria Nacional de Támara. Entre más alejado de Tegucigalpa estén las cárceles, aunque sufrirán más las familias cuando les toque hace visitas, propuso.
La intención es buena, pero sólo es una promesa
El ciudadano Francisco Carbajal señaló que la intención del gobierno de querer edificar una híper cárcel es buena, pero que solo será una promesa por el poco tiempo que le queda al gobierno.
“La intención es buena, pero el problema es si hace realidad, todos son promesas y al final no se hace nada”, externó.
Acusó que el gobierno quiere construir dos cárceles paralelas, uno en la Isla del Cisne y otro entre Olancho y Gracias a Dios. De dónde va a traer inversión, si se nota la pobreza del país con estas dos cárceles, configuró.
Mencionó que este proyecto podría quedar como el mecanismo internacional anticorrupción, mejor conocido como CICIH, una promesa más que no se cumplirá.
Xiomara no es Bukele
En el caso del ciudadano Mario Galindo Morales, citó que la presidenta Xiomara Castro está queriendo hacer lo mismo que hizo Nayib Bukele en El Salvador, pero que nunca obtendrá los mismos resultados. “Nunca en la vida podrá lograr hacer eso esta señora, Bukele lo hizo porque sabe cómo tiene su gobierno, para mí no se puede construir”, afirmó.
Expuso que el principal problema de este proyecto, es que si se concreta, los parientes de los privados de libertad tendrán la dificultad de llegar a esta cárcel. No creo que lo empiece, mucho menos que lo finalice, ojalá que inicie el proyecto y que el otro gobierno lo pueda acabar.
Las opiniones que los entrevistados vertieron se basaron básicamente en la eventual híper cárcel para albergar 20 mil privados de libertad. Está claro que las estrategias de seguridad siguen dando tumbos en este país, el más violento de Centroamérica y el segundo de Latinoamérica, de acuerdo a la tasa de homicidios de 2023. PD