Tegucigalpa (Proceso Digital/Por Isis Rubio)- Sus obras lucen magníficas en la Galería Nacional de Artes, allí pueden apreciarse sus grandes creaciones en todas las épocas de su vida artística. Es la obra de Julio Visquerra que brilla con un fulgor multicolor para hacer juego con la belleza y el tono del Atlántico, en las tierras donde creció.
-La pandemia lo ha obligado a suspender exposiciones en México, Miami y Brasilia.
Los colores vivos en sus pinturas caracterizan al pintor hondureño Julio Visquerra, quien vivió 26 años en el extranjero donde se dejó influenciar por el largo invierno, pero al retornar al país, dijo haber recuperado el color vivo del trópico, como si la vida también vibrará en su cuerpo con una fuerza interior profunda.
Visquerra nació el 21 de julio de 1945 en la hacienda Las Flores en la ciudad de Olanchito, Yoro, creció en la ciudad de La Ceiba, Atlántida y a los 14 años se trasladó a la capital hondureña para estudiar en Bellas Artes.
En conversación con Proceso Digital el connotado pintor hondureño relató cómo fue su niñez, su estadía en Europa y su pasión por la pintura. El artista tiene 75 años y su devoción por los óleos sigue intacta.
Nací por accidente
Visquerra es el menor de los hermanos (todos ya fallecidos), sus padres fueron don Enrique Herrera y Marisel Vizcarra. Al momento de ser inscritos en el registro civil, el apellido de los hermanos se trastoca por Visquerra, comentó el pintor.
Agregó que su madre lo tuvo a los 45 años, y como dicen “yo nací por accidente, cuando ya no esperaban más hijos”.
Relató que su infancia no fue como la de todos los niños ya que él desde muy temprana edad se dedicó dibujar en el suelo y después en papel, “la verdad es que jugué muy poco”.
Manifestó que con sus hermanos se llevó muy bien y lo estimularon mucho para llegar a ser lo que él quería ser, un gran pintor.
Nieto hereda su gusto por la pintura
Visquerra vivió por 26 años en Europa, se casó en Viena, Austria, pero con los años se divorció y regresó a Honduras donde tuvo una hija quien le ha regalado dos nietos.
Relató que uno de sus nietos heredó su gusto por la pintura, solo tiene seis años y ya ha pintado 25 cuadros, contó con orgullo.
El artista dice que el pequeño artista y nieto le recuerda su infancia, cuando él empezó pintando y que hoy lo ha convertido en uno de los pintores hondureños que ponen el nombre de su país en alto.
Sostuvo que en sus antepasados por el lado del apellido Viscarra se encuentran dos pintores y un escultor que se remontan a por lo menos dos siglos, vivieron en México, El Salvador y Guatemala, también en Honduras.
A los 14 años ya tenía 36 cuadros
El pintor sostuvo que a los 14 años él ya tenía 36 cuadros para exposición.
“Desde que tengo uso de razón he pintado, esto nació conmigo, es una verdadera pasión que disfruto desde la primera hasta la última pincelada”, indicó.
“Cuando llegué a Bellas Artes yo ya pintaba al óleo, me los hacía yo mismo porque no sabía dónde vendían oleos”, comentó.
Desde sus inicios en Bellas Artes, su vida estaba impulsada por el deseo, las nuevas ideas y la combinación de colores que para él siempre fueron fortalezas.
En la academia estudió por cuatro años, hizo también un profesorado en artes que igualmente le permitió con 14 asignaturas formarse en anatomía, historia del arte, álgebra, tipos de perspectivas, arte de Honduras, esculturas, cerámica, talla en madera de todo tipo. La formación fue integral.
Su inclinación, – reafirma, – siempre el óleo – “hoy en día lo más práctico para los pintores es el acrílico es más rápido para secar es más rápido para trabajar, pero yo disfruto la pincelada, disfruto la textura de la pintura, la mezclas que hago son un placer para mí , mientras que con el acrílico son demasiados colores los que vienen hechos”.
Más que una muestra, la historia de su arte
Hoy día, sus pinturas expuestas en una exposición en la Galería Nacional de Arte (GNA), muestran una retrospectiva de su trabajo artístico desde su primer cuadro que hizo cuando se graduó en la Escuela de Bellas Artes hasta sus obras recientes.
En la sala se pueden observar cuadros con alta calidad artística, que reflejan la vida del pintor desde sus años en la escuela hasta estos días.
Igualmente, la muestra recoge su obra de su vida en Europa, trabajos con pintura surrealista, y posteriormente retorna a Honduras donde vuelven con él los colores más vivos, ya que en su estadía en Europa el color era más sobrio. Cada etapa está reflejada en la exposición.
Visquerra vivió por 26 años en Europa y expresó que se dejó influenciar por el clima y los largos inviernos de Austria, los días cortos y en el trabajo se ve la diferencia de los colores.
“Yo soy del trópico y cuando llegue de nuevo al país recupere el color de las frutas, las montañas, la vegetación y vivencias junto al mar, esta es mi identidad, este soy yo, demuestro con los colores la alegría que me nace al pintar cada obra”, argumentó.
Todas las obras son experiencia
Para Visquerra cada una de las obras que ha pintado en su más de 50 años de trayectoria son parte de su experiencia como artista.
Detalló que él disfruta cada uno de sus cuadros, los cuales perfecciona con la elaboración de la siguiente obra, es por ello por lo que no tiene un cuadro específico que le haya marcado su vida.
“Sigo buscándolo, en cada cuadro busco los errores que tengo para corregirlos en el siguiente, es por ello por lo que no puedo decir que he pintado el mejor cuadro de mi vida todavía”, sostuvo.
Pandemia
Sostuvo que la pandemia por COVID-19, lo ha obligado a suspender exposiciones que tenía programadas en México, Miami y Brasilia.
Indicó que las mismas serán reprogramadas para dentro de uno o dos años.
Asimismo, dijo que la pandemia también le ha ayudado a estar más dedicado a la pintura ya que no recibe visitas y ha logrado salir con compromisos adquiridos.
“He tenido más tiempo para disfrutar de mi trabajo”, aseguró.
A lo largo de su trayectoria Visquerra ha pintado miles de cuadros ya que desde su infancia no ha dejado de hacerlo.
Recordó que sus primeras obras fueron arrastradas por el huracán Fifí tras llevarse la casa donde vivía su hermano en Colón. “Fueron más de 100 cuadros los que tenía guardados porque en ese tiempo yo vivía en España y se los había dejado a mi hermano”, expresó.
Durante los años en España dijo que estuvo trabajando en teatro “me dedique al teatro por dos años y me absorbió tanto hasta que mi ex esposa me dijo -tú eres actor o eres pintor -y yo le contesté soy pintor, -pues ya deje de actuar y retome de nuevo la pintura-,dijo y desde entonces no he parado”, aseguró.
Anécdotas
Visquerra manifestó que a lo largo de su carrera tiene muchas anécdotas, cosas curiosas y tristes que ha vivido principalmente en retratos.
El enojo de una dama y el arte en tiras
Foto tomada de su red social Facebook.
Recordó que entre una de las anécdotas no se le olvida la de una clienta que le pidió que la retratará tal y como se debiera ver con unas cirugías plásticas que se haría meses después, “yo la pinté tal y como la mire, cuando le entregué el retrato se le notó la molestia, pero no podía hacer más, la señora tomó el retrato y se lo llevó, días después cuando visité un lugar donde enmarcan los cuadros mire las tiras del retrato que ella había hecho pedazos, me molesté porque bien la demandaba por los derechos de autor que uno tiene, pero al final así dejé la situación”.
Otra de las anécdotas que a uno le duele es dejar en el tren las pinturas ya hechas que están a punto de entregarse, me pasó varias veces en Europa, manifestó.
También, dijo que le han robado gran cantidad de cuadros.
Asimismo, recordó que un cuadro se lo acuchillaron en una exposición, una persona llegó a la exposición, empezó a ver los cuadros y le molesto el claro que tenía el cuadro y lo agarró a cuchillazos.
Visquerra es un artista consumado, a sus años, mantiene la energía; su pincel y su alma siguen potentes y vibrantes para plasmar en infinitos óleos la vida y sus matices.