Valencia – El actor y director estadounidense Viggo Mortensen considera que «perdonarse a uno mismo y perdonar al otro es mucho más importante que la venganza o que la violencia», como relata la historia ambientada en el Viejo Oeste de su última película, ‘The Dead Don’t Hurt’ .
Y el perdón es también «el ingrediente más importante en una verdadera relación de amor», dice el cineasta.
Mortensen (Nueva York, 1958) recurre al género del wéstern para hablar también en este largometraje de las ausencias, en este caso de una mujer, Vivienne Le Coudy -interpretada por Vicky Krieps-, «libre, independiente, pero también normal, una mujer de su época, de su tiempo, con una fuerza interior no tan normal».
El actor y director asistió a un encuentro con la prensa en la ciudad de Valencia (este), donde presentó la película, que se estrenará en España el próximo 10 de mayo.
Mortensen empezó a escribir esta historia en 2020, durante el confinamiento por la covid-19, cuando estaba a punto de lanzar ‘Falling’, su ópera prima. Partió de la imagen de una niña «fantaseando, corriendo por un bosque de arces», en los paisajes en los que se crió su madre, e imaginó su futuro en el Viejo Oeste, a mediados del siglo XIX.
La protagonista se embarca en una relación con el inmigrante danés Holger Olsen, que interpreta el propio Mortensen. Tras conocer a Olsen en San Francisco, ella acepta viajar con él a su casa de Nevada, donde comienzan una vida juntos.
El actor agradece la suerte que tuvo de que Vicky Krieps aceptara el papel de protagonista, porque entonces tenían «la oportunidad, ahora sí, de hacer una buena película».
Krieps tenía la fortaleza e independencia que había imaginado para Vivienne «y lo que hizo ella fue mucho mejor, mucho más de lo que yo había soñado», celebra.
También destaca la actuación del joven actor Solly McLeod, que interpreta al violento y caprichoso hijo del poderoso ranchero Alfred Jeffries (Garret Dillahunt). Un papel muy complicado con escenas «donde transmiten mucho los silencios», asegura.
Mortensen recurre además al género del wéstern para contar esta historia, unas películas que veía de niño en su televisión en blanco y negro en Argentina y le atraían, ya que desde los 3 o 4 años montaba a caballo, y le recordaban a los «gauchos».
«Es además un momento histórico, un lugar donde la sociedad estaba completamente dominada por unos pocos hombres, donde no había ley, donde la frontera todavía estaba abierta», reflexiona, y un buen escenario en el que incluir a esa mujer imaginada.
Señala que antes de rodar el filme volvió a ver todas las películas del género wéstern de su infancia y adolescencia «y muchas más» y aseguró que, entre ellas, hay un pequeño porcentaje con «un poder poético de una profundidad que te hace reflexionar, que se pueden adaptar o puedes compararlas con la sociedad de ahora».
El equipo se documentó hasta el último detalle sobre la vida de la época y las películas del viejo oeste.
Para la fotografía volvió a contar con Marcel Zyskind (‘As in Heaven’) y con los diseñadores de producción Carol Spier (‘Promesas del Este’) y Jason Clarke (‘Black Mirror’) y la diseñadora de vestuario Anne Dixon (‘The Song of Names’).
Mortensen, guionista, director, protagonista y autor de la música de la película, señaló que situar esta historia en una época tan lejana, «a una distancia de nuestros tiempos», permite reflexionar sobre la sociedad actual de una manera «más intensa y más interesante».
«Si estás mirando algo que pasó hace 50 años o más te libera de alguna forma para mirar con más claridad el momento actual», reflexiona, como con la película ‘Green Book’ (2018), que protagonizó junto a Mahershala Ali. EFE