El anuncio se hizo tras una reunión de los representantes de los importadores del gas con el ministro de Industria y Comercio, Fredy Cerrato.
“El desabastecimiento no es algo que las compañías estén generando, es una situación que se da única y exclusivamente por incumplimiento en el pago del subsidio”, dijo a los periodistas un portavoz de los importadores tras la reunión con Cerrato.
“Esperamos que para hoy en la tarde alcancemos un acuerdo y mañana estemos con normalidad en el mercado, esperamos que haya acuerdos hoy en la tarde”, declaró la fuente.
El acuerdo se alcanza una semana después de la denuncia de la falta del combustible en el mercado nacional.
Según fuentes oficiales el problema radica en que el Gobierno del presidente, Manuel Zelaya, adeuda a las compañías distribuidoras del producto más de 100 millones de lempiras desde hace meses.
La CAP ha establecido un precio artificial al gas LPG, por lo cual el gobierno paga un subsidio de hasta 14 lempiras por tanque de 25 libras, pero obliga a las distribuidoras a adquirir el producto a precio de mercado y venderlo al valor artificial o subsidiado.
El asunto es que las distribuidoras han asumido una parte del subsidio y el gobierno debería transferirle el pago después, pero tras meses de acumularse pagos, no se ha trasladado los fondos a las cuentas de las empresas.
Algunos estiman los pagos retrasados hasta 180 millones de lempiras, el problema radica que en la CAP, ni en ninguna otra instancia del gobierno se informa de cuanto es lo adeudado por el gobierno y cuando se cancelará.
Las distribuidoras, en un comunicado público, señalan que no pueden comprar más productos a la importadora central, debido a que tienen deudas con los bancos, así como les falta liquides y las transacciones son en pago directo.
Calvario
Mientras la indiferencia gubernamental ocurre, los hondureños sufren el calvario que no encuentran el producto en los establecimientos de venta, provocando malestar a los consumidores.
Buena parte de los hogares hondureños utilizan el gas LPG para la cocción de los alimentos e incluso miles de pequeños negocios e industrias comienzan a ser afectados por la escasez.
Algunos negocios ya comenzaron a paralizarse, ya que no cuentan con el suministro regular de los tanques de LPG para que sus actividades se mantengan en funcionamiento.
Lo anterior provoca que los trabajadores de los pequeños negocios sean suspendidos temporalmente de sus actividades, hasta que se regularice el suministro del combustible.
Los pocos sitios donde hay existencias de LPG comenzaron a venderlo en forma racionada, entregando solamente dos tanques de 25 libras por comprador.