Las víctimas no han sido aún identificadas y se desconoce si eran familiares.
En una comunidad de Champerico, en el departamento sureño de Suchitepéquez, murió sepultada bajo toneladas de lodo una niña de 12 años, mientras estaba dentro de su casa.
El secretario general de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado, explicó hoy que más de 7.500 personas y más de 1.500 viviendas han sido afectadas por las torrenciales lluvias y otras miles de casas han quedado inundadas.
Maldonado aseguró que ya se hizo entrega de la ayuda humanitaria básica y que las autoridades de protección civil están por concluir la evaluación de los daños para determinar qué requieren las comunidades afectadas.
Las zonas más dañadas por las lluvias se ubican en los departamentos de Retalhuleu, Escuintla y Suchitepéquez, en la costa sur, San Marcos (oeste) y Santa Rosa (sureste), según la Conred.
Según Maldonado, la situación tiende a mejorar y en las comunidades inundadas ha comenzado a bajar el agua, que en algunos casos superó los dos metros de altura.
El Gobierno de Guatemala declaró hoy una alerta naranja nacional para responder a las necesidades las copiosas lluvias que afectan al país desde la semana pasada, atribuidas a un sistema de baja presión en las costas del Pacífico.
El funcionario recordó que en algunas región hay alerta roja, el nivel más alto de atención, debido a las inundaciones de varias comunidades.
La alerta naranja implica la movilización del personal de las sedes regionales de la Conred y la activación de los planes de emergencia a nivel local.
Desde el pasado viernes, el territorio guatemalteco, sobre todo las regiones del sur y el oeste del país, es azotado por intensas lluvias que han ocasionado el desbordamiento de ríos y graves inundaciones que han obligado el desplazamiento de cientos de familias a zonas más seguras.
A los damnificados se les proporciona cobijo, agua potable, mantas y alimentos básicos.
Durante lo que va de la época lluviosa del 2008 se han registrado ya más de 65 víctimas mortales y pérdidas millonarias en la agricultura e infraestructura del país.