Tegucigalpa – Nubarrones en el horizonte político comienzan a dibujarse en el futuro de las relaciones entre Honduras y El Salvador, tensas por la historia reciente de la agresión armada al país en 1969 por los militares del país vecino, de cumplirse los pronósticos de los sondeos electorales que otorgan al candidato Nayib Bukele el triunfo en la primera vuelta en el país vecino.
-Bukele, es según los sondeos, el favorito para ganar las elecciones en El Salvador
Bukele es el único candidato salvadoreño que se ha atrevido a entrometerse en la política interna de Honduras, podría convertirse en el presidente de El Salvador el domingo entrante.
El Salvador acude este domingo a las elecciones presidenciales con varios aspirantes, pero los principales son tres fuerzas políticas tradicionales: Alianza Republica Nacionalista (Arena, derecha), partido del FMLN (izquierda, antigua guerrilla) y Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana). Otras agrupaciones menores también tomarán parte de los comicios.
Gana, un partido formado por el expresidente Antonio “Tony” Saca, preso por corrupción tras haber malversado cientos de millones de dólares de las arcas estatales y desviarlas a su cuenta personal, impulsa la candidatura de Bukele, el favorito de las encuestas.
Alianza de tránsfugas
Saca fundó el partido Gana, de tendencia derechista, luego que su formación inicial Arena, por la cual llegó al poder, le negó que se postulará de nuevo a la presidencia. Ante la división con sus adversarios internos, el expresidente Saca se retiró de Arena y fundó Gana y se postuló nuevamente a la Presidencia de El Salvador.
Bukele por su lado, militó en el partido izquierdista FMLN, por el cual llegó a la alcaldía de San Salvador, la capital salvadoreña, pero fue expulsado del mismo al cuestionar a la dirigencia central, ya que buscaba la candidatura presidencial de la agrupación exguerrillera.
Bukele intentó formar su propia agrupación Nuevas Ideas, pero no lo logró, después intentó una alianza con Cambio Democrática, una agrupación menor, pero la candidatura fue rechazada por la justicia electoral salvadoreña.
Finalmente Gana le ofreció a Bukele la franquicia de su agrupación a fin de que se postulara a la Presidencia de El Salvador, lo cual aceptó.
Pero el cansancio de la población con la corrupción denunciada en los últimos gobiernos de Arena, así como en los dos consecutivos del FMLN, han llevado a la mayoría de la población a dejarse seducir por el discurso de Bukele quien esencialmente se presenta como independiente y que luchará contra la corrupción.
Eso se refleja en las encuestas divulgadas antes de que entrara en vigencia la prohibición para divulgar los sondeos.
La legislación salvadoreña establece que un candidato gana las elecciones presidenciales si obtiene el 51 por ciento de los votos válidos, de lo contrario deberá acudir a una segunda vuelta electoral.
Los cruces realizados por diversos centros de estudios de opinión en El Salvador, señalan que Bukele roza esa cifra mágica del 51 por ciento, capaz de evitar la segunda vuelta electoral, un hecho que de darse enfrentaría a Carlos Calleja, del también derechista partido Arena, que concita el 30 por ciento de la intención del voto.
El tercero en liza es Hugo Martínez del oficialista partido FMLN, que logra el 14 por ciento de la adhesión popular.
Los tres candidatos principales hicieron el cierre de su campaña el fin de semana, con la esperanza de Bukele de ganar en la primera vuelta, mientras Calleja lucha por forzar un balotaje o segunda vuelta.
Hostilidad a Honduras
Mientras Bukele marcha hacia un posible triunfo electoral que lo llevaría a la Presidencia de la República de El Salvador, se hacen visibles sus opiniones negativas sobre Honduras y sus instituciones, lo que incidiría en los vínculos bilaterales en el caso de que los electores confirmen en las urnas su triunfo.
Durante las pasadas elecciones de Honduras del 26 de noviembre del 2017, el candidato Bukele no esperó los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), como corresponde a los políticos de un país extranjero, para declarar que el ganador de los comicios era el entonces candidato de la Alianza de Oposición Salvador Nasralla.
Con datos oficiales, información de observadores y una tendencia clara, felicito al nuevo Presidente Electo de la hermana República de Honduras: Salvador Nasralla (@SalvadorAlianza).
Lograron acabar con 100 años de bipartidismo. Ahora a cumplirle al pueblo sus promesas.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) 27 de noviembre de 2017
Bukele, con amplio recorrido en diversos partidos políticos, inmediatamente señaló en su cuenta de Twitter que el opositor hondureño era el ganador de los comicios.
Mientras recientemente señaló que los gobiernos de Honduras y Nicaragua, sus vecinos en el Golfo de Fonseca no tienen legitimidad y se mantienen por la fuerza en el poder.
El pasado 24 de enero, durante un mitin electoral en Santa Ana, Bukele dijo que “no van a permitir un fraude como el de Honduras”, en referencia a las pasadas elecciones, manteniendo su posición de interferir en los asuntos hondureños.
“La voluntad del pueblo salvadoreño se respeta. No vamos a permitir un fraude como el de Honduras”, reiteró el candidato con opciones de triunfo en El Salvador, de acuerdo con lo informado por la prensa del país vecino.
Eso implicaría que de antemano las relaciones a nivel de Estado entre El Salvador y sus vecinos de Honduras y Nicaragua estarían envenenadas por las declaraciones previas del candidato ahora derechista, pero de origen izquierdista.
Asimismo, la integración salvadoreña al espacio de la Unión Aduanera con Guatemala y Honduras estaría complicada con Bukele en el poder de su país.
Y lo más peligroso es el manejo de las relaciones con Honduras, justo cuando este 2019 se celebrará el 50 aniversario de la agresión militar a Honduras ocurrida en 1969, cuando la invasión de los militares salvadoreños al territorio nacional será recordada por las poblaciones fronterizas, especialmente las que sufrieron los saqueos y las violaciones a las mujeres catrachas.
La diplomacia y los militares salvadoreños, con una experiencia en el tema, mantienen una permanente reclamación de espacios territoriales hondureños, como la que el 2018 realizó la Secretaría de Relaciones Exteriores de El Salvador a Honduras por la isla de Conejo en el Golfo de Fonseca.
Mientras el ministro de Defensa de El Salvador, general David Munguía Payes, dijo en mayo de 2018 a la televisora Orbita de su país que a su ejército le bastarían dos horas para tomarse la isla Conejo y expulsar a los soldados de Honduras.
De ahí la preocupación de los entendidos que en forma privada señalan que un inexperto presidente salvadoreño en manos de los diestros militares y de la diplomacia, lo haga vulnerable y lleve la confrontación con Honduras a niveles superiores, animado por su aversión al país y su gobierno.