La SIP, con sede en Miami, pidió a la autoridades brasileñas que pongan en marcha las medidas de seguridad necesarias para frenar los actos de hostigamiento que impiden a los periodistas cumplir con su tarea informativa.
El sábado pasado, los fotógrafos de los diarios O Dia, O Globo y Jornal Brasil se encontraban en un barrio de Río de Janeiro cubriendo la campaña política del candidato a la alcaldía Marcelo Crivella, cuando fueron increpados por jóvenes que llevaban el rostro cubierto.
Posteriormente, dos encapuchados que viajaban en una motocicleta les advirtieron de que sólo podrían abandonar el barrio de Villa Cruzeiro si destruían las fotografías que habían sacado.
Al parecer, uno de los presuntos narcotraficantes que les amenazó estaba armado.
«Nos preocupa que los periodistas en Brasil vean coartada su labor a manos de grupos violentos y al margen de la ley», dijo Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
Marroquín instó a las autoridades brasileñas a «poner fin al patrón de violencia de narcotraficantes y milicias que imponen las reglas de juego».
Agregó que, dado que el autor de la amenaza fue identificado, se aplique todo «el peso de la ley» para «evitar que estas situaciones se repitan».