Según explicado Issa Obando a Efe, María José, de 14 años, está «golpeada en lo psicológico y lo físico», pero es «una chica fuerte e inteligente que con una adecuada ayuda psicológica va a salir adelante».
La víctima mantiene que sufrió el 25 de julio una agresión «para la que no encuentra motivos» y que fue protagonizada por una menor, en presencia de otras seis chicas, según Issa Obando.
El embajador ofreció a la familia los mecanismos legales necesarios para que lleven a cabo la acción judicial contra la autora y las cómplices de la agresión, que fue grabada con un teléfono celular.
En el vídeo de la agresión, que fue colgado en Internet, se ve cómo una joven golpea repetida y fuertemente a otra en la cabeza y el resto del cuerpo, hasta que la víctima queda tendida en el suelo sin moverse.
El vídeo, de poco más de un minuto, es grabado por unas amigas de la agresora, que se ríen y animan a la agresora gritándole «dale, dale», «mátala» y «písale la cabeza», hasta que la víctima yace inmóvil en el suelo.
Issa Obando explicó que por el momento María José y su familia continuarán viviendo en Colmenarejo y que será la investigación la que determine si la agresión tuvo un tinte racista.
Estos sucesos, destacó el embajador, «son excepcionales», ya que en España se trata bien a los ecuatorianos, «de manera positiva, con afecto y cariño», en la gran mayoría de los casos.
El portavoz de la asociación hispano-ecuatoriana Rumiñahui, Raúl Jiménez, que entrevistó con Marcela, la hermana mayor de María José, dijo a Efe que la víctima «está destrozada» y «bastante nerviosa».
Marcela relató a Jiménez que las agresoras habían golpeado a unas chicas del mismo centro educativo con anterioridad y que María José había defendido a una de sus compañeras.
La semana pasada la chica fue conducida «con engaños» al lugar del suceso «con engaños», donde se cometió la agresión, tras la cual amenazaron a la víctima si denunciaba los hechos, según Jiménez.
La misma noche del suceso María José acudió a un centro de salud porque sufría un «fuerte» dolor de estómago y el martes pasado la familia decidió denunciar los hechos, según detalló Marcela, que destacó que la familia «no tiene ningún temor» y no abandonará Colmenarejo.
El portavoz de Rumiñahui manifestó que, según los primeros indicios, no se trata de un ataque racista y coincidió con el embajador en que las agresiones a ecuatorianos son hechos puntuales.
