Tegucigalpa (Por Ronald Ordóñez) – “El Grinch”, el personaje verde creado por el norteamericano doctor Seuss tiene un trasfondo crítico de la Navidad y de hecho es considerado el antagonista de la temporada, el mismo es utilizado por los hondureños para hacer referencia a la política y los políticos quienes, a criterio de muchos, les roban la Navidad.
– La Navidad es una fiesta de reconciliación y esperanza, contrario al modelo de confrontación que han preconizado los políticos, coinciden expertos consultados por Proceso Digital.
Tanto hondureños de a pie como connotados profesionales en Honduras sienten o perciben que la política y los políticos les roban la oportunidad de festejar en esta temporada, constató Proceso Digital.
Peleas a golpes en el Congreso Nacional, cargos electos bajo imposición y un país ávido de justicia, dejan la percepción en el imaginario de los hondureños que no estamos siendo gobernados por quienes deberían ser o quienes prometieron ser en sus distintas campañas políticas. La política vernácula practicada por, a quienes queda muy grande llamar “Padres de la Patria”, no permite que los hondureños encuentren paz en sus corazones y por ende que no pueden festejar plenamente esta temporada.
“El Grinch” que cuenta con rasgos leoninos, amargado y con un corazón “dos tallas menor” al resto de los habitantes de Villaquién, uno de los escenarios de la película que dio popularidad al personaje, es para los hondureños el mejor ejemplo para en esta temporada referirse a los políticos y la política pública del país que lejos de buscar una mejora para las mayoría se empecina en hacer más ricos a los inquilinos del poder.
“Nos han robado hasta el alma”
Doña Leticia, quien hace 20 años se dedica a vender donas en el popular Mercado Colón de Comayagüela, es del criterio que los políticos en Honduras han robado mucho más que la Navidad a los hondureños.
De forma irónica expresó que los políticos “nos han robado hasta el alma”, aunque dijo que lo más importante para ella es que su familia tenga salud durante esta temporada de festejos.
Señaló que en el caso de ella si no trabaja, no come, por lo que dijo no depender de los políticos.
A pesar de ello, externó que si los hondureños dedicados a la política tuviesen el don de servicio y honestidad quizás estaría en una mejor posición, algo que no llegará a conocer, pero que desea para sus futuras generaciones.
“Pido a los políticos que se pongan la mano en la conciencia y que miren que el país está destruido y traten de mejorar. Si Dios los puso allí es para que mejoren el país, pero lastimosamente demuestran lo contrario”, caviló la comerciante.
Insistió que si no trabaja, no come y el gobierno que llegue es lo mismo, ninguno ha demostrado o demuestra querer mejorar la situación de los hondureños.
En un plano optimista, exhortó a los hondureños a que independientemente de cualquier gobierno que se esfuercen y busquen salir adelante por cuenta propia.
Navidad incierta
De su parte, Bessy Andino, comerciante en el mismo mercado dijo a Proceso Digital que la política pública de Honduras tiene un impacto directo en sus ventas.
La gente ha dejado de venir a comprar y las ventas han disminuido a causa de las decisiones que se toman “arriba”, comentó Andino quien desde los nueve años inició a ayudar en un puesto de ventas de abarrotería y ahora cuenta con el suyo propio.
A pesar de constituirse como una microempresaria, su estilo de vida es discorde ya que se autodefine como los “pobres de siempre”.
Lamentó la actual situación de Honduras y criticó que mucho tiene que ver no con la presidenta Xiomara Castro sino con las decisiones que toma su esposo el asesor José Manuel Zelaya Rosales.
Las ventas han estado mal y las celebraciones de la Navidad aún son inciertas en su caso ya que depende que exista un crecimiento en las ventas en los días venideros.
Razonó que la política pública roba la Navidad de los hondureños ya que por política en Honduras aumenta el precio de todo, menos el sueldo de un trabajador.
Si las personas no perciben una mayor economía es difícil que las ventas aumenten, razonó.
Sociedad estresada
De su lado, el analista político, Raúl Pineda, exhortó a no abandonar la idea de que la situación debe cambiar para todos, pero aceptó que en el país centroamericano se vive bajo constante estrés y se debe a la propia política y los políticos.
La sociedad hondureña es una sociedad estresada y ese estrés surge por las acciones incorrectas de los que toman las decisiones y quienes dirigen el país, por lo que, coincidió en las percepciones de los ciudadanos de a pie consultados por Proceso Digital.
Aquí hay problemas con falta de trabajo, la inflación y la delincuencia y esto hace que cada vez el hondureño se vaya encerrando en las paredes de su hogar y esto provoca que la Navidad sea diferente a lo era hace una décadas, por lo que tiene fundamento el comentarios de los ciudadanos que los políticos les han robado en gran medida la Navidad.
Tanto los políticos como nosotros como ciudadanos debemos adoptar una visión cristiana de la actividad pública y debemos retomar viejos valores olvidados como la solidaridad o la paz, para poder volver a celebrar la Navidad, apuntó el analista.
La Navidad es una fiesta de reconciliación y esperanza, contrario al modelo de confrontación que han preconizado los políticos, zanjó.
Consideró que la percepción de los hondureños que los políticos roban la Navidad no cambiará de la noche a la mañana, pero no se debe abandonar el propósito que esta situación cambie para todos, finalizó.
Incertidumbre
El analista económico, Claudio Salgado concluyó que todo acontecimiento político genera incertidumbre, por mencionar algo en Honduras se comenta que habrá un golpe de Estado o que se van a tomar el Congreso Nacional y que se puede cerrar la capital y aunque algunas aseveraciones no tienen fundamento si provocan temor en la gente y eso no les permite realizar las actividades, como celebrar la Navidad, de manera normal.
La apreciación de que tanto la política como los políticos roban la Navidad es correcta, pero lo más preocupante es que esto no es nada nuevo y ya viene pasando desde hace varios años.
La incertidumbre genera a largo plazo temor y eso provoca que no exista inversión y al no haber inversión repercute en la situación económica de los hondureños quienes al final se ven limitados de participar de festejos como la Navidad.
No hay una fórmula, más que exista un diálogo entre todas las partes para eliminar la incertidumbre en el país y así avanzar hacia la reconciliación y proceder a festejar plenamente la Navidad. RO
