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El cachiro con su frialdad hunde la daga con su testimonio escalofriante

Tegucigalpa (Proceso Digital) – Devis Leonel Rivera Maradiaga es un capo con una escalofriante historia criminal, ya que aparte de traficar miles de kilos de cocaína hacia los Estados Unidos asesinó a 78 personas según sus propias confesiones ante las cortes estadounidenses en donde sin el mínimo remordimiento ha revelado las más cruentas muertes que propició en su larga y potentada vida criminal.

Todos esos hechos los reafirmó la tarde de este martes en el juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández, acusado por los Estados Unidos de conspirar para traficar cocaína hacia los Estados Unidos.

Devis y su hermano Javier lideraron por más de dos décadas una de las bandas de traficantes de drogas que venían de Colombia y Venezuela para hacer en Honduras una estación estratégica en su ruta final hacia los Estados Unidos y los Rivera Maradiaga, antiguos abigeos y ladrones de poca monta, rotaron su rol al encabezar un cartel que estratégicamente se involucró con el poder político del país para alcanzar sus propósitos.

Devis Leonel Rivera testificó este martes en el juicio del expresidente Hernández, así como lo ha hecho en los otros juicios de personajes que han sido juzgados en Nueva York.

Los Rivera Maradiaga hicieron de Colón el centro de su reinado que también tenía otro de sus emporios en Olancho. En su dominio ellos convirtieron a Tocoa y todos los confines rurales de la zona en enormes y ostentosas haciendas donde el grotesco lujo hablaba de su origen de carencias y privaciones.

Fácilmente en San Esteban, Olancho, tenían torres controladoras desde donde daban seguimiento a los vuelos con los cargamentos de la droga, pero también eran capaces de rastrear algún movimiento aéreo oficial, aunque casi siempre tuvieron control de las estrategias de los cuerpos antidrogas, según se desprende de los propios testimonios donde reconocieron su cooptación al poder del país.

Los jefes cachiros llegaron a acuerdos con la agencia antidrogas de los Estados Unidos, (DEA) y se entregaron a ellos en 2015, pero antes de ello trabajaron encubiertos y sirvieron para desentrañar los tentáculos que el narco acentuó en Honduras hasta penetrar en el poder político.

En marzo de 2021, en el juicio contra Geovani Fuentes, otro capo hondureño, condenado en los Estados Unidos, Devis Leonel dijo que sobornó al expresidente Juan Orlando Hernández con millonarias sumas a cambio de protección y de mecanismos para lavar los dineros sucios del negocio de las drogas. Ese testimonio lo ratificó este martes en la sala número 26 de la Corte del Distrito Sur de Manhattan donde el exgobernante enfrenta un inédito juicio que le coloca como el primer gobernante centroamericano y el segundo de la América Latina en ser juzgado en un tribunal estadounidense.

El capo detalló cómo entregó en 2012, $250 mil dólares a la hermana de JOH, Hilda Hernández, cuando él era candidato a la primera magistratura de la nación.

Indicó que en 2014 entregó $50 mil dólares al hermano de presidente Juan Antonio “Tony” Hernández, para asegurar ampliar contratos de sus empresas con el gobierno y así mantener el lavado de sus dineros.

Pero el juicio continúa en su etapa de preguntas de los fiscales durante la tarde de este martes, el jefe cachiro sigue testificando. Él está en los Estados Unidos desde noviembre de 2015 y tras sus servicios ha logrado tratos preferenciales de la justicia estadounidense, aunque sigue en prisión.

Nombres como Fredy Nájera, Oscar Nájera, Juan Gómez (político de Colón fallecido violentamente), Fabio Lobo, hijo del exmandatario Porfirio Lobo y quien ayudaba con la seguridad asignada como su escolta por ser un hijo presidencial han sido algunos de los que este narcotraficante que colabora con la DEA ha mencionado esta tarde.

Este día, Devis Leonel Rivera ingresó a la Corte con un traje de presidiario color beige, con mirada amenazante, viendo incluso al imputado directamente y atado de pies y manos con la cabeza rapada y con una barba cerrada, estilo candado, describió un periodista que cubre el acontecimiento en la Corte, quien además dijo que tiene sobrepeso.

Devis Leonel Rivera Maradiaga también detalló de otros políticos que recibieron sobornos de su parte para protegerlos y evitar su extradición.

Igualmente dijo haber sido beneficiado en el gobierno de Porfirio “Pepe” Lobo ya que entonces recibieron contratos para sus empresas constructoras y las obras eran pagadas con cheques oficiales. Estas actividades les facilitaban el lavado de sus dineros.

Cuando el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos coloca al cártel de los Cachiros en su lista en septiembre de 2013, sus líderes empiezan a organizar su negociación para su entrega a la DEA ya que se sintieron acorralados, especialmente cuando se empezó a incautar sus bienes. En ese ínterin se reunieron una veintena de veces con sus interlocutores antidrogas y parte de esas conversaciones tuvieron lugar extra-fronteras, en Belice, específicamente, reflejan documentos de los Estados Unidos.

En su trabajo colaborativo con la DEA, los Cachiros grabaron sus encuentros con sus aliados y los audios y los videos con parte del contexto en los juicios en que Devis Leonel Rivera, comparece como parte de sus acuerdos.

El cachiro sigue sentado en el banquillo testifical, no tiene ambages para revelar sus andanzas y especialmente cuenta cómo la institucionalidad le sirvió de peldaño, quizá hasta de alfombra. Los vínculos al más alto nivel le abrieron paso, sus contribuciones millonarias a la campaña política de JOH.

Ahora como verdugo del expresidente Hernández revela y detallan piezas que conducen a un veredicto en el caso del exmandatario hondureño. (PD).

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