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Castro se siente acosado por «preguntas» sobre su vuelta

La Habana – El presidente de Cuba, Fidel Castro, se siente acosado «con preguntas» sobre cuando volverá al poder y asegura que va a luchar sin descanso para recuperarse, aunque no da una fecha sobre su hipotética vuelta al Gobierno.
 

Castro, de 80 años, hace estas reflexiones en un mensaje que hoy publica el diario oficial cubano «Gramma» con motivo del primer aniversario de su cesión del poder a su hermano Raúl tras caer enfermo.

«Ahora me acosan con preguntas sobre el momento en que volveré a ocupar lo que algunos llaman el poder, como si tal poder fuera posible sin independencia», asegura en esta misiva que titula «La llama eterna».

Según Castro, «el propio Raúl se ha encargado de responder que cada decisión importante a medida que me iba recuperando era consultada conmigo. ¿Qué haré?. Luchar sin descanso como lo hice toda la vida».

Castro, que no ha aparecido en público desde el 26 de julio de 2006, asegura que el año transcurrido desde que dejó el poder «vale por 10 en cuanto a la posibilidad de vivir una experiencia única que me aportó información y conocimientos sobre cuestiones vitales para la humanidad, que he transmitido con toda honradez al pueblo de Cuba».

En este aniversario «comparto con el pueblo la satisfacción de observar que lo prometido se ajusta a la inconmovible realidad: Raúl, el Partido, el Gobierno, la Asamblea Nacional, la Juventud Comunista y las organizaciones de masas y sociales, encabezadas por los trabajadores, marchan adelante guiados por el principio inviolable de la unidad», agrega.

El líder cubano asegura además que «con la misma convicción, seguimos batallando sin tregua por liberar de la cruel y despiadada prisión a los Cinco Héroes que brindaban información sobre los planes terroristas anticubanos de Estados Unidos», en referencia a los agentes cubanos condenados por espionaje en EEUU.

«La lucha debe ser implacable, contra nuestras propias deficiencias y contra el enemigo insolente que intenta apoderarse de Cuba», señala Castro en una clara alusión a EEUU.

A este respecto, Castro subraya: «Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba».

«Por mucho que le digamos al pueblo de Estados Unidos que nuestra lucha no es contra él -algo muy correcto-, este no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno», añade en su reflexión.

Tampoco podrán frenar «la turbia y maniática idea de lo que llaman ‘una Cuba democrática’, como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye», señala.

Castro insiste en «algo que no puede ser jamás olvidado por los dirigentes de la Revolución: es deber sagrado reforzar sin tregua nuestra capacidad y preparación defensiva, preservando el principio de cobrar a los invasores en cualquier circunstancia un precio impagable».

Con esta reflexión, Fidel Castro rompe el silencio de los últimos días sobre el primer aniversario de su cesión de la Jefatura del Estado debido a una grave enfermedad intestinal.

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