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¡Es Navidad! ¡Celebramos el nacimiento del Hijo de Dios!

Tegucigalpa – Sintió su llamado cuando hizo su primera comunión siendo apenas un niño y tras un camino pastoral fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 2020 en medio de la pandemia por COVID-19, hoy el  Padre Alberto Enamorado, asesor espiritual de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana de Tegucigalpa, hizo una pausa en su agenda para dirigirse a los lectores de Proceso Digital y Departamento 19 a quienes exhortó a celebrar sin perder de vista el verdadero objetivo de la Navidad (nacimiento del Hijo de Dios).

El joven sacerdote recordó que hoy celebramos la víspera de Navidad o Noche Buena para proceder a la celebración litúrgica del 25 de diciembre donde se conmemora el nacimiento del Hijo de Dios, pero también el misterio de Dios hecho hombre y base de la fe cristiana.

Jesús se hace humano y nos humaniza para poder llegar al Padre y nos enseña a vivir en esta tierra con el propósito de encontrarnos con el Padre, reflexionó.

La celebración litúrgica del 25 de diciembre conmemora el nacimiento del Hijo de Dios.

Con su nacimiento el Hijo de Dios marca un antes y un después incluso en el mundo secular se maneja un Antes de Cristo y un Después de Cristo, apuntó.

Varios gestos acompañan la celebración en la víspera de Navidad, pero es con recogimiento espiritual y en familia y comunidad como se debe celebrar esta fecha, caviló el sacerdote.

 Padre Alberto Enamorado, asesor espiritual de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana de Tegucigalpa.

Olvidar el materialismo

En esta época es oportuno olvidarnos del materialismo y enseñar a los niños que la Navidad es mucho más que estrenos.

Los momentos valiosos siempre son en familia y en comunidad entonces el materialismo es relegado a otro plano.

Así como Jesús se acerca a nosotros en esta época también nosotros debemos acercarnos a la familia.

Independientemente del credo religioso que se profese el objetivo de esta época siempre es estar unidos.

 “No perdamos la perspectiva, Navidad es estar en familia”, zanjó el religioso oriundo de la ciudad de San Pedro Sula, pero ya establecido con su trabajo pastoral en la capital hondureña.

El llamado de la Iglesia es a la unión familiar.

Realidad adversa

No se puede negar que como país vivimos una realidad adversa y los más afectados siempre son las familias que se ven desintegradas, acotó.

Lo que se dice y lo que se ve es un contraste; muchos hondureños han tenido que emigrar y al mismo tiempo Honduras se ha convertido en un puente para muchos hermanos migrantes.

El hondureño trabaja y quiere hacer las cosas bien, pero al no haber las oportunidades tiene que buscarlas fuera del país.

En este clima adverso y sombrío debemos buscar pequeñas luces y no perder el horizonte del sentido de la vida que es a través de la persona de Cristo llegar al Padre, agregó.

Todos debemos buscar ser mejores personas en el ambiente familiar, laboral, profesional o cualquier otro en el que nos desenvolvamos en la sociedad hondureña.

Nuevo año

Cuando el ser humano se enfrenta a algo novedoso tiene dos alternativas, detenerse y paralizarse o avanzar a pesar del miedo, a escasos días para culminar el año es necesario también colocar en perspectiva de que manera vamos a encarar el siguiente año, comentó.

“Si Dios nos da la oportunidad para crecer y ser mejores eso significa evaluar y es momento de preguntarnos en una examen de conciencia que cosas podemos mejorar para el siguiente año”, externó.

En ese contexto, desglosó que todos debemos buscar ser mejores personas en el ambiente familiar, laboral, profesional o cualquier otro en el que nos desenvolvamos en la sociedad hondureña.

Al final como seres humanos estamos destinados a la trascendencia, es decir madurar, pero hay que hacer pequeños sacrificios como dejar cosas atrás para poder avanzar.

El mayor fracaso de un ser humano es no querer avanzar por los miedos, pero hoy tenemos una nueva oportunidad y debemos colocar nuestra vida en manos de Dios.

Perfil

Nombre: Alberto Isaí Enamorado Sandoval.

Nacimiento: San Pedro Sula, 6 de abril de 1990.

Ordenación Diaconal: 18 de enero de 2020.

Ordenación Presbiteral: 29 de septiembre de 2020

Párroco de la parroquia Divina Providencia desde 22 de agosto de 2021 a la fecha.

Actual Asesor de Pastoral Juvenil Arquidiocesana de Tegucigalpa desde el 22 de agosto de 2021 a la fecha. (RO).

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