Zelaya arremetió contra las cadenas informativas hondureñas durante un discurso en la 63 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con la asistencia de cerca de 600 periodistas y propietarios de medios.
«Es innegable la existencia en Honduras de oligopolios en cuanto a la propiedad de las grandes cadenas de medios informativos, escritos y reflejado especialmente en las empresas televisivas y periodísticas del país», dijo el mandatario.
Estos oligopolios -sostuvo- generalmente mantienen una estrecha «vinculación con los poderes políticos y económicos tradicionales».
Agregó, que su presencia causa una «situación de limitada competencia, lo que conlleva, no exactamente a la vulneración del derecho a la libertad de expresión, pero sí indirectamente a la falta de un efectivo ejercicio de la misma».
Comentó que la principal causa de las fricciones entre su gobierno y «los dueños de algunos de los principales medios de comunicación social» es un conflicto de intereses económicos y de poder que, «en realidad, nada tienen que ver con la libertad de expresión».
El conflicto ha «originado un enfrentamiento en el cual la utilización de los medios como arma de presión contra el gobierno definitivamente vulnera la libertad de expresión y trastorna el régimen de la opinión pública».
En el informe preliminar sobre el estado de la prensa en Honduras presentado ante la SIP el domingo, se afirma que Zelaya ha intimidado y amenazado a algunos medios.
«Ejecutivos y periodistas de la emisora Radio Cadena Voces (RCV), de Tegucigalpa, denunciaron a fines de agosto ser objeto de intimidaciones y amenazas por parte del presidente Manuel Zelaya, quien expresó a una de sus reporteras que ‘si fuera Hugo Chávez, ya hubiera cerrado esa radio'», de acuerdo con el documento.
Se quejó también de que no le conceden derecho a réplica y dijo estar a favor de que haya un control civil para el «poder mediático, poder de la televisión y la prensa».
«Lo único que he solicitado públicamente a las poderosas cadenas de comunicación en mi país es que se nos conceda, al menos al Presidente, el derecho a réplica y a la aclaración, a exponer nuestros puntos de vista, ya que hasta ese elemental derecho se nos ha negado en los principales medios de Honduras», aseguró.
En el ciclo de preguntas, se le consultó cómo había logrado ser presidente de Honduras si los medios son tan poderosos.
Zelaya respondió que los pueblos, siempre, son más inteligentes que sus dirigentes. «Si no nunca ganaría la oposición en América Latina», dijo.
Preguntado sobre qué le incomoda de los medios hondureños, el presidente aclaró: «Estoy más bien defendiendo el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de prensa, pero cuando hay una manipulación de esa libertad mi deber es tratar de corregirla para que los pueblos no sufran la imposición de las ideas».
Antes de la intervención del gobernante hondureño, el presidente saliente de la SIP, Rafael Molina, presentó el resumen de su gestión de un año destacando que uno de los casos más notables que le tocó presenciar fue el cierre del canal privado venezolano Radio Caracas Televisión (RCTV), el 27 de mayo pasado.
Una decisión gubernamental que calificó como un «mandato arbitrario. Esa fue la demostración más directa y cruel de impedir la vigencia del principio sagrado de la libertad de expresión a un pueblo».
Como hechos positivos resaltó que cuarenta Jefes de Estado han suscrito la Declaración de Chapultepec, y una reunión con jueces de 18 países en República Dominicana, para apoyar la agenda de la SIP contra el «flagelo más grande del continente: el matar y eliminar al mensajero».
También resaltó la despenalización de los delitos de injuria en México.
Entretanto, el subsecretario de Estado adjunto para asuntos hemisféricos de EE.UU., Craig Kelly, dijo que una característica muy fuerte de los regímenes totalitarios es tratar de suprimir la libertad de prensa en nombre de los derechos sociales, que en su opinión, es un pretexto para reprimir a los periodistas.
Kelly mencionó, asimismo, que el asesinato de 500 periodistas en los últimos diez años en el mundo es una indicación que para los dictadores la libertad de prensa es una «amenaza mortal».
La asamblea general de la SIP concluye mañana con la resolución sobre el estado de la prensa en el hemisferio occidental y asume la presidencia de esa organización, Earl Maucker, director del diario Sun-Sentinel de Ft. Lauderdale (Florida).