Kattan, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y que participa en Nicaragua en un foro interparlamentario sobre remesas a la región, aseguró que el grupo parlamentario al que pertenece no ve «que beneficioso puede ser el ALBA para Honduras».
«Cuando vemos el documento preliminar es más que todo un acuerdo militar y político, que económico, insistió.
Dijo no entender, además, «cuál sería el propósito del mismo» y se pregunto si es para «hacer un bloque común para ofender a nuestro aliado tradicional, que es Estados Unidos», el principal mercado de las exportaciones hondureñas.
«¿Qué puede ofrecer Venezuela (a Honduras) cuando tiene la inflación más elevada de América Latina, donde no hay producción nacional?, si nos quieren ayudar que nos den petróleo barato», dijo el legislador.
Para Kattan, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el promotor del ALBA, es un «lobo, disfrazado de cordero, que quiere dar atol (bebida de maíz) con el dedo -frase popular que identifica a quienes tratan con engaños- a los pueblos centroamericanos».
Por su parte, la legisladora oficialista Mirna Castro dijo apoyar la parte comercial de ese acuerdo, suscrito hoy en Tegucigalpa, pero no «la parte político-militar».
«Hay temor en cuanto a la política y la parte militar que esta alianza contrae», indicó.
Señaló que Honduras es un país que evitó caer en el comunismo en años anteriores y se ha «cuidado para no caer en un socialismo», que es el proyecto que impulsa el presidente Chávez en la región.
Además, la diputada oficialista advirtió que «no hay almuerzo gratis» y aún cuando Honduras requiera apoyo para proyectos sociales, hay otros países con los que pueden suscribir un acuerdo comercial, sin compromisos políticos.
Chávez, que calificó de «vendepatrias» e «ignorantes» a los hondureños que se oponen al ingreso de Honduras a la ALBA, suscribió hoy con su homólogo Manuel Zelaya el documento de adhesión a esa iniciativa.
El ALBA es un proyecto que impulsa el presidente Chávez en contraposición al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que promueve Washington.
Esa iniciativa está integrada por Bolivia, Cuba, Dominica, Nicaragua, Venezuela y ahora Honduras, cuyo Congreso deberá ratificar el acuerdo.
