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“Mel” quiere desaparecer el Lempira y entregar la soberanía en política monetaria

Tegucigalpa – Tras más de 50 años de existencia y resistir devaluaciones drásticas y altas tasas de inflación, el Lempira hondureño podría desaparecer y dar lugar a una moneda extranjera, de concretarse las aspiraciones del presidente Manuel Zelaya.
 

La economía hondureña logró mantener la vigencia de su moneda incluso en los momentos duros de la crisis de los años 80 y 90 del siglo pasado, cuando muchas naciones latinoamericanas se vieron obligadas a cambiar de monedas o hacer reformas de las mismas para eliminar muchos ceros que se habían generado por las devaluaciones a raíz de sus altas inflaciones.

Incluso resistió las presiones políticas y económicas para que se adoptara el dólar como moneda en los años 80 y 90 del siglo veinte cuando el país contaba con la presencia de miles de soldados estadounidenses y hubo un grupo que incluso propuso que se ofreciese como protectorado.

A pesar de todas esas vicisitudes, e incluso a que el vecino El Salvador a finales del siglo pasado en la administración de Francisco Flores, adoptará el dólar, los hondureños lograron mantener el Lempira, como unidad monetaria nacional.


Desaparición

El Lempira camino a desaparecer si se materializa intención de adoptar el SucrePero el presidente Zelaya ha ofrecido en dos cumbres gubernamentales, de dos bloques políticos y económicos diferentes, sacrificar el Lempira y asumir una nueva moneda en aras de su ambición de desacoplar la economía hondureña de la de Estados Unidos y del modelo económico capitalista en su variante del neoliberalismo.


A finales de noviembre pasado en la cumbre de las naciones que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), como respuesta a la que realizaron previamente las economías de los 20 países más ricos del mundo, se acordó la creación de un espacio monetario único entre los países que giran alrededor de la órbita del mandatario venezolano Hugo Chávez.

Ahí se acordó estudiar la propuesta del mandatario ecuatoriano Rafael Correa de crear la moneda única, secundada por Chávez y al final por el resto de gobernantes, y que sería respaldada por un banco común del mismo grupo político con un capital de 2,000 millones de dólares.

Lo irónico del caso es que Ecuador también cuenta con el dólar como moneda de circulación nacional, ya que la moneda ecuatoriana, el Sucre, ha dejado de circular.

Una semana después de su compromiso en la Alba, Zelaya fue anfitrión de la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (Sica), los países de la región más República Dominicana, y ahí se acordó también impulsar una moneda única para el propio grupo regional.

El Sica aglutina a los países que mantienen tratados de libre comercio con Estados Unidos. Panamá firmó uno y está pendiente de ratificación por el Congreso norteamericano y sólo la pequeña Belice carece de un acuerdo de libre comercio con Washington.En la cumbre del Alba y después en la del Sica apoyó medidas para que se busque crear una moneda única

La interrogante planteada por analistas políticos y economistas es como hará el presidente Zelaya para conciliar las dos iniciativas de moneda única que proponen los dos bloques totalmente diferentes.

El Alba es totalmente anti imperialista y adversario del capitalismo salvaje y el bloque del Sica favorece la economía de libre mercado y es un socio cercano a los estadounidenses.

Además Zelaya debe tener la aprobación del Congreso Nacional para eliminar el Lempira como moneda nacional y los mismos diputados deben ratificar cual sería la nueva moneda hondureña, la del Alba si se sigue el curso chavista o la del Sica.

En todo caso, la adopción de una moneda única sería el abandono de la soberanía en política monetaria, ya que sería en otro país donde se decidiría la tasa de cambio y otras medidas vinculadas a la moneda.

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