Tegucigalpa – Los incendios forestales que afectan diversas regiones de Honduras han destruido este año 31.416 hectáreas, informó este viernes a Efe una fuente del Instituto hondureño de Conservación Forestal (ICF).
El país centroamericano reporta unos 600 incendios forestales entre enero y hoy, indicó la fuente del ICF.
Agregó que 334 quemas, lo que supone el 56 % de los incendios, ocurrieron en áreas privadas, donde fueron destruidas 20.522 hectáreas (65 % del total del área afectada).
El departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, con 6.919 hectáreas arrasadas por 23 quemas, es el que más bosques ha perdido este año, mientras que el que más fuegos registró con 137, que destruyeron más de 3.282 hectáreas, es Francisco Morazán, donde se localiza la capital Tegucigalpa.
Honduras registró en 2018 alrededor de 1.120 incendios, que destruyeron unas 60.683 hectáreas de bosques y pasto, según cifras del Instituto de Conservación Forestal.
El país, con una extensión de 112.492 kilómetros cuadrados, pierde cada año entre 60.000 y 70.000 hectáreas de bosques por la tala ilegal y los incendios, entre otras causas, según autoridades hondureñas, que consideran que el 98 % de las quemas son provocadas por mano criminal.
El caudal de agua de muchas fuentes de Honduras, que figura en el mundo como uno de los más vulnerables ante los desastres naturales, según organismos internacionales, ha sido mermado por la destrucción del bosque, por lo que las autoridades han comenzado a aplicar racionamientos en algunos barrios.
Entre 2007 y 2018, el país centroamericano registró alrededor de 14.000 incendios forestales que destruyeron un total de 712.000 hectáreas de bosques en el país centroamericano, según un informe del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.
Según la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de Honduras (MiAmbiente), el 70 % de los 9,2 millones de hondureños tienen acceso al agua pero no toda es apta para el consumo.
La oferta de agua de Honduras, según cifras oficiales, es de 87.000 hectómetros cúbicos por año, pero la demanda del líquido (2.300 hectómetros cúbicos) «no es satisfecha» en relación a la cobertura total de acceso, ya que aún existe una brecha del 15 % a nivel nacional, 17 % en el área rural y el 7 % en la urbana.