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Miriam Mercado, una trayectoria de periodismo sin censura, desabrigando mentiras e injusticias

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Miriam Mercado, es una de las periodistas emblemáticas en Honduras. Con un recorrido vasto y limpio, ella ha ejercido su profesión con honor y es reconocida y respetada ampliamente en el país.

En su ejercicio periodístico ha desnudado las mentiras a través de la investigación, así como de denunciar las injusticias sociales en Honduras.  

Su trabajo siempre estuvo ligado a la defensa de derechos en sectores desprotegidos, en esa línea se ha mantenido a lo largo de su trayectoria, misma a la que ha estado ligada a memorándums que le obligaron a contar la historia por incómoda que esta sea, desde la verdad de los acontecimientos.

Su ímpetu por informar los sucesos apegados a la verdad y desde tierra adentro en sectores donde deslumbra la injusticia, le abrieron paso en medios internacionales para informar sobre la realidad de Honduras, sus reportes llegaron siempre a la autenticidad, sin importar quienes podrían estar detrás de esa historia.  

Miriam Mercado una periodista con amplio y limpio recorrido en el ejercicio de la profesión.

Un recorrido marcado por la cobertura noticiosa en el sector campesino, el Huracán FIFI, la denuncia de la corrupción, la desaparición del matrimonio Ferrari en la década de los setenta y el involucramiento de Ramón Mata Ballesteros, un narcotraficante hondureño extraditado a Estados Unidos.

Más allá de eso, el secuestro de Tomas Nativi y Fidel Martínez en 1981, esto como parte de un auge que marcaría su profesión. Contó además que fue despedida de un medio de comunicación por decir las cosas como son.

La valentía, la investigación, la libertad para informar y denunciar fueron siempre sus objetivos en el periodismo, sin embargo, al pasar de los años mantiene su temple, no pierde de mira el objetivo y asegura que el periodismo puede transformar las sociedades.

Dice que el periodismo pasa una etapa muy complicada en Honduras, exhortó a las nuevas generaciones a que no se olviden de la ética y de las causas sociales y lamentó que a los periodistas se les siga pagando salarios precarios.  

Ha recibidos múltiples reconocimientos por ejercer un periodismo serio y responsable en Honduras.

Proceso Digital (PD) – ¿Cuál ha sido su experiencia en el ejercicio del periodismo?

 Miriam Mercado (MM)– Impactante, 10 noticias diarias me exigían en San Pedro Sula, Gabriel García Ardón para su programa Telediario, siete eran de obreros y campesinos. Mis fuentes eran la ANACH, dirigida por Reyes Rodríguez Arévalo, la FESITRANH, dirigida por Céleo Gonzales, el poderoso SITRATERCO de ese entonces.

El huracán FIFI, La Jutosa en Choloma. También era corresponsal de Diario El Día, ahí denuncié el robo de la ayuda internacional que llegaba para los damnificados del huracán Fifí, uno de los motivos por lo que tuve que trasladarme a Tegucigalpa.

PD – ¿Qué es lo que más le agrada del periodismo que ejerció?

MM – Los directores con los que trabaje, valoraban mi información, jamás me censuraron, me refiero a Gabriel García Ardón, Rodrigo Wong Arévalo en Radio América, Armando Arévalo en Radio América, Ramón Villeda Bermúdez en La Prensa, Manuel Gamero en Diario Tiempo.

Pero la excepción confirma la regla, en diario El Día, un director me despidió por una entrevista en primera plana que le hice a Jorge Arturo Reina, antes de ser director del CUEG en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Jorge Arturo fue un león utilizando sus palabras como poderosas municiones contra los políticos tradicionales de entonces, la entrevista fue un éxito, pero el entonces director ahora desaparecido, me despidió de inmediato y me dijo: con que, haciéndole propaganda a Jorge Arturo, váyase a El Universitario.

Debo confesar que disfruté mucho trabajar en Radio América, allí lleve de primicia la desaparición del matrimonio Ferrari, el padre Mario Ferrari, involucró a Ramón Mata y al entonces jefe de inteligencia militar del momento, luego aparecieron sus cuerpos en un pozo de malacate en las afueras de Tegucigalpa.

Se habló entonces que un jefe del desaparecido DIN, había entregado a Mata varias fichas que tenía en esa dependencia.

Sus investigaciones periodísticas destaparon verdades ocultas y denunció siempre las injusticias sociales. La Escuela de Periodismo le brindó un reconocimiento.

Sobre mi trabajo en prensa escrita, en Diario Tiempo, me tocó cubrir el secuestro de Tomas Nativi y Fidel Martínez, un 11 de junio de 1981 en la colonia El Hogar de Tegucigalpa, reporte algo que todavía me intriga, que, si ambos dirigentes fueron secuestrados en altas horas de la noche, la casa sin embargo no tenía evidencias alguna puerta o ventana rota utilizada por sus secuestradores para entrar.

En Radio América, me gustaba cubrir el magisterio, también derechos humanos, diariamente visitaba al presidente del Comité de los Derechos Humanos de Honduras (CODEH), Ramón Custodio, en su laboratorio cerca del arbolito o bien en las oficinas de la Plaza Los Dolores.

“El doctor Custodio se caracterizó en los años 80 de no endulzar la realidad nacional, fue una fiera para defender las violaciones a los derechos humanos, fue implacable, desnudó con testimonios la matanza de reclusos de la cárcel de El Porvenir registrada en La Ceiba.

También quiero reconocer que en los 31 años que fui corresponsal en Honduras, de la Agencia Mexicana de Noticias (NOTIMEX), jamás me censuraron mis notas.

 “Fue un orgullo para mí, comprobar que Notimex era en verdad una agencia latinoamericana, ya que permitía que saliera internacionalmente el drama de los cafetaleros, desplazados de sus tierras en el departamento de El Paraíso, por la contra nicaragüense”.

Lo único que tuve que hacer para trabajar con Notimex, era cubrir Casa de Gobierno, Fuerzas Armadas, Embajada de Estados Unidos, pero jamás dejé de cubrir los sectores populares o el CODEH dirigido por Custodio que fue su fundador.

Algo terrible que le pasó al doctor Custodio, su hijo Ernesto, el pequeño, llegó al laboratorio Custodio, iba de uniforme escolar y le dijo a doña Nena, su madre: «mamá préstame las llaves del carro», luego sale y ocurre que una joven se atraviesa en una avenida donde la atropella Ernesto, fue un mero accidente, Ernesto no tuvo la culpa…pero cobardemente se divulga todo lo contrario.

Vale la pena relatar que «el cipote no estaba ebrio», me refiero a Ernesto, el hijo menor del doctor Custodio, dijeron gargantas asalariadas cuando tuvo un accidente en Tegucigalpa, cuando él manejaba en una avenida de Tegucigalpa, murió la muchacha que de manera imprudente atravesó la avenida.

Miriam siempre fue una periodista acuciosa, comprometida con profundizar los temas y contar la verdad.

En Radio América yo desmentí la versión, porque ese día del accidente, yo estaba sentada en un sillón del laboratorio, esperando ser recibida por el doctor, allí entró Ernesto en uniforme escolar le pidió las llaves del vehículo a doña Nena, su madre, que atendía en la ventana del laboratorio, el joven rondaba los 17 años, llego normal y salió con las llaves en manos, luego ocurrió el accidente

PD – ¿A los cambios tecnológicos en la prensa, que más le sorprende de los cambios en el periodismo hondureño?

MM – El periodismo actual registra un cambio radical con la tecnología, tenemos la utilización del zoom, también facilita la investigación en las diferentes opciones de internet. En los medios electrónicos se encuentran documentos que facilitan la investigación.

PD – ¿Cómo ve a los actores sociales en el contexto actual?

MM – Actualmente han cambiado los actores sociales, desaparecieron las organizaciones obreras y campesinas, solo hay fachadas, hoy vemos médicos, estudiantes, indígenas, garífunas, que expresan sus desventuras y las del pueblo.

 PD – ¿Qué mensaje les da a las nuevas generaciones de periodistas sobre el trabajo que hacen?

MM – Brevemente les diría a las jóvenes generaciones, que el periodismo en Honduras especialmente debe ejercerse con ética, con miras a denunciar la injusticia social, ya que no creo en la “imparcialidad” del periodismo, que es nada más que una palabreja para anular la crítica.

PD – ¿Qué opina de las condiciones laborales de los periodistas?

MM – Considero que actualmente la situación que afrontan los periodistas hondureños es grave, muchos de los dueños de los medios de comunicación, los tratan como objeto.

Repugna que los periodistas tengan que pagar por sus programas, otros devengando salarios de hambre, no son tratados como arquitectos de transformaciones sociales, sino como mudos albañiles que solo sirven para forjar la riqueza de los empresarios de los medios de comunicación.(PD)

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