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A las puertas de “tarifazo” energético

Tegucigalpa – Tras varias idas y venidas, las autoridades económicas de Honduras han llegado a la conclusión que la única opción de salvamento de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) es el aumento a las tarifas de la institución.
 

  • Tras casi año y medio, los funcionarios admiten que elevar las tarifas es la única salida a corto plazo de la empresa
  • Improvisación en la gerencia de la ENEE se considera como la principal causa de la crisis, ya que en año y medio ha tenido tres gerentes, incluido el propio presidente Zelaya y tres juntas interventoras
  • En duda la compra de 250 megawatts y hay amenazas de apagones, como en la época del ex presidente Carlos Roberto Reina.

La única traba para este paso, es que el presidente Manuel Zelaya Rosales en su discurso de toma de posesión prometió no incrementar el precio de las tarifas, de ahí que la decisión política primará hasta ahora.

La ministra de Finanzas y miembro de la Comisión Interventora de la ENEE , Rebeca Santos, adelantó que es necesario hacer ajustes a las tarifas de la estatal, ya que la misma presenta un déficit crónico en sus finanzas.

La funcionaria reiteró hoy que como «técnica» había llegado a la conclusión del ajuste tarifario, pero reiteró que al final es “Mel” el que tomará la medida.

Aún así, siempre se pone como condición un proceso de consenso entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, especialmente entre sus titulares Zelaya Rosales y Roberto Micheletti respectivamente.

Informes y expertos

La conclusión a la que llegó la ministra Santos, es la misma que le han recomendado desde el año pasado los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, (BM) y el Interamericano de Desarrollo, (BID, así como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros expertos en la materia.

La crisis financiera de la ENEE se debe a un simple proceso: compra energía térmica cara y la vende barato a sus clientes, además que los usuarios reciben sin distinción una serie de subsidios vía bonos.

A lo anterior se une que las llamadas «pérdidas técnicas» por transmisión o robo suma un 25 por ciento de la generación.

La medida de alza de tarifas de la ENEE es respaldada por el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Adolfo Facussé, y Salomón Ordóñez de las empresas de generación térmica que consideran que la única salida a la quiebra de la empresa es el alza de tarifas.


Improvisación

Pero hay otros sectores que plantean que además de los problemas de costos, la situación más grave que enfrenta la ENEE es la desorganización e improvisación que rige la empresa desde el año pasado, ya que no ha logrado mantener a una persona responsable de su administración.

Y en efecto la gestión de lo que se considera la principal empresa de Honduras, tanto a nivel público como privado, ha sido errática, ya que no ha podido mantener un mando único y continuado, a fin de que se puedan atacar y resolver los problemas de la misma.

El presidente Zelaya ha dispuesto que varias personas gestionen la empresa por un corto periodo de meses.

Primero designó como titular de la ENEE al empresario Juan Bendeck, quien renunció a los pocos meses tras ser desautorizado públicamente por Zelaya para negociar nuevos contratos de generación térmica, y haber advertido de la crisis que se avecinaba por la estructura de tarifas y crisis en las líneas de transmisión y los bancos de transformadores.

Luego designó a Leo Starkman, que se desempeñaba como ministro de Inversiones, a quien despidió a pocos meses en el cargo.

Tras la salida de Starkman, Zelaya decide nombrar una comisión interventora presidida por Juan Ramón Elvir, actual embajador en Cuba, e integrada por Alpha Castillo, Benjamín Bográn del Cohep, un representante del colegio profesional y otros.

Pero tras un semestre de gestionar la ENEE , la junta cesa en sus funciones, eleva un informe, pero la degradación de la empresa continúa.

Luego el mismo presidente Zelaya se auto designa, junto a su consejo de ministros, como interventores de la ENEE y anuncia que trabajará todos los días desde las 2PM hasta entrada la noche para resolver toda la problemática de la empresa.

Zelaya anuncia y comanda un operativo de corte de servicios como mecanismo para recuperar los fondos adeudados por los clientes mayoristas y lo que se encuentra es que su ministro de Pronaders, Roland Valenzuela, tenía conectada inapropiadamente su vivienda a las líneas de la empresa.

Tras el escándalo, Valenzuela no fue sancionado y sólo tuvo que pagar la conexión y la deuda que mantenía, pero no se le cobró multa como a los demás usuarios.

Solamente se separó a un empleado de la empresa por negar que había autorizado la conexión eléctrica a Valenzuela.

Pero tras unas semanas de euforia, el presidente Zelaya deja abandonada la administración de la ENEE.

A principios del 2007 Zelaya designa a Alpha Castillo al comando de la ENEE , admite que no sabe nada, pero al cabo de unos meses la destituye del cargo y nombra una segunda junta interventora pero está vez al mando del ministro de Defensa, Arístides Mejía, y apoyado por la ministra Santos de Finanzas.


Simnepre con Alpha Castilolo de “aseora”,el ministro Mejía decide apartar a gran parte del cuerpo gerencial y traslada a varios oficiales de alta graduación para que se encarguen del manejo diario de la empresa, mientras deciden que estrategia seguir.

Lo único que deciden es que necesitan contratar de emergencia y sin licitación 250 megawatts de energía, para evitar apagones los próximos años, e intentar renegociar los contratos con las térmicas.

Asimismo, enfrentan la amenaza de las empresas térmicas que les paguen casi 100 millones de dólares en atrasos y así adquirir combustible, de lo contrario vienen apagones.

Asimismo, los interventores llaman a las empresas a ofertar por los 250 megawats, pero no ofrecen solución a la crisis financiera de la empresa.

La crisis financiera se refleja en que los bancos rechazan adquirir bonos de la ENEE para pagar a las térmicas.

Asimismo, pende la amenaza que el sistema bancario no financie los 250 megawats, debido justamente a la incapacidad de la ENEE de honrar sus compromisos económicos.

A las puertas de un “tarifazo” las inquietudes y temores se acrecentan entre los industriales, empresarios en general y más aún entre los usuarios domésticos que siempre como destinatarios finales del servicio energético serán los más afectados.

Ver carta del Presidente Manuel Zelaya a Juan Bendeck
20 de abril de 2006

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