La comunicación fue oficializada por la embajadora de Suecia para Centroamérica, Ewa Werner Dahlin, quien llegó al país, en el marco de una gira por los países de la región, para reunirse con el presidente, Manuel Zelaya, y el canciller, Milton Jiménez.
La diplomática sueca dijo en una rueda de prensa que la futura cooperación de su Gobierno a países como Honduras se definirá durante la elaboración de una nueva estrategia en este campo.
“Pero si es definitivo que después de tres o cuatro años suecia no va a tener un programa de cooperación como lo ha tenido hasta ahora”, declaró.
Indicó que los “nuevos lineamientos de cooperación externa de Suecia, que busca reducir la ayuda de 70 a 30 países, a excepción de Guatemala y Colombia, que en estos momentos están en un proceso de implementación de acuerdos de paz debido a conflictos armados”.
Agregó que el corte de la cooperación financiera “es una redefinición de la política de cooperación de Suecia, que significa, en terminas generales, que Suecia necesita disminuir la cantidad de países con los cuales coopera y ahora es necesario para nosotros, cooperar con un numero mas reducido de naciones para ser mas efectivos para tener buenos resultados”.
Dahlin dijo que las nuevas políticas de cooperación de su país contemplan su presencia solidaria en el país mediante programas y proyectos en manos de distintas organizaciones no gubernamentales que ejecutan programas de ayuda humanitaria o de desarrollo de sectores vulnerables de la sociedad hondureña.
Expuso además que Suecia cumplirá acuerdos firmados y planteará una nueva estrategia para los próximos cuatro años, en los que se aseguran la sostenibilidad de las inversiones.
“Quiero subrayar, en cuanto a resultados en Honduras, no es porque estemos en contra de la política actual del Gobierno o por problemas de corrupción, simplemente fue una decisión para priorizar los programas de cooperación en un numero más reducido de países”, apuntó.
Por su parte el canciller, Milton Jiménez, subrayó que la medida “no tiene una dedicatoria especial para Honduras, tampoco implica una ola de la cooperación internacional que más bien se está incrementando”.
La cooperación sueca con Honduras comenzó luego de los desastres que provocó el huracán Mitch.
Inicialmente financió la reconstrucción de 12 puentes y la reparación de carreteras y de otras vías.
A través de Fundevi apoya a personas de ingresos bajos para que tengan acceso a una vivienda. Coopera con un programa de agua y saneamiento y al mismo tiempo ayuda a gente muy pobre a tener acceso a servicios básicos de salud.
Suecia también colabora con la mejora de la calidad y la cobertura de la educación primaria en Honduras.
Asimismo, apoya varios programas de gobernabilidad, la igualdad de oportunidades para la mujer y el SIAFI, éste de la Secretaría de Finanzas.
Anualmente, Suecia aprueba un apoyo de 30 millones de dólares para Honduras, pero éstos nunca han sido desembolsados en su totalidad debido a varios factores, como nivel de ejecución, profesionalización del Servicio Civil, una adecuada Ley de Telecomunicaciones y otros. El desembolso por año es de unos 15 millones de dólares.