La Policía salvadoreña desmantela un campamento de pandilleros en zona rural

San Salvador – Un grupo de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador desmanteló este viernes un campamento de pandilleros en un área rural del norte del país, en momentos en los que el Gobierno busca recuperar lo territorios controlados por estas bandas.

Un portavoz del cuerpo de seguridad afirmó que la destrucción del campamento se dio en una zona despoblada del municipio de Sensuntepeque, operación en la que participaron investigadores y agentes de élite.

Los uniformados localizaron en el sitio una cocina construida con piedras, ropas y artículos para descansar.

Durante la intervención fue arrestado José Avelino Pineda, quien será llevado ante los tribunales por el delito de extorsión agravada y posesión ilegal de arma de fuego.

El Ejecutivo de Nayib Bukele lanzó el pasado 20 de junio un plan para recuperar territorios controlados por las «maras» y desplegó 5.000 elementos de la Policía y Ejército en 16 localidades, incluida la capital.

La primera fase del plan busca, según las autoridades de Seguridad, cortar los ingresos de las pandillas en las zonas urbanas provenientes principalmente de las extorsiones bajo amenazas de muerte.

Se espera que esta etapa del plan se desarrolle durante 30 días, sin que hasta el momento se conozcan detalles sobre la segunda fase.

A este plan se suma la declaración de «estado de emergencia» en las prisiones, con lo que los se prohíben las visitas de los familiares de los presidiarios y los traslados a los tribunales para audiencias.

Diversos sectores ha criticado estás medidas de seguridad, dado que no representan un cambio radical respecto a la política contra las pandillas implementada durante el Gobierno anterior.

El Salvador es asediado por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, estructuras que poseen unos 60.000 miembros activos y se enfrentan constantemente con los cuerpos de seguridad.

Las «maras» controlan diferentes territorios en el país centroamericano en los que extorsionan a comerciantes, dueños del transporte público y ciudadanos.

En estos lugares frecuentemente se registran asesinatos de personas que se movilizan entre las diversas zonas controladas por pandillas rivales.

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